Killer And Healer | Novela En Español

•°| Capítulo 8 |°•

Jiang Yuelou no durmió bien esa noche, y no se pueden pasar por alto las grandes ojeras que tenía cuando se levantó temprano por la mañana. Sun Yongren y Song Rong se guiñaban los ojos en secreto mientras desayunaban, pero Jiang Yuelou no parecía darse cuenta de ello.

"Song Rong, después de la cena ve a buscar la manera de que la señorita Cheng trabaje con nosotros".

Song Rong y Sun Yongren se miraron el uno al otro, "Jefe, la señorita Cheng no me conoce así que ¿cómo puede confiar en mí? Es mejor pedirle al Doctor Chen que hable con ella".

"Sí, sí, deberíamos dejar que el Doctor Chen se encargue de esto". Sun Yongren se hizo eco de Song Rong, fingiendo no ver la fea expresión de Jiang Yuelou.

Jiang Yuelou volvió a tirar los palillos sobre la mesa: "¡Entonces si no puedes ayudar con esto, piensa en una solución tú mismo!".

Antes de que terminara su frase, alguien llamó a la puerta. Dos golpes cortos y uno largo.

Sun Yongren se levantó de un salto y abrió la puerta tan rápido como pudo.

Chen Yuzhi estaba de pie en la puerta con una expresión tranquila, como de costumbre: "Ayer tuve prisa y me olvidé de dejarte mis llaves. Tenía miedo de que pudiera afectar a tu movimiento, así que fui al apartamento de la señorita Cheng en su lugar".

Se inclinó hacia un lado, dejando ver a Chu Ran que le seguía por detrás.

Chu Ran llevaba un sencillo y elegante cheongsam (1). Entró en la habitación, miró alrededor de este pequeño apartamento con curiosidad, y luego miró a Jiang Yuelou, "¿Se siente mejor el Sr. Bai?"

Sin saber si Chen Yuzhi y la señorita Cheng escucharon su conversación, Jiang Yuelou se avergonzó un poco, "Estoy bien, gracias señorita Cheng por su preocupación".

"Genial", Chu Ran sonrió y asintió. "Al oírte ahora mismo desde fuera hablar con tanta seguridad, sabía que te habías recuperado del todo".

Sun Yongren se rió y Song Rong casi no pudo evitarlo.

Chu Ran se encontró con Chen Yuzhi en la planta baja de su apartamento. Tenía una expresión sombría en su rostro y no parecía haber dormido bien.

"¿Me estabas esperando?" Le saludó. Chu Ran siempre tuvo una buena impresión de este joven médico, con sus buenas habilidades médicas, su buen corazón y su valor.

Chen Yuzhi asintió, "¿Puedo hablar contigo un minuto?"

Chu Ran no tenía clase esta mañana, y era temprano. Los dos caminaron lentamente por la calle a primera hora de la mañana.

"¿Quieres que te ayude?"

Después de escuchar las palabras de Chen Yuzhi, Chu Ran se sorprendió un poco. "Tú eres el que me dijo que no me involucrara más en este asunto".

Chen Yuzhi tuvo un escrúpulo antes de asentir, "Sé que tal petición es excesiva, pero aun así espero que puedas ayudar, trabajas en la cafetería Azul, y te prometo que las cosas que tendrás que hacer, no despertarán sospechas."

"Me estás pidiendo que te ayude a matar gente". Chu Ran señaló sin evitarlo, "Y, tú mismo dijiste, que todavía tienes dudas con respecto a este asunto, así que ¿por qué debería aceptar hacerlo?"

Chen Yuzhi se detuvo y una mirada dubitativa apareció en su rostro.

"Dilo", Chu Ran lo miró fijamente, "No eres el tipo de persona que no se preocupa por la vida humana".

Chen Yuzhi pensó por un momento y luego se decidió a hablar: "Anoche revisé todos los registros médicos que pude encontrar de los últimos diez años sobre los pacientes que viven en el barrio bajo y que fueron tratados en la clínica gratuita cerca de Shengdetang por el doctor Qiu."