•°| Capítulo 21 |°•

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Ya eran las 8 p.m. cuando Jiang Yuelou regresó a casa. El cielo estaba completamente oscuro, pero las luces de su casa, normalmente fría y vacía, ya estaban encendidas.

Aunque sabía que la estancia de Chen Yuzhi en su casa era sólo temporal, el corazón de Jiang Yuelou seguía hinchándose con un profundo sentimiento de pertenencia.

Nunca antes había estado tan ansioso por llegar a casa, pero esta noche era diferente. Esta noche, por primera vez tenía a alguien en casa que le esperaba.

Cuando empujó la puerta, Chen Yuzhi estaba sentado en el salón con su cuaderno en la mano y dibujando algo. No levantó la cabeza, sólo susurró un débil "Has vuelto". Esta escena hizo que el corazón de Jiang Yuelou latiera cada vez más fuerte. Era tan conmovedor, que no se atrevió a hacer un sonido, temiendo que si lo hacía, este momento desaparecería.

Como no escuchó ninguna respuesta durante mucho tiempo, Chen Yuzhi levantó la cabeza e hizo un gesto a Jiang Yuelou: "Entra, he hecho un descubrimiento".

Jiang Yuelou se acercó, se sentó junto a Chen Yuzhi y observó su descubrimiento: el retrato de una mujer con un niño en brazos dibujado en su cuaderno.

Chen Yuzhi dijo con confianza: "Ella es la que puso el opio en el hospital".

Jiang Yuelou cogió el cuaderno, miró detenidamente el dibujo y, atónito, preguntó: "¿Por qué estás tan seguro?".

"Hubo un total de ocho personas que acudieron a la clínica ese día. Tres de ellas estaban siempre a la vista, por lo que no tuvieron tiempo de cometer el crimen. También había una señora con tacones y un señor que vino a toser. Los dos habrían hecho ruidos una vez que estuvieran arriba, por lo que podemos excluirlos. Otro señor vino con las manos vacías, su ropa no tenía bolsillos para meter cosas, así que también se puede descartar. Sólo quedan una madre con su bebé y un joven que vino a recibir acupuntura".

Chen Yuzhi continuó su análisis con confianza: "Un tigre, aunque sea cruel, no devorará a su cachorro (1). Entre las medicinas chinas que tomó, algunas están contraindicadas para los bebés. Alimentó a sus hijos con leche materna envenenada sin preocuparse por su seguridad y salud. Esto demuestra que el bebé era sólo un señuelo para que la gente bajara la guardia. Además, el opio debía estar escondido en la sábana del niño".

Al darse cuenta, mientras le escuchaba, de la impresionante capacidad de observación y deducción de Chen Yuzhi, Jiang Yuelou volvió a quedarse atónito.

"El experto" Chen Yuzhi tuvo que agitar sus manos dos veces frente a él antes de que Jiang Yuelou pudiera volver a sus cabales.

"¿Por qué estás tan distraído hoy?"

"Estaba pensando que si no te hubieras hecho médico, habrías sido un buen policía".

Jiang Yuelou sonrió y arrancó el retrato: "Ahora iré a comprobarlo".

Dicho esto, el Jefe de Sección Jiang, que había estado sentado allí durante un tiempo bastante corto (2), salió corriendo hacia la puerta.

Mirando la puerta que se cerraba, Chen Yuzhi susurró: "Tú eres el mejor policía".

En el jardín de la residencia del director Zhan

En un raro día soleado después de varios días de lluvia, Yu Tangchun envuelto en una gran capa se paseaba lentamente por el jardín, acompañado por Zhan Jun Bai, el dueño de la mansión Zhan.

"¿Estás cansado? ¿Quieres sentarte y descansar un poco?" preguntó Zhan Jun Bai con preocupación después de unos pocos pasos.

Yu Tangchun agitó la mano y dijo con una ligera sonrisa: "Estoy bien".

Killer And Healer | Novela En EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora