Capítulo 1: Jersey y Vanessa
Jersey...
Jersey...
Jersey...
Su nombre se repetía una y otra vez, en mi cabeza. Como un disco rayado a punto de estallar. Me centro de nuevo en la conferencia estudiantil pero los murmullos de las personas en las sillas de atrás logra desconcentrarme. Y es que no es para menos.
—...Jersey estuvo ayer en la fiesta de Henry, pero las malas lenguas dicen que lo vieron salir muy acarameladito con Vanessa grey. —Las dos tontas de atrás empiezan a reírse, y eso solo me lo confirma, lo que vi anoche solo era el primer paso entre la parejita del año.
—Siii, Vanessa le entregó las llaves de su auto. Pero nadie lo vio durante la fiesta. Yo creo que el churro ese estaba metido en una habitación con Vanessa, haciendo quien sabe que cosas—siguen riendo y las añado a mi lista negra, este par de imbéciles no me agradan para nada.
—No, no, no. Para mí que él estaba hasta ahora llegando, pero quien sabe qué propuesta indecente le hizo la mosquita muerta esa porque jum se demoró más diciéndolo que el aceptando. —siguen murmurando cosas sobre Jersey y Vanessa. Y noto que lo único que tenemos en común son nuestras ideas acerca de Vanessa Grey.
Jersey Coleman. El chico que me hacía suspirar desde hacía ya dos años había salido de la fiesta de bienvenida de Henry Ferguson a eso de la 1:30 am cuando se le vio por última vez subiendo al Mercedes Benz de Vanessa grey. O más bien cuándo yo lo vi por última vez y todas mis esperanzas que colgaban de un hilo se fueron por el caño.
Hacía ya dos años que había visto por primera vez a Jersey Coleman. Fue en el otoño cuando me mudé a la ciudad, que lo conocí. Llevaba dos horas en el tour de bienvenida cuando llegamos a la octava parada, el teatro. Allí se encontraba el. Ensayando para la primera producción del año donde se había ganado su primer protagónico. Jersey Coleman no era el usual niño rico que estudiaba economía ni medicina.
El damas y caballeros, él era el drama puro.
En ese entonces estaba en segundo año de su carrera de actuación, y no era el típico actor que se aprovecharía de su belleza o estatus familiar. No, él era el que se había ganado un papel en la producción empezando desde telonero hasta conseguir el protagónico.
Esa tarde, mi corazoncito iluso y estoy segura que el de las otras chicas que estaban en el recorrido, cayeron rendidos ante la majestuosa vista. Mientras él hablaba yo solo podía observar su rostro y admirar cómo se desarrollaba en el escenario. Y es que su porte firme, su mentón en alto y su mano derecha en el bolsillo de su pantalón le daban esa aura intimidante y misteriosa, que me encantaba.
Así transcurrieron los siguientes dos años. El protagonizando las grandes producciones y yo como todos los demás admirando y observando como triunfaba poco a poco. Era el joven estrella de la universidad, era excelente en sus clases, su familia otorgaba altas cantidades de dinero anualmente y tenía a cientos de chicas soltando baba. Incluida yo.
Pero para ser el actor baja bragas, él era reservado y con una sola mirada gélida podría hacerte saber que estorbas más de lo que serbias. Y aunque él ni siquiera había volteado a verme ni una sola vez sabía que yo en su radar ni de improvisto aparecería.
La conferencia continua por 20 minutos más. El decano se levanta de su lugar y se retira elegantemente del auditorio, nos dan una última indicación y todos salimos apresuradamente. Los murmullos no se hacen esperar. Jersey y Vanessa son el tema del día.
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JERSEY
Teen FictionJersey. Estaba enamorada de él y de todo lo que me hacía sentir. Y aunque él viviera en su mundo, yo era una soñadora que intentaba entrar a él. Sin si quiera conocerlo ya estaba enamorada de él, pero los enamoramientos son pasajeros, y yo no quer...