Capítulo 4

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Salgo de casa con Charlotte rumbo al pediatra, mi madre me recordó mas de tres veces que tenía una cita justo hoy.

Con ayuda de Josefina tratamos de acondicionar la silla de bebé en la parte trasera de mi auto, mientras tanto Charlotte se encuentra dormida en su coche. Por segunda vez no pude dormir, y ahora mi hija que si puede lo hace.

—Tenemos que cruzar el cinturón por debajo de la silla —Josefina vuelve a revisar las instrucciones.

—Pero ya lo intente y no pasa —me estoy frustrando.

—Tiene que hacerlo —ella lo intenta y a la primera pasó—Ve, está listo.

—¿Pero como...?

—Tuve dos hijos, es cuestión de practica, tal vez.

Tomo a Charlotte para colocarla en la silla, ajustó los cinturones de seguridad a su medida, aún es pequeña.

Guardo el coche de bebé en la cajuela para después subir al asiento del piloto y poner en marcha el auto.

🍼

Al llegar a recepción le doy los datos a la enfermera, ella me da las indicaciones y yo sigo mi camino hasta llegar al consultorio, al llegar tomo asiento. Me imagino que el doctor debe ser bueno ya qué hay varias mujeres con sus bebés esperando su turno.

Varias miradas están sobre mi, ¿A caso nunca han visto a un hombre?. Unos quejidos que provienen del cochecito comienzan a sonar cada vez más fuerte, me levanto para tomar a Charlotte y así evitar un escándalo por parte de ella, las mujeres presentes siguen mis movimientos.

Qué incómodo.

Regreso a mi silla, espero el doctor no se demore.

—¿Tienes hambre? —le pregunto a Charlotte que no deja de chupar sus manitas.

Busco en la bolsa, que mi madre me hizo comprar, a ver si de casualidad no olvide el biberón. Acomodo a mi hija mejor en un brazo, saco el biberón y antes de dárselo lo meneo un poco.

—¿Y su madre donde estará?

Escucho como dos mujeres susurran a lo lejos, eso si que me incomodo más, no se que tiene de malo que un padre se encargue de esto, tal vez no es frecuente que vean uno aquí.

Mi celular vibra en la bolsa de mi pantalón, hago una maniobra para que el biberón mo se caiga y tomar el celular antes de que terminen la llamada.

—¿Si?

Christopher —la voz de Joshua suena del otro lado.

—¿Pasa algo?

Nada grave pero si, no quería molestarte pero necesitamos que vengas ya a la empresa, se que regresas la siguiente semana pero es necesario.

—En este momento no puedo.

Charlotte retira la mamila de su boca, con el hombro sostengo el celular para guardar el biberón.

Lo se, pero estamos teniendo algunos problemas, además el trabajo se está acumulado desde que te fuiste.

Lo primero que le encargo a Gustavo y lo primero que no hace.

Papá Soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora