Después de todo esto, tuve una visión. Vi una puerta abierta en el cielo y la voz semejante a una trompeta, que había hablado al principio, decía.
—Sube aquí y te mostrare lo que sucederá adelante.
De pronto caí en el éxtasis y vi un tronco colocado en el cielo ya alguien sentado en su trono. El que estaba sentado tenía un aspecto resplandeciente como piedra de jaspe y de sardonio, y una aureola parecida a la esmeralda rodeaba el trono. Alrededor del trono había otros veinticuatro ancianos vestidos de blanco y con coronas de oro en la cabeza. Relámpagos y truenos retumbantes salieron del trono: siete lámparas de fuego –que son los siete espíritus del Creador – ardían en la presencia del trono, y delante había también un mar transparente como el cristal.
[...]
Había despertado hace poco gracias a un gato loco que le gusta verme sufrir, pero se que me ama. A sí que me levante para darme una ducha y bajar a desayunar.
—Cariño, baja a desayunar–grita mamá desde la cocina.
Mamá trabaja en un despacho de abogados aquí en Denver. Tiene el cabello negro azabache, un cuerpo de infarto para su edad y un fetiche por las faldas de tubo, tenemos una relación bastante estable y algo divertida.
Ella se caso con papá a los 17, muy joven, pero eso no le impidió superarse y crecer junto al amor de su vida, cursi pero real. Y bueno un día se pasaron de amor y nací.
Baje de mi habitación para dirigirme a la cocina.
—Buenos días hija –dijo repartiendo un beso en mi mejilla.
—Buenos días. –respondí con una sonrisa.
Héctor, mi papá, es maestro de música en la preparatoria. Siempre fue alguien muy importante en mi vida y lo seguirá siendo. El también tiene el cabello negro que, con el sol queda como un tono café castaño, alto como de un metro ochenta y hace deporte. Es el colmo que me gane jugando a las carreras.
Será porque corres como una anciana con tortugas como pies
Claro, no podía faltar mi sarcástica conciencia.
—Anya, cariño te estoy hablando –me reprocha con un golpe en la frente.
—Ee-eh, si –balbuceo– ¿Qué decías mami hermosa?
—Mami hermosa mis ovarios, vives en las nubes.– hace un ademan para restarle importancia– Lili llamó diciendo que llegaría en un rato.
—Oh, lo olvide– le regalo una sonrisa.
Ahora tocaba criar a mi gato. Agarre la bolsa de croquetas y camine hasta su mini casita. Pero como desgracia es mi segundo nombre la bola de pelos me mordió. Tengo la leve sospecha de que si dejo a mi gato son comer por un día, me despelleja viva. Como era de esperarse, chille.
Estaba a segundos de quejarme acerca de lo sucedido, cuando escuche risillas provenientes de mis hermosos padres.
Bufé.
Así que simplemente le di de comer a pelusa y me di la vuelta subiendo con la frente en alto, mordida pero jamás derrotada.
Subí las escaleras hasta llegar a mi cuarto y tirarme dramáticamente a mi cama. Sentí mi celular vibrar y verifico que es una notificación de Wattpad.
Pecadora y para colmar virgen
Nuevo Mensaje: Lili:)
Estoy llegando.
Tu: Te espero.
Liliahn y yo nos conocimos en la primaria, cuarto grado. Ella era la nueva del salón, yo simplemente como buena alma que soy me acerque a ella preguntándole si quería ser mi amiga a lo que ella acepto. Quien diría que esa zorra seria mi mejor amiga por tantos años. Ese momento tan simple se volvió único y especial, aunque ella diga que fui la segunda en ofrecerle mi amistad, bah-ah es obvio que miente.
Sonó el timbre.
Baje las escaleras ya "arreglada" con unos jeans, unos converse negros y una sudadera morada.
Abrí la puerta y ahí estaba con un top verde claro, unos pantalones de cintura y unos converse blancos.
La hice pasar de un jalón. Cruzamos la sala, y en la cocina simplemente saludo a mis padres. Subimos los escalones y entramos al cuarto. Es uno del tamaño necesario, en el centro una cama Queen al lado mi mesita de noche y al otro mi closet. Mi escritorio esta al frente y el baño al costado de la cama.
—¿Supiste los rumores que hay? –cuestiona.
—Saber de saber, no sé, ilumíname.
—Llego un chico nuevo, vive cerca del vecindario en un apartamento, llego de México –sonríe. Y no de manera tierna. – Mi teoría es que es un chico malo.
—Uh-huh. – respondo, quitándole la importancia que debe tener. – Mejor vamos por un helado de ¿chocolate?
—Si creíste que rechazaría tan deliciosa oferta estas muy equivocada.
[...]
Luego de una divertida tarde con Lili, me encontraba regresando a casa. Insistió en acompañarme, pero me negué.
La calle estaba desierta, y desde hace unas cuantas cuadras un gato me venía siguiendo. En este momento me imagine estar presenciando un escenario cliché en donde me secuestran, me matan y arrojan mi cuerpo al río o me da por tener síndrome de Estocolmo y me caso con mi secuestrador, que romántico.
—Si viene alguien maúllas y yo corro.
Miauuuuuuuuuuuu
Un ruido... ay no
Me gire lentamente –cliché lo sé– y ahí estaba un hombre con capucha y una cara que obviamente no pude distinguir por la oscuridad, pero, sus ojos, esos ojos que jamás voy a olvidar, eran de un color extraño. No pude distinguirlos desde esta distancia. Era alto, muy alto de hecho.
Como toda persona con ganas de sobrevivir me eché a correr, como alma que lleva diablo.
Me detuve a unas cuantas cuadras super cansada, definitivamente este año prometo que hare más ejercicio.
primero se seca el mar antes de que hagas ejercicio
—¿Terminaste por cansarte y te detuviste? ¿enserio? –dijo una voz detrás de mí.
Estado: Shock
Y casi me hecho un pedo.
—Ten. –dijo tendiéndome mi cartera. ¡¿MI CARTERA?! – Venia caminando por detrás y de repente corriste y se te callo. Ah, y tienes una mancha roja en el culo. De nada
Lo tomé con la cara más roja que algún día pude llegar a tener. Me hubiera detenido a admirar su rostro, pero estaba ocupada recogiendo mi dignidad.
—Gra-aaacias. –tartamudee
—Uh-uh
Y se fue con mi dignidad y dejándome con la vergüenza más grande de mi vida.
Dramática.
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Apocalypse
ParanormalEra la típica estudiante, salidas, amigos y diversión. Los amoríos no eran lo suyo, ¿lo curioso? Nadie era capaz de suponer o descifrar del poder mental que poseía. Luther, ese era su nombre, voz ronca y hostil, para nada dulce ni encantador, termin...