Never to fall down (Sin editar)

Capitulo 3 ❤

Corregido por: (Lou <3)

Ayudo a Molly a bajar de mi moto y luego desato su maleta. Sus grandes ojos azules recorren todo el lugar, con una mirada muy tímida y algo miedosa. Aprieta más contra su pecho el mono de peluche y agarra firmemente mi mano, dando a saber que está lista para todo.

-Tranquila, Molly. Todo va a estar bien. Solo tienes que conocer a mi compañera de cuarto, la cual creo que está loca -le digo para animarla. Ella se larga a reír.

Caminamos hasta el gran edificio y vamos directo al ascensor. Alzo a Molly en mis brazos para que ella pueda apretar el botón de mi piso, y lo hace felizmente. Una vez abiertas las puertas, llegamos delante de mi habitación, y toco la puerta. Esperamos a que nos abran.

Segundos después una adormilada pero muy maquillada Claire, y un Matt que no puede disimular su risa, aparecen frente a nosotras. Literalmente, Clair parece un payaso. Trato de no reír, pero al igual que Molly, no puedo aguantar. Estallamos, riendo como desquiciadas.

Una vez que nos calmamos, le muestro a mi hermana la habitación. Ella se acomoda libremente donde quiere, ignorando las miradas confusas de mi compañera de cuarto y Matt.

-Yo podría hacer un mejor trabajo –dice Molly de repente, apuntando a la cara mal pintada de Claire -pareces un payaso al cual un truco le salió mal -se ríe.

Claire toca su cara con miedo y sale corriendo en dirección al baño. Matt sigue mirando a Molly de forma interrogante, como si la respuesta a su obvia pregunta estuviera escrita en su cara. Una vez que Claire tiene el rostro limpio, se une a nosotros.

-Bueno... entonces, ¿quién es ella?

Miro a Molly un segundo antes de responder.

-Es mi media hermana. Vivirá con nosotras hasta que consiga rentar un departamento -me encojo de hombros -espero que no te moleste.

Ella asiente.

-No tengo ningún problema, Brith.

-¿Puedo pintarte? Pero bien. Tengo mi propia pintura -dice Molly sonriéndole.

-Claro.

Claire se sienta en el suelo y espera a que Molly termine de sacar las cosas de su maleta y empiece su trabajo.

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Media hora después, Molly sale del armario de Claire con un vestido color negro corto y ajustado, con piedras esparcidas por todos lados, y se lo entrega para que se lo ponga. Ya terminaron con su sesión de maquillaje y ahora van a jugar al desfile. Matt y yo somos el público. Aunque yo solo estoy aquí porque, me tienen atada a una silla. Literalmente.

Mierda, tengo mejores cosas que hacer, no quiero morir de aburrimieno jugando a esta basura. Bueno... en verdad no tengo nada que hacer, pero no quiero estar aquí. Llevamos más de diez minutos jugando y lo único que digo como "jurado" es: muy lindo.

-Vamos, Brith, esto es divertido -dice Claire mientras gira frente a nosotros y muestra cuan bien le queda el vestido que lleva -. Hace mucho que no hago esto. Me parece que amo a tu hermanita -sonríe. Ruedo los ojos.

-Yo también estoy muy feliz de jugar a esto, Claire -digo irónicamente. Ella se acerca a mí con una sonrisa, que sinceramente quiero borrar. Mmm... trama algo.

-Entonces, ya que te gusta tanto, tú serás la protagonista y yo seré el jurado.

Abro bien mis ojos en estado de shock y trato de desatarme de estas malditas cuerdas del demonio. Esas cuerdas ya tienen un enemigo mortal.

Ella agarra mi cara entre sus manos y trata de colocarme labial rojo pasión en los labios, pero gracias a que me estoy moviendo frenéticamente, no logra colocarlo.

-Soy luchadora, Claire. Es mejor que pienses en las consecuencias de esto -le advierto.

-Soy tu compañera de habitación, y amiga de tu hermana. Puedo encerrarte y persuadirte hasta que me perdones.

Mierda, tiene razón.

No paro de moverme y tratar de zafarme de las garras de está loca mujer. Ella aprieta más la mano que agarra mis cachetes y comienza aplicando esa barra de color sobre mis fruncidos labios.

Que humillación. Es mejor que nadie se entere de esta puta cagada porque si no habrá sangre por todo el lugar. Literalmente, no estoy jugando.

-Me parece que necesitamos más pintura -le dice Claire a Matt. Oh no, ¿que está tramando? -Matt, Molly, ¿me acompañan a comprar más? -ellos asienten, se paran de su asiento y van hacia la puerta.

Ahora sí me sacaron de las casillas.

-¡¿QUÉ?! ¡No se atrevan a dejarme aquí! -grito, ya cuando la puerta se cierra -Malditos hijos de puta. Ya verán cuando mi puño se encuentre con sus caras- yo sigo gritando, aunque sé que no hay nadie. De repente la puerta se abre, haciéndome callar, y fulmino con la mirada intensamente a quien acaba de entrar.

Caleb tiene el ceño fruncido y con las manos alzadas en forma de rendición. Alivio recorre por todo mi cuerpo y respiro hondo, sacando toda la frustración de mi ser.

-Oye... ¿me desatarías? -le pregunto poniendo mi mejor cara de cachorrito y haciendo un leve puchero con los labios. ¿Qué? Tengo que tratarlo bien para que haga lo que le pido, ya que no lo puedo hacer a la fuerza. Estoy malditamente atada a esta mierda de silla.

Lo piensa unos segundos, llevando una mano a su barbilla, haciéndome esperar.

-Si lo hago tendrás que hacerme un favor -dice al fin.

Odio hacer favores y siempre los odiaré, porque son siempre estupideces que detesto hacer.

-Mmm... si digo que sí ¿Qué tendría que hacer? -pregunto indecisa.

Se encoje de hombros.

-Eh, no lo sé todavía... pero cuando tenga algo en mente te lo cobraré.

-No quiero que sea desagradable ¿escuchaste? Si no tu muerte, te aseguro, va a ser dolorosa.

-Ok.

-Bien, ahora desátame.

Una vez que estoy libre, voy a sacarme el poco maquillaje que Claire logró colocarme en la cara. Cuando salgo, encuentro a Caleb sentado en mi cama, mirando interrogativamente la maleta rosa de Molly.

-Bueno, ya estoy desatada, así que te puedes ir -digo yendo hacia la puerta. La abro y hago un ademan con la mano para que salga.

-Sabes que te cobraré ese favor muy pronto, ¿no?

-Claro -contesto encogiéndome de hombros y empujándolo levemente para que salga. -Si es algo embarazoso, me ocuparé de que no tengas descendencia, y lo haré con mis propias manos -le advierto apuntándolo con un dedo.

Ni bien asiente, cierro la puerta en sus narices. Estoy de malhumor y es mejor que nadie se meta en mi camino cuando estoy así. Esa es la razón por la que voy directo a cambiarme a ropa deportiva. Iré a descargar mi furia con el saco, aunque admito que sería mejor si éste fuera una persona de carne y hueso. Mientras tanto pensaré en una forma de vengarme, y sé que no será nada linda.