Caleb aparca en el estacionamiento de un local que nunca vi y luego me mira.
- ¿Lista?- pregunta sonriente.
- Em... ¿habrá mucha gente? – dudosa miro a los costados pero no veo ningún auto alrededor.
- Eh, no creo que un día como hoy las personas vengan a este lugar. Pero como no somos normales ninguno de los dos... - dice divertido mientras sale y abre mi puerta.
- Bien. Dime donde estamos. – demando cuando estoy fuera del coche y comenzamos a caminar a la entrada.
- Lo veras en dos minutos, apurada- ríe.
Miro el cielo. Está oscuro y con nubes. Pequeñas gotas empiezan a caer mientras abrimos las puertas de vidrio y entramos al lugar. Es un bar!!! ¿A un bar me trae en una cita? Miro extrañada a Caleb y éste me hace señas para que lo espere unos minutos, y se va. Me encojo de hombros y miro alrededor.
Paredes blancas con algunos toques de azul, mesas vacías de gente con manteles blancos y un jarrón de flores para decorar, pisos de madera y muebles igual. Es un estilo cabaña en la nieve donde es muy hogareño y esa mierda.
Caleb vuelve sonriente hacia mí, me toma de la mano y me conduce a una puerta al fondo donde hay una chica con unos zapos de patinaje para hielo. Nos los entrega a cada uno y sin decir nada se va.
- ¿Patinaste alguna vez?- pregunta mientras se coloca los patines.
- Nop, pero siempre quise intentar.- respondo haciendo el mismo acto que él.
- Bien, entonces no me equivoque en traerte aquí.- sonríe con aires de suficiencia.
- Me parece que elegiste un día asqueroso para hacer esto ya que llueve, hace frio y, en vez de preparar chocolate caliente para calentarnos, nos traes a un lugar donde hace mucho más frio. ¿me quieres ver enferma?- espeto divertida. Niega riendo.
- Nop. Iba a posponerlo para mañana, pero como a ti no te gustan las multitudes y éste lugar siempre está repleto, decidí traerte hoy. Hice bien porque no hay nadie.
- Tienes razón.- concuerdo.
Al terminar de colocarnos estas cosas, me paro para ir a la pista pero termino cayéndome al suelo. ¿Quién diría que sería difícil andar con esta porquería? Caleb me ayuda riéndose en mi cara. Le pego en el brazo y frunzo el ceño.
- No es divertido.- espeto enojada.
- Si lo es, pero te ayudaré a no caerte en la pista- me agarra de la cintura y me acerca más a él.
- ¿Esta es una de tus escusas para poder tocarme?- pregunto mirándolo. Al hacerlo no me di cuenta de que nuestras caras quedarían a centímetros una con la otra. Me separo rápidamente causando que casi me caiga, pero Caleb aprieta más su agarre.
- En parte si y en parte no. No me molestaría tenerte pegada a mi todo el día.- sonríe picaron y sube y baja las cejas rápidamente. Me rio por su acto, ya que le salió muy mal, y comenzamos a entrar a la pista.
- Oh dios, cuando salgamos de aquí tendré un millón de moretones.- digo más para mí que para él.
- ¿Cuándo boxeas no terminas con moretones?- pregunta extrañado y mirándome mientras intentamos patinar. Bueno...yo intento patinar ya que no lo hago exactamente bien. Lo hago pésimo.
- Puede que quede con uno o dos, pero son diminutos. Tendrías que ver cómo queda el otro.- me rio recordando todos esos chicos que derroté y que tuvieron que operarse la nariz. Esos eran los mejores días.
ESTÁS LEYENDO
Never to fall down (Sin editar)
ChickLitDos palabras: Nunca caer. Nunca dejar al descubierto las emociones. Siempre lo usarán en tu contra. Nunca creer en nadie, ni siquiera en tu propia familia. Te engañaran a tus espaldas, fingiendo ser alguien que no son. Nunca confiar en nadie, porque...