Capítulo 1

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Holaa! ¡Al fin nos vemos! ¡Te extrañé tanto amigaa!- grité tan pronto la vi entrar por la puerta mientras yo corría a sus brazos para abrasarla. Ella escuchó mis gritos, por lo que tambíen corrió hacía mí con una sonrisa.
-¡Hola _____! ¿Donde has estado? ¿No me llamaste? ¡¿Ahora qué le hiciste a tu celular!?

Noah era mi mejor amiga de hace 3 años, nos conocimos cuándo ella se mudó al lado de mi casa, desde ese tiempo nos volvimos inseparables, luego se cambió a mi escuela, para que pudieramos estar mas tiempo juntas. Pero después ella debió mudarse de nuevo, desafortunadamente a una casa muy lejos de la mía, por lo que solo nos podíamos ver en la escuela. Estos tres años fueron los mejores de mi vida. Ella lograba que la escuela fuera divertida. Pero terminaron las clases y llegaron las vacaciones. Y tristemente perdimos contacto por culpa mía, mi celular se rompió y perdí su numero. Y cuando me compraron uno nuevo no pude conseguirlo. Por lo que no nos vimos en todas las vacaciones.

-Rompì mi celular, de la misma forma de la que se rompen todos. Se me caen de mi bolsillo y la pantalla nunca resiste.
-Dios, debes tener mas cuidado con tu celular.- dijo Noah riendo.
-Si eso creo. ¡Te extrañé tanto! ¡No sabes! ¡Fué una tortura no estar contigo en todas las vacaciones!- grité de repente.
-¡No sabes lo qué fué para mí! Debí estar con mis padres T O D A S las vacaciones sin salir a ningún lado.- dijo ella resaltando el "Todas".
-¡No te quejes tanto! ¡Yo tube que hacer exactamente lo mismo!-
-¡Todo por tu tonto celular debil que se rompe de la nada!- dijo riendo. De repente sonó el timbre, era hora de entrar a clases.
-¿Entramos? - pregunté.
-Claro, pero sientate junto a mí, no quiero estar sola. Me dijeron que este nuevo profesor es muy exijente.-
-No te preocupes, voy a estar contigo.- dije y entramos juntas al salón.

Las clases parecieron interminables, y el profesor, un hombre alto, que debe agacharse para entrar por la puerta, de una edad MUCHO más grande qué la mía. Y era, demasiado exijente, para mañana nos dejó 10 hojas de tarea, ¡hoy en el primer día de clases! La peor parte es que si no lo entregamos, nos desaprueba el año, creo qué él señor exajera. Por suerte terminaron las clases ese día, salí del salon junto con Noah mientras seguíamos hablando de los debiles qué son los celulares y qué tan rapido se rompen.
-Entonces, ¡Pasame tu número Noah! ¡Así hoy cuando llegue a mi casa te llamo y hacemos juntas la tarea por llamada!- dije extendiendo mi mano para anotar su número en ella ya que no tenía tiempo de sacar un papel.
-Okay, aquí lo tienes en un papel, no te lo escribas en la mano, que feo.- dijo ella mientras me daba un papel con su número y sacaba otro para anotar el mío. - Pasame tu número así luego puedo anotarlo.- dijo y yo le dicté mi número mientras ella escribía en el papel. Cuándo terminó, guardó este en su bolsillo, nos saludamos, prometimos llamarnos, y nos dirijimos hacia nuestras casas, en direcciones opuestas, yo hacia la izquierda, ella a la derecha.
Mi casa no quedaba muy lejos de la escuela, unas 5 cuadras, a las qué ya me había acostumbrado. Llegué a mi casa, me llevé unas tostadas a mi cuarto, y me encerré en él. Marqué el número de Noah en mi celular, y la llamé.

-¡Hola Noah! ¿Estas en tu casa?- pregunté esperando que me respondiera.
-¡Hola _____! Si, llegué hace media hora, me diste tiempo a merendar.- dijo riendo.
-¿Hacemos la tarea?-
-Primero debo decirte que perdí el papel con tu número. Creo que se cayó de mí bolsillo cuando caminaba o algo así.-
-Esta bien, no importa, que podría pasar con un papel con mi número.-
-Podría llamarte algún extraño.- dijo mientras se oía su risa detras del celular.
-No digas tonterías, no va a pasar nada. ¿Hacemos la tarea?-
-Esta bien me cayo. Si hagamosla o el profesor nos desaprobará el segundo día de clase.-

Estubimos unas dos horas haciendo la tarea, y mientras, hablando de cualquier tema que se nos ocurriera. Finalmente, debimos cortar llamada porque ella debía irse.
Yo me quedé sola en mi casa, mis padres, como siempre, trabajando, ya estaba acostumbrada a ello, y no me molestaba, ellos se esforzaban por pagar mi educación. Y por mí, eso estaba bien.
Ya se hacía de noche, así que decidí buscar algo de comer. No tenía la más minimas ganas de cocinar porque era terrible en eso, así que ordené pizza y me senté en el sillón a esperar que la traigan. De repente suena mi celular. Supuse que era Noah, pero no era así, era un número que no tenía agendado. Esa persona encontró el papel con mi número y decidió mandarme un mensaje. - ¿¡Que normal?!- grité con sarcasmo, y ví el mensaje.

«Él desconocido» A las 23:13
¡Hola! ¡Creo que perdiste tú número!

Desconocidos..(Zayn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora