¡Oh por Dios, qué clase de sueño era aquel!
Su bolita de pelos había dejado de ser solo un conejito, ahora veía el cuerpo de un chico con la cabeza gacha y sentado en "W". Un par de orejas largas, blancas y peludas salían de entre los rizos negros de su cabellera.
Este miró las palmas y dorsos de sus manos sin tampoco poder creerlo, se había convertido en un humano. Por lo que feliz al darse cuenta levantó su cabeza encontrándose con un Jimin boquiabierto.
El rubio miró con detención su cara, uno de sus ojos era oscuro como la noche mientras que el otro era azul cual mar profundo. Sin duda se perdió en ellos, en como brillaban y lo cautivaban.
Hasta que salió de esa burbuja y se dió cuenta de un pequeño detalle, el chico estaba completamente desnudo.
Ahí fue cuando reaccionó rápidamente para cubrirlo de la audiencia, colocándole su abrigo que logró cubrirle hasta parte de los muslos.
Se comenzaron a escuchar bullicios, la gente hablaba de lo ocurrido con mucho interés, hasta que cuando alguien aplaudió, todos comenzaron a hacerlo, haciendo que Jimin aún agachado mirase en su dirección tratando de sonreírles.
— Minie, hola — probó decir su Kookie llamando la atención del rubio de regreso — ¡Wow, puedo hablar! — sonrió mostrando sus dientes de conejito que asombraron más a quien era su dueño.
— e-esto no puede estar pasando — frotó sus ojos con los puños, pero allí permanecía la viva imagen del humano-conejo que él mismo había provocado.
— ¡qué emoción, ahora podré abrazarte! — Kookie ignoró sus palabras y se abalanzó a los brazos de Jimin, demostrándole que aquello era más que real.
El rubio aún descolocado atinó a apenas acariciar la espalda que solo era cubierta por el abrigo que le había puesto. Pudo sentir como una fría nariz se pegaba a su cuello, permaneciendo ahí durante unos minutos.
Los flashes se hicieron presentes en un santiamén, mientras que el barullo de la gente aún se escuchaba en todo el local.
— okey... — Jimin suspiró, aceptando de a poco que de verdad estaba ocurriendo todo aquello — Creo que es hora de irnos — pronunció en voz suave haciendo que Kookie se separara suyo para mirarlo.
No pudo evitar perderse otra vez en su mirada, pero tan rápido como pudo negó con la cabeza por su comportamiento y se paró, tendiéndole luego una mano al de orejas de conejo.
Con lo que no contaban es con que Kookie perdería el equilibrio enseguida, cayendo encima de Jimin y por ende llevándolo consigo de nuevo al suelo.
— lo siento Minie, no fue mi intención — se disculpó apenado al ver la mueca de dolor en el rostro del rubio.
— n-no te preocupes, ¿tú estás bien? — pese a que Kookie no era el mismo de antes, eso no lo hacía preocuparse menos por él.
— ¿qué carajos pasó aquí? — ambos miraron como ahora el dueño del local se subía al escenario para ayudarlos.
— digamos que me pasé un poquito con la magia... — respondió Jimin, a lo que Taehyung procedió a mirar de pies a cabeza al conejo con cuerpo de humano parado a un lado de su amigo.
— ¡cielos! ¿Eres un brujo o algo así? Porque no hay explicación para lo que estoy viendo — exclamó sorprendido, cosa que era normal dada aquella situación.
— ¡no fue del todo mi culpa! — se defendió Jimin para enseguida tomar el libro que yacía tirado en el suelo del escenario — Este libro está maldito, puedes verlo por ti mismo — se lo lanzó al otro como si quemara, y Taehyung lo recibió dándole una breve ojeada.
— ¿sabes? No creo en estas cosas, pero tú me estás haciendo dudar demasiado — confesó devolviéndole el objeto, temiendo ser hechizado o algo así por aquella cosa.
— aish... Mejor hablemos otro día sobre esto, la gente aún nos está mirando — señaló disimuladamente al público que los miraban expectantes —. Kookie y yo nos vamos.
— está bien, pero yo los arrimaré a tu casa en mi auto, afuera está bastante frío — dijo Taehyung viendo como Jimin asentía para luego ayudar al conejo a bajar del escenario —. Señoras y señores, el espectáculo ha terminado por hoy — habló ante el público, quienes luego volvieron a lo que estaban haciendo en sus lugares, aunque todos mencionando lo que acababa de suceder.
Y alguien dentro de toda esa gente había logrado grabar lo ocurrido, por lo que decidió postearlo en internet, sin pensar en la futura repercusión que eso tendría en pocas horas.
Mientras tanto Jimin, luchaba por ayudar a Kookie a mantener el equilibrio mientras que a la vez cargaba también con sus pertenencias. Era como lidiar con un borracho, no pensó que el conejo no supiera cómo caminar en su nuevo cuerpo, aunque bueno, era obvio que no iba a pensarlo antes.
Hasta que al final lograron llegar al estacionamiento, donde Taehyung los alcanzó en cuestión de segundos, permitiéndoles entrar en la parte trasera enseguida.
Demoraron en llegar gracias al terrible tráfico que los tuvo esperando por un buen rato, además del incómodo ambiente en donde únicamente se escuchaba a Taehyung ser regañado por su pareja en el altavoz del celular y las bocinas de los demás autos fuera.
Jimin podía sentir la profunda mirada de Kookie puesta en él, pero actuaba como si no se diera cuenta, porque por alguna razón no podía mirarle directo a los ojos mucho tiempo sin sentirse nervioso ante eso.
Hasta que por fin se encontraban a punto de entrar a la casa, despidiéndose de Taehyung que debía de volver a su trabajo. Jimin abrió la puerta dejando pasar primero al conejo, y mientras Kookie trataba de avanzar por la casa el rubio torpemente intentaba trancar la puerta una vez ya los dos estuvieron dentro.
— Minie... Tengo hambre — se quejó el pelinegro al sentir su estómago humano rugir.
— te prepararé algo... Pero primero vamos a buscarte algo de mi ropa — dijo al recordar y ver como el chico solo llevaba puesto su abrigo.
Para la suerte de Jimin tenía ropa interior nueva y unas prendas sueltas que a él le quedaban algo grandes, pero que al conejo le quedaron bien, solamente que su pequeño rabo se sentía un poco incómodo.
Luego de eso y como Jimin prometió, le hizo de algo de comer a Kookie con las verduras que allí tenía. Pero tampoco esperó que no supiera como usar los cubiertos, así que suspiró antes de comenzar a alimentarlo como a un niño pequeño.
— hola Jimin, ¿por qué me llamas a estas horas? ¿Sucedió algo?
— hola Namjoon, siento la molestia pero... ¿De casualidad tienes el número de Jin? Verás, él es mi primo y me dijo que ustedes dos eran colegas, así que me preguntaba si tú podrías pasármelo para contactarme con él — explicó mientras veía como el conejo masticaba lo que aún tenía en la boca.
— claro, solo dame unos segundos, estoy por llegar a mi casa.
— bien, gracias Nam.
— no es nada, Jimin ¡Cuídate!
Luego de eso, el rubio colgó y terminó de alimentar a Kookie. Esperaría a tener el número de su primo para poder contactarlo y ver si podía ayudarlo con todo esto.
No era de pedir favores ni mucho menos a Jin, pero no tenía a nadie más en mente, pues no quería molestar a su amigo Taehyung luego de escuchar como discutía con su novia por llamada.
Estúpido libro, todo lo que estaba pasando era por su culpa, pensaba Jimin.
Holiss, bueno ps, al fin logré actualizar de nuevo, aún no he revisado este capítulo pero ya quería ir publicarlo jjsj.
Espero les guste :')
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Abracadabra y... ¡Esto no era así!
FanfictionEn donde Jimin, es un desesperado mago que ronda por la ciudad junto a su conejito, en busca de dinero y reconocimiento. Pero un día y sin querer, los trucos se le van de las manos gracias a un extraño libro, que termina haciendo de su mascota un hu...