Pastel de Fresa || Renga

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Extra: "𝓝𝓸𝓽𝓲𝓬𝓲𝓪𝓼 𝓹𝓸𝓻 𝓭𝓸𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻"

—¿En serio esto está pasando? —preguntó Shadow emocionado.

Reki asintió.

—Oficialmente somos pareja —habló el pelirrojo feliz, rodeando mi cintura con sus brazos.

—Con que al fin tuviste el valor de decirle —dijo Miya hacia mí, sonriendo pequeño.

—En realidad fue él quien me lo pidió —señalé a mi novio.

La cara de todos fue de sorpresa al saber ese pequeño detalle. Hasta donde todos sabían, era yo el que andaba detrás de mi actualmente pareja.

—Pues felicidades —habló Joe—. Les deseo la mejor de las suertes a ambos.

—Te dije, grandulón —interrumpió el pelirosa—. Me debes una cena cinco estrellas.

—¡No puede ser! —se quejó—. Seguro le preguntaste a Carla sobre las estadísticas, cerebrito estafador.

—A ver cuándo se confiesan ustedes también —agregó el de la sudadera verde con una sonrisa traviesa.

Los dos que momentos antes estaban peleando, de la nada se quedaron callados, volteando en direcciones contrarias para no verse. Pero el sonrojo en sus mejillas lo decía todo.

Miya, Shadow, Reki y yo nos echamos a reír por su comportamiento. Después de todo no se es lo suficientemente grande para hacer ese tipo de cosas.

Tomé la mano de mi novio acariciando el dorso de la misma. Este entrelazó nuestros dedos, sosteniendo mi mano con fuerza. Amaba esa seguridad que me transmitía, él y sólo él.

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—¿En verdad? —preguntó la mujer.

—Sí —respondí tímido.

—¡Ay, Langa! ¡Qué felicidad! —me abrazó.

Le acababa de decir a mi madre sobre mi nueva relación. Pensé que sería más complicado, pero en cuanto le dije de quién se trataba, ella sólo formó una enorme sonrisa. Sin embargo, su rostro no estaba tan sorprendido como lo esperaba, casi como si tuviera idea de lo quería decir.

—Invita a Reki a venir la próxima vez —dijo al separarse.

—Pero ya lo conoces —respondí con el ceño fruncido.

—Sí, pero no como el novio de mi hijo —sonrió de nuevo.

No pude evitar sonrojarme. En verdad mi madre era una gran mujer.

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—¡Vivan los novios! —gritó la hermana de en medio de Reki.

—¡Que suerte tienes Reki! —agregó su mamá—. Tener a este joven tan educado y apuesto contigo. Espero que no le des muchos problemas, ¿entendido?

—¡Mamá! —se quejó mi novio.

—No se preocupe señora —hablé feliz—. No hay forma de que deje a su hijo. Él es lo más increíble que me ha pasado en la vida —voltee a verlo.

—Awww —dijeron sus hermanas al unísono, haciendo que me sonrojara.

No habían pasado ni dos segundos desde que le dimos la noticia a su familia, cuando todas gritaban de alegría y nos daban sus mejores deseos. La persona a mi lado no paraba de gritar y sonrojarse por todo lo que oía. En cambio yo, era tan feliz de saber que mi novio tenía una familia cálida y alegre. De algún lado tuvo que sacar esa vitalidad que tanto me enamora.

—Si Langa es novio de nuestro hermano —hablaron sus hermanas menores—. ¿Vendrás más seguido a jugar con nosotras?

—Claro que s-

—¡Ni lo piensen! —interrumpió él pelirrojo al instante—. Langa viene aquí a verme a mí, así que no se los voy a prestar.

—¡Pero onii-chan! —se quejaron.

Tanto la madre de mi novio como yo nos reímos por la pelea de hermanos que estaban montando.

Amaba a Reki como a nada en el mundo. Y estaba seguro de que ahora en adelante, seríamos felices.

Juntos.