Una flor para el alma

Capítulo 7: Preparativos

                           Preparativos

"Entonces, ¿qué hacemos primero?" Harry cuestionó, habiendo pasado la noche en la habitación escondida.

Había regresado a la Torre de Ravenclaw solo para recuperar sus pertenencias y se había despedido inmediatamente después. Si tenía que competir en el torneo, lo haría como mejor le pareciera, y tratar con sus compañeros de casa no era algo para lo que tuviera tiempo. El torneo necesitaba un enfoque absoluto y no tenía ninguna intención de que nada se interpusiera en su camino para ganar.

" A la cámara. Necesitarás la mejor protección disponible y encontrarás lo que necesitas allí".

Harry asintió mientras se preparaba para el día, salió de la habitación y se dirigió hacia la entrada del segundo piso. Era temprano y, aunque se había puesto la capa, resultó innecesario. El castillo estaba desprovisto de cualquier deambular por sus pasillos.

" Abre," siseó mientras llegaba al fregadero.

Dio paso a la entrada que ocultaba, y Harry no perdió el tiempo en sumergirse en el abismo mientras se lanzaba un hechizo amortiguador sobre sí mismo. No estaría bien romperse un hueso por negligencia. Llegó al fondo del tobogán con un suave golpe y limpió la pequeña cantidad de suciedad que se había acumulado en su túnica.

Siguiendo adelante, fue detenido por la voz de Tom a poca distancia del túnel contiguo.

" La piel, Harry. Eso es lo que necesitamos. Quizás haya una muestra más fresca disponible."

Harry continuó y finalmente llegó a la puerta adornada con cerraduras que se asemejaban a varias serpientes.

" Ábrete" , siseó una vez más y se encontró dentro de la Cámara de los Secretos por segunda vez.

La habitación estaba como la habían dejado. El suelo estaba lleno de escombros del conflicto que había tenido lugar y la pared tallada que albergaba a Serana todavía tenía marcas de quemaduras y trozos de piedra perdida.

" Se puede arreglar, pero no hoy".

Harry estuvo de acuerdo con el sentimiento. La cámara debería al menos conservarse. De poco le servía a menos que descubrieran la otra habitación. Aquí, estaba húmedo, frío y albergaba a una criatura bastante peligrosa. No es el mejor lugar para escapar.

" La piel, Harry," le recordó Tom. Pregúntale a Serana.

Harry tragó saliva nerviosamente mientras se acercaba a la abertura y se aclaró la garganta. Aunque ella había sido bastante acogedora con él anteriormente, no podía estar seguro de la recepción que recibiría.

" ¿Serana?" él llamó.

Se escuchó un roce de escamas duras contra la piedra cuando la gran serpiente aparentemente se apresuró hacia él silbando incoherentemente.

" Tom," siseó emocionada. "Regresaste. Sabía que lo harías. Te extrañé".

" Te extrañé", respondió Harry con una sonrisa, recordando lo infantil que era. "¿Cómo estás? ¿Tienes hambre? ¿Estás cómodo?"