Capítulo 28: Ambiciones desmoronadas

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         Ambiciones desmoronadas

"¿Hizo qué?" Fleur susurró furiosamente.

"Estoy bien", le aseguró Harry. "Ambos lo estamos, pero estuvo cerca. Afortunadamente, logré desarmarlo antes de que se produjera algún daño permanente".

"¿Lo derrotaste?"

Harry asintió mientras soltaba un profundo suspiro y se sentaba en una roca junto al lago.

"Es viejo, Fleur. Lo mejoré solo porque era más rápido y podía sobrevivir a él, nada más. Le hablé de Tom, y hemos llegado a un acuerdo."

Sus ojos se abrieron con sorpresa. Ese no era un desarrollo que ella esperaba.

"Entonces, ¿te ayudará?"

"Siempre quiso; simplemente no conocía todos los hechos. Solo puede hacer las cosas más fáciles si coexistimos".

Ella asintió con la cabeza, aunque no estaba contenta con la forma en que había actuado el director.

"¿Confías en él, Arry?"

Sacudió la cabeza.

"Confío en que quiera acabar con Voldemort, pero no, nunca confiaré en él. Me puso en peligro cuando era un niño y no puedo olvidar eso".

"No, no puedes", estuvo de acuerdo. "¿Qué harás ahora?"

"Continuaré como lo he hecho, con suerte, con ayuda cuando sea necesario".

Apretó el puño, sintiendo la segunda pistolera que llevaba presionada contra su muñeca; una carga que no había pedido y que no estaba seguro de recibir.

Había escuchado la historia de Dumbledore, había aprendido la historia de la varita que había llegado a su posesión. Aunque no estaba convencido por la historia de los tres hermanos, no podía negar que había algo espectacular en esta varita. Tanto si procedía de la propia Muerte como si no, era un artefacto increíblemente poderoso, incluso si no era tan infalible como contaba la historia.

No era imbatible, los dos magos que lo manejaban ante él daban fe de esa misma noción, pero era excepcional y quizás podría ser una gran ayuda para sus propios esfuerzos.

Había experimentado con él brevemente esta mañana y aparentemente lo había aceptado como su nuevo maestro. Los resultados de su trabajo habían sido más de los que esperaba. Sin él, Voldemort sería más poderoso que él, pero con él, esa brecha se cerraría considerablemente.

No se lo había mencionado a Fleur. No es que él creyera que ella sería incapaz de guardar su existencia para sí misma, simplemente se sentía mal traicionar la confianza de Dumbledore tan pronto después de que se la había dado. Si alguien supiera que estaba en su poder, se convertiría en un objetivo de algo más que el Señor Oscuro que ya deseaba su muerte.

Por ahora, se lo guardaría para sí mismo y se lo revelaría cuando fuera el momento adecuado. No sabía cuándo sería eso, pero no era un problema urgente, solo algo más con lo que necesitaba llegar a un acuerdo.

Fleur asintió con la cabeza.

"¿Qué estás enseñando hoy?"

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