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⇆ ◁ || ▷ ↺ : 𝚌𝚛𝚢 𝚘𝚞𝚝 - 𝚕𝚘𝚒𝚌 𝚗𝚘𝚝𝚝𝚎𝚝.
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— ✧ LONDRES, INGLATERRA. FEBRERO, 1974. ✧ —
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—... y eso fue lo que pasó.— finalizó paul.
la brisa mañanera agitó ligera y gentil los cabellos dorados de roger, quien parpadeo varias veces, intentando salir del trance en el que sentía su cerebro y hacer a este entender todo lo que acababa de oír.
bebió de su vaso de café y soltó una risa dulce. —ya veo porque a freddie y a las chicas les gusta tanto el chisme.—
mccartney despegó sus ojos del horizonte y lo miró incrédulo. —¿acabo de contarte casi toda mi vida y lo único que me dices es que lo disfrutaste igual que una vieja chismosa?—
taylor comenzó a reír nuevamente. —no, no... bueno, sí.—
paul no pudo evitar carcajear también y negar con la cabeza antes de beber de su café también.
el rubio llevó su vista al frente y suspiró despacio, contemplando la ciudad en miniatura entre el cielo lleno de nubes mientras balanceaba sus pies y pensaba como aconsejar a su amigo o al menos que decirle después de oír tantas confesiones.
estaban sentados en el barandal del mismo puente que había visitado con faith, compartiendo un café que habían comprado después de haber recorrido sin éxito la mayor parte de londres en busca de un trabajo para paul.
roger volvió a suspirar, llenando sus pulmones de aire antes de responder con profundidad un par de palabras que removieron el alma de mccartney.
—tenemos mucho tiempo para ser adultos y muy poco para ser felices... pero al lado de las personas correctas, el tiempo deja de existir.—
el mayor no pudo evitar girar su rostro para verlo con asombro y tragar duro, como si así pudiera ignorar las tremendas ganas de llorar que lo habían invadido tan repentinamente.
—así que... aférrate a quienes te detengan las horas y los años, pero te aceleren el corazón.— concluyó el rubio.
en los labios de paul se dibujó una pequeña sonrisa. si era honesto consigo mismo, jamás entendería como era que él y faith eran tan buenos con las palabras, pero sincerarse con roger, había sido verdaderamente terapéutico.
—gracias.— musitó bajito, intentando ocultar su voz temblorosa. bajó la cabeza y balanceó sus pies, mirando el agua caudalosa bajo ellos y sintiendo un peso menos sobre sus hombros.
