𝗳𝗶𝗳𝘁𝘆 𝗼𝗻𝗲.

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→   CAPÍTULO CINCUENTA Y UNO.

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LONDRES, INGLATERRA.
ABRIL, 1974. ✧ —

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siendo de madrugada, la banda y compañía se puso en pie tras unas cuantas horas de sueño acurrucados como orugas. los músicos querían instalarse en ridge farm antes del amanecer para poder comenzar a dedicarse de inmediato a la producción del álbum y no desperdiciar ni un solo día, pero para ello debían emprender su viaje tempranamente, incluso si aún estaba oscuro.

los bostezos y rostros somnolientos estuvieron como fieles testigos del esfuerzo que todos ellos estaban haciendo. queen no solo triunfaba porque fueran buenos haciendo música, sino también porque tenían una familia que los respaldaban y apoyaban incondicionalmente.

el cuarteto y su maestro tomaron sus pertenencias y se dirigieron escaleras arribas del sótano, siendo seguidos por las muchachas, paul y un canino envueltos en mantas.

al llegar al jardín, rodearon la casa para dirigirse al carro de mccartney estacionado en la calle. se detuvieron frente al vehículo y el pelinegro sacó las llaves de su abrigo para entregárselas a taylor pues en vista de que este había perdido su auto, su buen amigo puso el suyo a disposición de la banda.

—gracias, paul.— susurró roger. —lo cuidaré bien.—

—lo sé. eres un maniático con los autos.— respondió el mayor de forma despreocupada pues confiaba plenamente que su coche estaría en buenas manos.

el rubio rio, negando con su cabeza y giró sobre sus talones para abrir la maletera y poner el equipaje de sus acompañantes, algunas otras cosas de importancia y solo los instrumentos de brian y john, pues no llevaría su batería por obvias razones de espacio y porque podría utilizar las del estudio de grabación.

una vez que todo estuvo listo y acomodado, los viajeros observaron a quienes se quedarían con algo de tristeza. estaban acostumbrados a permanecer juntos así que la distancia los apenaba bastante. sin embargo, los consolaba saber que era por conseguir aquello que siempre habían deseado.

el primero en despedirse fue freddie, que envolvió a sus niñas en un apretado abrazo mientras besaba sus cabezas y repetía una y otra vez lo mucho que iba a extrañarlas.

mientras tanto, brian y john le dijeron adiós a paul, quien les deseó éxito entre algunas bromas sugerentes.

cuando mercury soltó a las chicas, estas comenzaron a despedirse de los otros a la vez que roger se acercaba a faith con una sonrisa que tenía algunos destellos de tristeza.

la deacon tuvo la intención de dejar a paulie en el suelo para sacarse el abrigo, pero el rubio la detuvo de inmediato, haciéndola mantener al cachorro entre sus brazos sin desprenderse de la cálida tela.

𝐂𝐎𝐋𝐎𝐑𝐒  ✿︎  roger taylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora