Este capítulo estará situado unos 2 meses antes de que los Salvatores llegaran a Mystic Falls y Rose se enterara de lo sobrenatural.
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Rose era la chica más alegre que jamás encontrarías en tu vida, pero la muerte de sus padres la tomó por sorpresa y esa alegría se desvaneció. Una de las formas en que intentó superar su duelo fue mudarse a Nueva York, ya que no podía soportar estar cerca de Elena sin culparla por la tragedia.
Se alojó en el departamento que sus padres le habían comprado para cuando se graduara; quería estudiar en la NYU y sus padres, que la amaban tanto, la complacieron en ese deseo.
Rose estaba lista para la noche con un vestido ceñido al cuerpo, un maquillaje ligero y sus labios pintados con un tentador tono de vino tinto. Decidió colocarse una peluca negra para pasar desapercibida y evitar que los encuentros casuales de una noche la reconocieran.
Entró en un club abarrotado, donde las luces de neón iluminaban el espacio y la música de Demi Lovato llenaba el aire. Se mezcló con la multitud, moviendo sus caderas al ritmo de la canción, sintiendo una especie de liberación al bailar. Los tragos llegaban uno tras otro, y Rose se sentía más animada que nunca mientras el alcohol hacía efecto en su cuerpo.
Apoyada en la barra, vio cómo un camarero le dejaba un trago que no había pedido, indicándole a un hombre al otro lado del lugar, quien le guiñó un ojo.
Con una ceja arqueada, Rose observó al hombre mientras tomaba un sorbo de su bebida, disfrutando del sabor del alcohol. El hombre se acercó a ella con una sonrisa seductora.
━━¿Por qué una dama tan hermosa como tú está sola en este lugar? ━━preguntó él.
Rose respondió con una sonrisa coqueta y se acercó a su oído para susurrar provocativamente: ━━Porque... nadie es capaz de soportar mi fuego. Todos tienen miedo de quemarse.
Se separó un poco, conectando sus ojos verdes con los del desconocido. La tensión entre ellos era palpable, y ambos tenían una mirada hambrienta.
Finalmente, Rose se inclinó y sus labios rozaron la oreja del hombre desconocido. ━━¿Quieres salir de aquí?
El corazón de aquel hombre se acelero se aceleró mientras asentía y salieron de la barra, de la mano.
