"Mi Mejor Jugada"; Eric García

~13~

Sentía que el dolor de los pies me estaba matando, así que cuando me quité los tacones no pude evitar respirar aliviada.
Me deshice rápidamente del vestido y me puse encima mi conjunto del pijama.
Intento hacer el mínimo ruido posible yendo hacia el baño. No quería despertar a mis abuelos que tienen su habitación Justo al lado del cuarto de baño.
Sacudo mi pelo y me lo recojo en una coleta mal hecha para desmaquillarme mejor.
Cuando por fin acabo, apago la Luz y me dirijo a mi habitación.

Aparto todos los cojines y me meto dentro de mis sábanas, ¿Qué acaba de pasar esta noche?
Quizás yo tenía el presentimiento de que algo iba a ocurrir, pero más bien eran mis ganas las que querían que algo sucediese. Y mirad ahora, estoy sin poder creérmelo.

Parpadeo seguidas veces, ¿de verdad había ocurrido? Por mucho que no me lo creyese, sí, había pasado y ahora ha hecho que no pueda dormir a pesar de que sea muy tarde.

Muerdo mi labio inferior intentando reprimir una sonrisa, algo imposible ya que acabo sonriendo ampliamente como una tonta.
Tenía una mezcla de emociones ahora mismo... felicidad, nervios, ilusión, pero sobre todo, incertidumbre; ¿qué pasaría ahora?
¿Y si el beso ha sido simplemente eso, un solo beso? Está claro que no somos nada, ¿pero lo seremos?
De sobra que esto lo llevaba esperando mucho, pero no tengo ni idea de qué habrá significado para él este beso.

Estas y muchas más preguntas sacudían mi mente.

Aún no esperándolo acabo quedándome profundamente dormida y termino despertándome bastante tarde.
Aunque mi abuela se ofrece me niego completamente a que me prepare algo para comer. Así que cojo un bowl y me sirvo unos cereales. Era lo único que me entraba en el cuerpo ahora mismo.

Me pongo cómoda en el sofá a comer mientras miro concentrada el móvil. De repente veo una notificación de Alex. Así que no tardo en abrir su mensaje. Un mensaje de voz, "espero que hayas dormido bien fea- habla risueño con la voz ronca por haberse despertado- mis amigos cogen el avión hoy a las ocho y vamos antes a dar una vuelta por la ciudad, ¿quieres venirte?

"Qué buen despertar tienes" - me río para mi misma escribiendo el mensaje.

"Dándote los buenos días" me responde al instante y yo tengo que reprimir una sonrisa por culpa de su vacileo. Que sinceramente me estaba matando poco a poco y me estaba volviendo loca.

"Como no has contestado a mi pregunta, me lo tomaré como un sí. Sobre las seis estaremos en el centro, llámame cuando llegues. Nos vemos luego fea" mientras escucho su voz a través de la pantalla puedo jurar que me imagino su sonrisa tonta.

Vale, todo estaba yendo demasiado deprisa. Parece que fue anteayer cuando entre a mi habitación por primera vez y dejé las maletas para tirarme a mi cama cansada después de las horas de vuelo y muerta de miedo por mudarme a Inglaterra. Y parece que ayer fue cuando conocí, por culpa de la suerte o el destino más bien, a Alex en un partido de fútbol.

Ya demasiado tarde como para decirle que no iba, ¿como sería el momento de vernos los dos frente a frente después de lo de ayer?

Me levanté con prisa del sofá y dejé el cuenco en el fregadero.
Ya en mi cuarto abrí el armario para coger un conjunto sencillo y bonito a la vez. No me complicaría mucho la vida, más de lo que ya me la complico, y opté por unos pitillos con un jersey abrigado y unas zapatillas.
Decidí que la mejor opción sería darle una ducha y espabilarme un poco.

-¡Abuela me voy!- abro la puerta del apartamento- me voy a dar una vuelta, vuelvo en un rato, ¿vale?

- ¡Claro no te preocupes! Pásatelo bien- sonrío escuchándola.