Conduzco relajado hacia la casa de Victoria. No me lo pensé dos segundos cuando me mandó el mensaje, "si quieres puedes pasarte, mis abuelos no están así que estoy sola"
Después de lo del partido en el Etihad me pasé toda la noche pensando en ello. Dandole vueltas a lo mismo, ¿qué tipo de relación tenían esos dos?
Y a la vez me sentía muy mal por mi actitud con ella. Vaya un mierdas que eres Eric, me estuve diciendo esa noche. No había estado siendo un buen amigo estos últimos días.
Ver cómo se alegró por mi cuando me convocaron o las ganas que tenía de hablar conmigo después del partido... Porque ella sabe perfectamente lo importante que era para mí.
En cambio, yo hice oído sordos ante sus palabras. ¿Por qué? Es verdad que yo no conocía directamente a Alex, pero ese no pintaba bien y hablar de él me hervía la sangre, ¿cómo podía hablar mil maravillas de ese tío?
Pues porque estaba ilusionada y le hacía aún más ilusión contártelo.
Solo quería llegar a su casa para hablar con ella. Había caído en la cuenta que nunca le llegué a preguntar cómo estaban las cosas con él. O aún peor, como estaba ella.
Le preguntaría sobre cómo era su relación con el delantero del equipo rival pero lo que no haría es dar mi opinión al respecto. No tenía que entrometerme en esos temas que no me incumben, y a saber cómo reaccionaría ella.
"Oye Vic, ¿te sigue molando el Alex ese? Sí el que conociste cuando viniste a verme jugar, el que solo hablan de él por sus goles y lo gilipollas que es"
Obviamente no.
Me deshago de todos mis pensamientos ya que llego a su barrio y fijo mi atención en aparcar el coche. No tardo más de dos minutos en encontrar un sitio libre en la calle consigo a la suya y salir del vehiculo. Cuando me abre la puerta de la calle entro rápido y le doy al botón del ascensor.
-¡Eric!- nada más abrirme la puerta y verme se lanza a abrazarme rodeándome por el cuello. Instantáneamente sonrío. Dios, no la merezco.
- Hola Vic- la saludo sonriéndole y picándole como siempre despeinandola. Odia que lo haga, pero es que a mí me encanta que se enfade.
Me invita a pasar y cuando llego al salón no tardo en tirarme al sofá a ponerme cómodo. El entrenamiento de esta mañana había sido muy intenso. Vic cierra la puerta y se sienta a mi lado abrazándose a mi sudadera.
- Quiero que me hables de lo del otro día- dejo de acariciar su espalda y le miro frunciendo el ceño- el partido con el primer equipo Eric. Que estas empanado y no estás en lo que estás- ríe.
- ¿¡Que más quieres que te cuente!?- la miro risueño- si ya te conté todo.
-¡Pero no es lo mismo!- exclama- en persona es diferente. Quiero verte como se te iluminan los ojos contándomelo.
Después de meditarlo unos segundos comienzo - fue increíble. Los jugadores, la charla del entrenador, la afición... en general la experiencia- me escucha atenta dejándose hacer por mis caricias. - ha sido de lo mejor que me ha pasado como futbolista. Ojalá me vuelvan a convocar.
- Me alegro- me mira por un segundo sonriendo de una forma sincera.
- Pero bueno, vamos a dejar eso a un lado- cambio rápido de tema- cuéntame tú que tal, ¿qué estabas haciendo antes de que llegase?
- Pintarme las uñas y elegir el vestido, ¡¿te puedes creer que todavía no lo he decidido!?- sube el tono de voz- ¡la fiesta es esta noche y todavía no sé qué ponerme!
Me quedo por un segundo estático, ¿cómo podía haber podido pensar que había dejado de hablarse con el imbecil ese? Al menos ya sabía lo que quería, pero no concretamente quería que me dijese eso.
- ¿El cumpleaños de Alex?- preguntó desinteresado aunque en verdad me moría por saberlo.
Asiente rápido y se levanta del sofá- me tienes que ayudar Eric- tira de mi brazo hasta levantarme y llevarme hasta su cuarto. Saca tres vestidos del armario y los coloca cuidadosamente sobre la cama. - Elige uno.
- Vic yo de estas cosas no tengo ni idea
- ¿Cuál de todos te gusta más?- me interrumpe- ¿cuál crees que me quedaría mejor?
- Pues si no te los veo puestos no podré elegir, ¿sabes?- contesto riendo.
Rápidamente coge todos los vestidos y se pierde por el pasillo para ir a cambiarse al baño.
No tarda cinco minutos y oigo el pestillo de la puerta del baño.
- ¡Ya estoy!- me levanto de la cama para verle. El vestido era corto, un palmo por encima de su rodilla. De manga larga y ceñido a su cuerpo lleno de lentejuelas plateadas- este me gusta, pero no sé si me convence, ¿que opinas? ¿Demasiado arreglado?
- A mi me parece que te queda bien, pruébate los otros dos si no Vic.
El Segundo conjunto era totalmente diferente. Un vestido largo hasta sus tobillos y completamente negro.
Si es que daba igual, con todos estaba guapa.
Le digo lo mismo con el anterior y se marcha al baño a cambiarse al último vestido de todos.
-¡Eric!- oigo como me llama desde el baño de al final del pasillo- ¿puedes venir un segundo a ayudarme?
Le contesto con un "Ya voy" y salgo de su habitación. Abro con cuidado la puerta y me asomo -¿puedo pasar?- ella asiente me da la espalda sujetándose el vestido por delante.
-¿Me puedes subir la cremallera? Es que creo que está atascada- solo le respondo afirmando y cojo su pelo para echarlo a un lado y subir más fácilmente la cremallera.
Se vuelve a soltar el pelo y se mira fijamente en el espejo, -¿este que tal?
- Este muchísimo mejor- admito
- ¿De verdad?- sonríe contenta
- De verdad- asiento mirándole está vez a ella en el espejo delante mía.
Sin duda era el que mejor le quedaba de todos. De un azul muy veraniego que dejaba su espalda al aire. Además que no era tan largo como el segundo
- ¿Pero lo dices en serio Eric?- se muerde el labio inferior dubitativa
- De verdad de la buena- me río atrayendo su espalda hacia mí y rodeándola con mis brazos.- y si no te fías del todo te lo digo otra vez. Vas a impresionar a Alex porque vas a ir guapísima con ese vestido- sonríe desviando a un lado su cabeza para que no la pudiese ver. Estaba muerta de la vergüenza.
Volvemos a su cuarto y nos quedamos hablando de temas triviales, yo por mi parte la miraba tumbado en en su cama y ella enfrente sentada en su escritorio maquillándose concentrada.
Cuando pasó un rato más decido irme ya. Iba a venir su amiga para terminar de arreglarse juntas y no quería molestar.
- Ya me voy Vic- me levanto de la colcha y coloco bien los cojines- pásatelo bien otro día nos vemos- me agacho hasta su altura y deposito un beso en su mejilla. Simplemente me contesta con "¡adiós Eric! Otro día nos vemos" mirándose concentrada mientras se peinaba.
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"Mi Mejor Jugada"; Eric García
FanficSomos las ganas de vernos, las consecuencias de echarnos de menos