Jungkook bajó peldaño tras peldaño, sintiendo un remolino de emociones acechando su pecho y también los nervios cosquilleando en su estómago. Encontrar su billetera no había sido difícil; sin embargo, se demoró al detenerse a pensar qué exactamente debía decirle a Jimin. La idea de pedirle para conversar había estado rondando todo el día en su cabeza, exactamente desde el momento en el que pudo tocar su mano y esa sensación cálida y electrizante recorrió cada fibra de su piel tras el roce.
Y ahora, tras habérselo encontrado en la fiesta, cayó en cuenta en que extrañaba a Jimin más de lo que podía aceptar y sabía que no podía esperar más para poder aclarar las cosas y pedirle disculpas.
Incluso si tenía que hacer mil cosas y esperar mil años para que Park lo perdonará, lo haría.
Salió al patio, sintiendo el aire chocar de inmediato contra su rostro; era agradable sentir un poco de brisa fresca luego de cruzar todo el salón de la casa, en la cual el calor se había concentrado. Su mirada se dirigió hacia la mesa, sin embargo, su ceño no tardó en fruncirse confundido cuando no halló rastro del chico, ni ahí ni en ningún lado.
—¡Jungkook!
Se detuvo a girar ante la voz conocida que lo había llamado. Algo dentro de él se alarmó cuando se encontró a Chungha corriendo en su dirección, siendo seguida por Hoseok. Los ojos de la chica se encontraban abiertos de par en par por la preocupación que expresaban y con su mano señalaba a cierto lugar. Rápidamente siguió la dirección en la que apuntaba y cuando su mirada cayó sobre lo que sucedía, sintió su corazón caer a sus pies.
Era Jimin, en la piscina, con el terror bañando sus bonitos orbes acaramelados, intentando con desesperación poder salir a flote, pero fallando inevitablemente por el miedo que lo consumía.
Jungkook no lo pensó dos veces y corrió hacia la piscina, lanzándose hacia el agua sin importarle su ropa ni las pertenencias que traía en sus bolsillos. Nadó con avidez y no se detuvo hasta tomar al menor por la cintura, atrayéndolo hacia él y abrazándolo con fuerza. Jimin se aferró como pudo al cuello del chico de tatuajes, teniendo por fin algo en lo que sostenerse.
—Jimin, ¿estás bien? —preguntó Jungkook con preocupación. Una de sus manos tomó el rostro del chico, el cual no dejaba de toser tras haber tragado agua—. Jimin, respóndeme, por favor.
Park abrió apenas sus pequeños ojos, dejando ver lo irritados y cristalizados que se encontraban. Se sentía aturdido y el miedo aún oprimía su pecho, formando un nudo en su garganta.
Verlo de esa manera quebró algo en el interior de Jungkook.
Casi no llega.
Casi no alcanza a salvarlo.
Casi, como a él.
—¡¿Qué fue lo qué pasó?! —exclamó Jungkook furioso mirando a todo el mundo. El que nadie respondiera hirvió su sangre aún más—. ¡He preguntado qué mierda pasó!
—No sabemos qué pasó, Kookie —respondió Mina, con una falsa tristeza falsa acompañando su voz—. Todos estábamos en lo nuestro y de un momento a otro Jimin estaba en la piscina...
Jimin apretó sus labios y sus manos se apretaron con fuerza, haciéndose puños. Un desagradable sentimiento hundió su corazón con pesadez. El cinismo de la chica y su falsedad era tanta, que le daba ganas de vomitar.
—Kook, por favor... —murmuró débilmente contra el oído del pelinegro y pudo sentir como este afianzaba el agarre en su cintura de forma protectora—. Q-Quiero irme, sácame de a-
—No seas mentirosa, Mina —habló de repente Doyeon captando la atención de todos, incluso de la propia mencionada y la de Jimin. Su frívola mirada se posó sobre la chica que muchas veces llamó mejor amiga—. Tú lo empujaste, yo te vi.
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SKY ⟢ kookmin au
FanfictionJimin se entera que su novio le es infiel y no duda en gritarle que se acostará con la primera persona que vea. No estaba en sus planes que esa persona fuera el problemático chico de su escuela, Jungkook. Menos, que este lo besara tras escucharlo t...