The Tribrid -Isaac Lahey

011.

Cassie

A la mañana siguiente, me levanté y salí de casa con Lydia. Hoy era el "cumpleaños" de Lyds, su cumpleaños real es este sábado, pero sus padres siempre celebran con ella unos días antes.

Llevaba jeans azul acampanados de lavado claro y una blusa blanca con hombros descubiertos con pequeños aros plateados, mi chaqueta de mezclilla corta y mis zapatos de plataforma en blanco y negro, atando mi cabello en dos trenzas francesas desordenadas, dejando algunas piezas para enmarcar mi cara. Hoy no tenía más maquillaje que el rímel, lo que me hizo sentir un poco insegura, pero no estaba de humor para usar nada más.

Revisé mi teléfono por lo que parece ser la centésima vez en un mensaje de texto o una llamada de Isaac, pero no vi ninguno, así que agarré a Lydia y bajamos las escaleras para tomar un desayuno de celebración con los Martin. Lydia abrió algunas joyas de sus padres, agradeciéndoles con besos en la mejilla mientras corría a guardar sus cosas. Le compré una tarjeta de regalo para los cines y algunas de nuestras películas favoritas para casa también como un pequeño regalo por ahora. Me dio las gracias, me abrazó, me tomó de la mano y me llevó al coche.

Revisé mi teléfono nuevamente para ver que no había notificaciones nuevas, solté un suspiro de frustración y volví a configurar el dispositivo.

"Oye, estoy seguro de que todo está bien con él." Lydia me tranquilizó toda la mañana después de que le dije que él no respondía. Solo estoy preocupado, con lo que pasó ayer con Jackson y la luna llena esta noche, quiero estar ahí para él.

Lydia me acercó para abrazarme una vez que salimos de la camioneta. Me miró de arriba abajo y me sonrió, besando mi mejilla.

"Y si te lastima de cualquier forma, mis garras tendrán su tiempo para brillar." Dijo, mostrando sus nuevas uñas acrílicas rosadas. Las hicimos el otro día antes del club, ella se puso rosa y las mías eran rojo vino.

Le sonreí, besé su mejilla y le agradecí antes de entrar para ir a mi casillero. Una vez que entré, mi rostro cayó cuando vi que Isaac no estaba allí.

Dejé escapar una bocanada de aire, agarrando los libros que necesitaba para la clase. Mis ojos escanearon nuestros asientos en busca de mi chico de pelo rizado, pero todavía no estaba allí. Suspirando, me senté junto a Scott y Stiles, colocando mi cabeza en mi mano.

Stiles se inclinó para preguntarme si estaba bien y solo le di un brusco asentir. Por el rabillo del ojo me di cuenta de la mirada que los dos chicos compartieron.

Después de clase, Stiles y Scott me llevaban a la cafetería. Gemí que no estaba de humor para estar sentada alrededor de un grupo de adolescentes hormonales. Nos sentamos a nuestra mesa. Allison todavía no ha venido a la escuela, ella y su padre estaban tomando un largo y necesario descanso juntos después de la pérdida de su madre.

Nos sentamos y hablamos un rato, hablando de la fiesta de Lydia. Como si acabara de leer mi mente, mi teléfono vibró y miré el texto de nada menos que Lydia y me preguntó si estaba lista para ir de compras con ella y Allison para la fiesta de esta noche.

Respondí rápidamente con un sí y un beso en la cara, agarrando mis cosas, despidiéndome de Scott y Stiles mientras me dirigía al estacionamiento.

En el instante en que vi a Allison, corrí y la abracé con fuerza en mis brazos. Ella se rió suavemente y me devolvió el abrazo, besando mi mejilla y asegurándome que estaba mejor y que estaba bien. Con eso, las tres hicimos compras durante unas horas, escogimos dos vestidos para cada una y nos dirigimos de regreso a la casa.

Lydia eligió un vestido largo hasta el suelo de color rosa suave que tenía capas de suaves volantes que caían por la falda. También eligió un vestido corto de flores que era un poco más ajustado y era rojo y blanco.