IV

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Poliéster

¿Que si Minho buscó a Jisung después de esa discusión? Por Dios que si, estuvo buscándolo hasta que el timbre sonó y lo obligaron a entrar a su salón, estaba asustado y temeroso de perder los besitos de Han, su adorable despertar, sus cariñosas comidas, su fina y perfecta cintura, esas perfectas proporciones que tenía su cuerpo, no había pasado ni una hora y ya extrañaba esos hermosos ojos donde podía ver la vía láctea y hasta el universo entero.

—Te extraño...

A mitad de su clase solo pensaba en Jisung, pero era tan estúpido como para darse cuenta que lo que sentía era muy diferente a la amistad.

Ni bien sonó la campana del receso salió disparado a buscar a su menor, pero Mina se lo impidió apareciéndose en su enfrente.

—¡Honnie!

Hablo la chica.

—Mina...

No podía alejarla aunque en ese momento en verdad quisiera hacerlo.

—¿No tienes frío? hoy solo vine con esta remera

—Toma, me lo devuelves después

Rápidamente se sacó su sweater quedando en una remera negra.

—Tengo que ir a la oficina de maestros, póntela y no te resfríes

Salió corriendo de ahí al salón de quinto grado para ver si Jisung seguía ahí.

Pero la verdad es que Jisung vio esa situación desde algo lejos, el como Minho le daba su sweater a Mina, ese mismo que le prestaba frecuente y únicamente a él.

Es sólo un sweater... es sólo poliéster.

—Sólo es un pedazo de tela

Susurró para si mismo, apretando entre sus manos su propia sudadera intentando con todas sus fuerzas que sus ojos no lloraran.

Salió de ahí corriendo antes que Minho empezara a buscarlo por toda la escuela.

. . .

Estaba por llegar al cuarto donde almacenaban las colchonetas del colegio, pelotas, sogas y demás, era algo grande y lo mejor es que nadie más iba a ese lugar.

Unos pasos más y podría estar completamente solo y ajeno del mundo.
Ojalá se hubiera fijado atrás antes de seguir caminando, ya que ni bien abrió la puerta fue empujado adentro de la habitación.

—¿Pero que te... Minho?

Sus ojos lo miraron algo asustados, hace unas pocas horas por poco y no pudo romper el trato, por eso no miró los ojos de su mayor, si los veía hubiera podido perdonarle hasta el mas grave pecado capital.

—No puedes

Se acercó a Jisung cerrando la puerta tras él.

—No puedes simplemente dejarme

Su respiración era agitada, parecía haber corrido recientemente.

𝙝𝙚𝙖𝙩𝙝𝙚𝙧 ⋆ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨 ,,Donde viven las historias. Descúbrelo ahora