Corría de un lado al otro de la habitación, alistándome para ir a la Universidad ya que me había despertado demasiado tarde; por un instante me detuve frente al espejo alisándome el cabello y observé mi imagen: las noches de insomnio comenzaban a hacer estragos, un par de medias lunas oscuras se encontraban situadas debajo de mis ojos, sin embargo, no tenía tiempo para lamentarme sobre mi aspecto o lo cansada que me sentía, ya que apenas y llegaría a la clase de cálculo a la que claramente no iba a prestar atención ya que, no dejaba de pensar en el perturbador y extraño sueño de la noche anterior, aquellos lamentos aún resonaban en mi cabeza erizándome la piel y las desgarradoras expresiones de las almas torturadas habían quedado grabadas en mi memoria.
—¿¡Por qué no me despertaste!?—Le reclamé a Ciaran en forma irónica sin esperar respuesta alguna, pues creía que me encontraba sola.
—No soy tu reloj.— Respondió con simpleza desde alguna parte de la habitación, mientras el asomo de una sonrisa se dibujaba en mis labios, no podía negar que ya me estaba acostumbrando a su presencia—Te propongo algo, en vez de quejarte, apresúrate.
—¡Ya voy!—Grité mientras intentaba cerrar la mochila, al mismo tiempo que recogía unos libros que debía entregar en la biblioteca.
Finalmente me colgué la mochila al hombro y bajé corriendo las escaleras, me encontraba a punto de salir cuando la voz de Ciaran me interrumpió:
—¿Hoy es el día de ir al colegio en pijama?— Inquirió burlón, mientras yo miraba mi ropa notando que decía la verdad y devolviéndome de mala gana al interior de la casa, me dispuse a cambiarme.
Abrí mi armario lanzando prendas a la cama a diestra y siniestra sin importarme demasiado lo que elegía con tal de que fuera cómodo, pero cuando tomé la percha de la blusa que había elegido para llevar aquel día, me detuve abruptamente mirando a mi alrededor.
—¿¡Qué esperas!?
—¡No mires!—Grité encerrándome en el closet.
—¿Mirar? ¿Acaso hay algo que mirar?— Alegó entre risas—Bien, bien, no estoy mirando— Añadió al ver la expresión de mi rostro.
—¿Y cómo puedo estar segura? ¡No puedo verte!—Refuté de nuevo.
—Te prometo que no estoy mirando, ahora, ¿Qué tal un "gracias por no dejarme hacer el ridículo"?
Rodé los ojos mientras me cambiaba lo más rápido posible para volver a salir y alcanzar el próximo autobús para llegar a la Universidad, la mañana había sido caótica, el resto del día no apuntaba a ser mejor, y por alguna razón el tiempo estaba transcurriendo extrañamente rápido para mi ritmo.
Al llegar a la facultad, entré en el aula sentándome lo más silenciosamente que pude en el asiento a lado de Tyler.
—Por poco y no llegas—Murmuró mirándome.
Me disponía a responder cuando una voz detrás de mí, me interrumpió:
—Tyler McAllen... ¡Que sorpresa!— Expresó Ciaran con un tinte burlón.—No esperaba ver al capitán del equipo de basquetbol estudiando economía, se descubren cosas interesantes.
—Por lo visto, la señorita Wilde está teniendo un intenso debate con su compañero sobre el tema, supongo que será fácil para usted resolver la siguiente ecuación—Pidió el Señor Williams señalándome la pizarra.
—Pon cara de que sabes para que-...
—¿¡No tienes otra alma a la cual molestar!?—Exclamé molesta.
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Mi vida a través de ti [COMPLETA ✓]
Jugendliteratur¿Alguna vez te has preguntado que hay más allá de la muerte? ¿Qué harías si pudieras descubrirlo? Cada uno de nosotros pasó por algo en la vida que lo cambió de tal forma que jamás podrá volver a ser la persona que era antes, en el caso de Nawja Wil...