Prólogo

367 37 0
                                    


Era cómo si su mente hubiera dejado de funcionar, no podía pensar en nada. En vez de un monólogo interno sólo había sirenas de policía. Frente a él, dos paramédicos salían del bosque que había detrás de la escuela a la que iba llevando una camilla en sus manos.

"Julia..."

El nombre escapó sus labios sin que se diera cuenta.

Era ella, quién más si no, había estado desaparecida dos días ya. Ese pensamiento interrumpió el estridente ruido de las sirenas, y como si fuese una grieta cada vez más grande en una represa, dio paso a un torrente de información y preguntas que antes había reprimido por el shock.

Julia estaba muerta, la razón por la que él seguía con vida ya no existía, ¿Por qué? ¿Quién le haría algo así a una persona como ella? Ella era buena, era amable, no se metía en cosas peligrosas, si había alguien que debía estar muerto era él.

¿Y ahora qué? ¿Qué se suponía que haría sin ella? La vida sin Julia era algo que no podía imaginar, no quería imaginar, pero ahora se había vuelto una realidad aterradora y aplastante que no podría escapar hasta su muerte.

Morir era una opción nuevamente, después de tanto tiempo en el que aquel pensamiento no fuera algo que contemplara todos los días, este había vuelto como una posibilidad. Ya no le quedaba nada ¿Para qué volver a casa dónde no le esperaba nada más que sufrimiento? ¿Para que volver a la escuela si no tenía aspiraciones ni futuro?

¿No sería más cómodo morir ahora?

Sabía que si iba a algún lugar luego de morir, no sería a donde Julia había ido, pero tampoco estaría con ella en vida, así que si había alguna posibilidad de que no hubiese nada luego de morir, de que pudiese escapar por fin de todo...

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no notó que alguien le hablaba hasta que sintió una mano sobre su hombro. De pronto, volvió el sonido de las sirenas y el aire helado de aquel anochecer de otoño lo hizo temblar.

"¿Jack Conway?" Preguntó el hombre que tenía a su lado, era un policía.

Jack asintió lentamente, aún atontado.

"Estás arrestado".

Creek BluesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora