Momo y yo bajamos de la azotea por fin. Sin darnos cuenta habíamos perdido nuestras clases de la tarde y ahora no quedaba más que volver a casa.
- ¿Quieres que te acompañe a la estación? -. Esperaba un no por su parte, algo como "no te preocupes, conozco el camino" o "hasta aquí está bien"
- Me ayudarías mucho - fue lo que dijo en cambio, mientras regalaba otra de sus miradas inesperadamente tiernas. Solo le devolví una sonrisa y caminamos hacia la estación.De repente, un gato salió de un par de arbustos cerca de la acera. Momo gritó y se abalanzó hacia mí. - Es solo un gato -, le dije, en verdad fue divertido.
- es... Es que los gatos me dan miedo -. Al principio solté una pequeña risa, creí que hablaba de forma sarcástica, pero me detuve cuando vi lágrimas en sus ojos. Se separó rápidamente del abrazo apresurado que habíamos hecho tras el susto.- ¿sabes qué? Hasta aquí está bien, puedo ir a casa yo sola, gracias-.
No pude decir nada. Era obvio que estaba enojada conmigo, ¿pero qué podía hacer? A cualquiera en mi lugar le hubiera dado risa. A menos que yo sea una insensible. Pero lo segundo no era posible porque mi corazón era muy delicado aunque no lo aparentara.
No me quedó más opción que caminar por mi cuenta hasta casa, mamá tenía un turno largo y no la vería en ese lugar por un buen rato. Cuando faltaban apenas unas cuadras, mi teléfono vibró constantemente. Eran mensajes de Nayeon, preguntando cómo había ido mi día, si estaba libre y quería salir en la noche con ella.
Esto era totalmente inusual. Nayeon no es el tipo de persona que naturalmente haga eso por otros. Es decir: sentir empatía; no era su fuerte. Pero no tengo la capacidad de negarle nada, después de todo, es mi novia. "Claro" fue lo que respondí, y minutos más tarde su ubicación estaba en nuestro chat para que llegara.
Apenas entré a la casa y me cambié. No dijo qué haríamos pero si estaba en la plaza en estas fechas del año tendría algo casual pero un poco abrigado. Y salí de nuevo caminando, esperando no llegar muy tarde a la estación para el tren que salía en 10 minutos. "voy para allá" le respondí, mientras que contestó con un emoji sonrojado. Algo está pasando, definitivamente; aunque no podía negar que se sentía extremadamente bien que ella se comportara cariñosa.
En el tren, dos pensamientos llegaron a mi cabeza de forma casi intrusiva y tan rápido como el transporte que me llevaba a ver a Nayeon.
"¿Momo estará bien? ¿Debería disculparme?" Pero mis preocupaciones se desvanecían en el momento en que mi bolsillo vibraba de forma insistente. Sacando el teléfono logré ver cómo varios mensajes de Nayeon caían y mi corazón poco a poco se ponía en paz, no importaba nada... La azotea; los problemas, los rumores, la llegada de Momo... Nada me importaba... Solo esa hermosa alma que me esperaba cerca a la estación impaciente de vernos y abrazarnos.
Mi cabeza ha tenido la manía de imaginarse los escenarios perfectos siempre, esperando por el optimismo y los mejores resultados. Romántica empedernida, es como Mina y Jihyo lo llaman siempre. Y era esta misma cabeza que se negaba a buscar las partes malas de las personas que amo, que si un error era cometido, podía darle una segunda... Tercera o... Décima oportunidad. Para el mundo y para mí, nada tenía que cambiar por un par de malentendidos.
Bajando del tren por fin vi a Nayeon usando una linda falda y una chaqueta que fue un regalo que le di en su cumpleaños. Nada me hacía más feliz que verla en ese conjunto, que verla a ella parada esperando mi presencia junto a la suya. Caminé tranquila hacia donde estaba y nos vimos; esbozó una sonrisa y comenzamos a caminar tomadas de la mano.
- Extrañaba hacer esto, ya sabes... Tú y yo en citas imprevistas. Aún me sorprende que me hayas llamado porque usualmente no nos vemos en días de semana -. Su mano parecía fría, el clima estaba cambiando y la parte más fría del año se iba acercando. O tal vez era una brisa pasajera.
- ¿No puedo hacer algo lindo por mi novia? -. No recordaba la última vez que Nayeon me había llamado así. Mis mejillas ardían y sentía que mis emociones podían verse a través de mi piel. Caminamos más hasta un restaurante de comida extranjera que habían abierto hace poco. Había leído las reseñas y decían que era muy bueno; incluso se lo había comentado, pero no esperaba que lo tomara en cuenta.
La noche era casi mágica, y al volver ella me pidió que la acompañara hasta su casa. En su auto sentía como mi nariz se inundaba de su olor. Es que es un olor característico... Nadie huele como ella, nadie habla o canta como ella. De vuelta a su casa había puesto una de nuestras playlists favoritas, y con Tame Impala sonando en las bocinas podía ver cómo conducía, llena de confianza y amor propio. El auto... La música, todo era tan... Ella.
Cuando llegamos por fin, me invitó a pasar, insistiendo en que sus padres no iban a estar toda la semana. - Debería irme pronto, tengo que terminar una tarea para el viernes y...-. Mis pensamientos se vaciaron de mi cabeza al ver cómo se quitaba la falda. Sus ojos me miraban y recorrían mi cuerpo, pidiendo que la imitara. Pero esta vez, me decidí por algo diferente; me acerqué y busqué un lugar donde poner mis manos: su cintura fue el espacio correcto.
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I Don't Want A Puppy [SaMo/SaNayeon] 🌺
FanfictionNo necesito una responsabilidad más... Un problema más. Tengo demasiado y ahora tengo que cuidarte a ti, no te quiero, es como si tuviera que cuidar de un cachorro Y yo no quiero un cachorro [] Samo [] [] Sanayeon []