𝟓

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Sentía que acababa de despertar de un largo sueño. Más bien, si tuviera que definirlo así, diría que fue una larga y horrible pesadilla.

No podía dar crédito a lo que mis ojos veían. Quería creerlo, pero al mismo tiempo tenía miedo de que fuera una imagen creada por mi cabeza, que buscaba jugar conmigo.

Tenía la tentación de tocar tu rostro y sentir el contacto tan suave de tu piel y la mía, aunque al mismo tiempo sentía el terror que me producía pensar, que si llegaba a tan solo rozarte, te desvanecerías. Desaparecerías, igual que todo lo que he amado en la vida.

La batalla en mi cabeza no cesaba, acercaba mi mano a ti, pero la alejaba antes de tocarte. Reprimía mi deseo y alimentaba mi miedo.

Antes de poder llegar a una solución, tus ojos comenzaron a abrirse lentamente, parpadeaste varias veces en espera de adaptarte a la luz, hasta que finalmente lo conseguiste.

—Buenos días Levi

Solo escuchar tu voz pronunciando mi nombre de nuevo me hizo sufrir un gran dolor en el pecho. Justo cuando imaginaba que jamás volvería a escucharlo, tus labios lo dijieron acompañados de una sonrisa

—¿Llevas mucho tiempo despierto?

—No... De hecho, siento que estoy despertando de un largo sueño —confesé, inquieto por sentir que algo pasaba

—Bueno, fue solo un sueño —te sentaste en la cama, sin borrar la sonrisa de tu rostro y sin dejar de mirarme, queriendo hacerme sentir mejor—. Deberíamos apurarnos, hay que alistarnos para la expedición

Asentí varias veces, dándote la razón. Al sentarme en el borde de la cama, tu siguiente acción y las palabras que la acompañaron, causaron que mi cuerpo se congelará en ese lugar. Juraba que sentía por mis venas como la sangre se volvía hielo, el aire me era difícil de capturar, al igual que el pulso me aumentaba y un involuntario temblor se apoderaba de mis manos.

Amo que lo primero que veo al despertar eres tú Levi —dijiste cerca de mi oído, ocasionando con tu aliento un escalofrío horrible por cada centímetro de mi cuerpo—. Te amo a tí, demasiado

Parandome de golpe me aleje de ti, dejandote asustada y sorprendida en la cama. Trague saliva de forma exagerada, queriendo aliviar esa sensación de desierto en mi garganta. La forma en que me mirabas me provocaba querer regresar a abrazarte, pero incluso cuando te pusiste de pie para acercarte a mí, retrocedí un paso por reflejo.

—¿Qué tienes Levi? Me estas asustando —notaba eso antes de que lo dijeras. Aun si quería decirte algo para calmarte, primero debía hacerlo yo

Cerré los ojos mientras sostenía mi cabeza con una de mis manos, en ese instante las imágenes del sueño que tuve atacaron en mi mente sin control.

Múltiples imágenes pasaban y aparecían, haciendo que la cabeza me doliera y la sostuviera más fuerte. Era inútil querer alejarlas, se repetían una y otra vez, incluso si creía que habían terminado de pasar, volvían a iniciar desde el momento en que abría los ojos hasta el segundo donde los cerraba para dormir luego de perderte.

Sentía que todo se estaba repitiendo. Que mi sueño se estaba haciendo realidad, y justamente lo que había soñado se cumplía exactamente igual.

—¡Levi! —el grito cerca de mi rostro y tus manos sujetando mis hombros con desesperación, me hicieron abrir los ojos—. Dime que pasa, por favor. Te estás comportando muy extraño

—No... —tomé aire, recuperé mi postura y sostuve tus manos con calma—. No es nada, solo me dolió la cabeza un poco

—¿Estás seguro? Parecía más que un simple dolor de cabeza

𝓛𝓸𝓼𝓮 𝔂𝓸𝓾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora