𝓛𝓸𝓼𝓮 𝔂𝓸𝓾

𝟕

—¡Te dije que no vas a ir, carajo!

—¡Y ya te dije que voy a ir a esa expedición Levi!

En cuanto volví a despertar, luego de esa misteriosa visita, intenté convencerte de no ir a la misión. Traté de hablar tranquilamente, pedírtelo de la forma más calmada y rápida, pero en consecuencia de tus repetidas negaciones ante lo que decía perdí la paciencia.

Todo lo que había pasado me tenía al límite en cualquier sentido, mi cabeza estaba apunto de explotar por seguir analizando cada palabra que el dichoso "espectador" se encargó de decirme. Además de la expedición por la tarde ahora tenía también la misión de no dejar que fueras, o siquiera pusieras un pie fuera de la muralla.

—No entiendo que te sucede Levi —hablaste sentada desde la cama, del lugar donde no te permití moverte al despertar—. Llevas actuando extraño toda la mañana, apenas desperté y lo primero que hiciste fue pedirme no ir a la expedición

—Por esta vez, solo esta, has lo que te digo ____ —hablé lo más natural que pude, pidiendo que la preocupación no se apoderará de mi voz

Al ver que no tuve respuesta de tu parte me dirigí a la puerta. Afortunadamente desperté antes y pude colocarme el uniforme con anticipación. Sentía tu mirada fija en mi espalda, contemplando como me alejaba.

—Mentiroso —susurraste

Escucharte murmurar algo provoco que me detuviera en mi intención de abrir la puerta, sujetando la perilla giré sobre mi lugar para verte.

—¿Que dijiste?

No se porque pregunte, conocía perfectamente la respuesta y aun así quise volver a oírla.

—Que me mentiste —finalmente te pusiste de pie, arrojando con fuerza la almohada que abrazabas de regreso a la cama—. Hace dos días dijiste que confiarías en mí, pero no es cierto. No confías en mí

«—¿Yo mentí? Tú rompiste la promesa que me hiciste de volver conmigo —te contesté en mi mente. Si lo decía no comprenderías porque lo hacía»

¿Dos días? ¿Tan poco tiempo había pasado?

No, más bien yo lo sentía así. He vivido la expedición dos veces, he despertado en el mismo día cuatro veces, pero para cualquier otro parecía ser la primera vez que vivían ese día.

Por impulso sostuve la perilla más fuerte antes de soltarla y caminar directo a ti para tomarte de los hombros.

—¡Tú no entiendes nada ____! —grité cerca de tu rostro

Como solía pasar no te inmutaste por mi comportamiento o la forma en que te tenía sujeta, permaneciste en silencio, mirándome con decepción al creer que yo estaba mintiendo y que no confiaba en ti.

Si tan solo lo supieras, si tan solo pudieras entender lo que ha ocurrido.

Confié en ti, sin embargo fue la decisión incorrecta. Lo que estaba pasando, repetir el mismo momento, era consecuencia de mi mala decisión. Aun así no quería arrepentirme de ella, porque si ahora tenía la oportunidad de salvarte y corregir ese error, lo haría.

—Entonces explícamelo

En mi interior gritaba lo que quería decir, cada maldita palabra que quería hablar y no podía.