¿Niñeros Por Dos Semanas?

¡¿Un BEBÉ?!

Todo estaba tranquilo, el canto de los pajaritos y el sonido de las hojas siendo empujadas por el viento. El silencio era tranquilo, bueno menos en la finca mariposa.

Dos jóvenes estaban gritando como desquiciados, con dos jóvenes me refiero a Inosuke y a Zenitsu, Aoi los había amenazado con no desayunar, pero solo hizo que Inosuke se alterará más de lo que ya estaba.

Por otro lado los Hashiras seguían dormidos, pero una pequeña ternura andante comenzó a despertar su barriguita pedía comida, así que comenzó a mover al chico que se encontraba a su lado.

- Mgh -  se movió para el otro lado.

El pequeño hizo un puchero, ¡tenía hambre! Y quería comida. Vio a un chico con hebras rojizas y caminó con pasos torpes hacia él.

Se subió encima de él comenzando a tocar su rostro, Kyojuro se vio interrumpido en su sueño y por el tacto despertó, frotó sus ojos y cuando puso abrirlos bien, se llevo el susto de su vida.

— ¡AH! — su grito hizo asustar al pequeño y comenzó a llorar, haciendo que los demás despertasen.

— ¿Quién mierda traj- — se trago sus palabras pues el pequeño niño había corrido hacía Obanai, ocultándose en su pecho, causando un pequeño sonrojo en él.

— T-tanjiro, ¿Es un bebé? — preguntó Muichiro.

— Noo como crees, solo encogió, ¡Obvio que sí Muichiro! — habló con sarcasmo Uzui.

— Será mejor decirle a Oyakata-sama, y creo que tiene hambre, maldito Rengoku lo asustaste — dijo algo molesto Tomioka y el de hebras rojizas solo se encogió de hombros.

Se levantaron, pero la puerta fue abierta por Aoi y Kanao se notaban agitadas y sus frentes mojadas por el sudor, su vista se dirigió al pequeño Tanjiro que estaba escondido en el cuello de Obanai.

— ¿Ese niño es tanjiro-kun? — preguntó la de dos coletas.

Los Hashira asintieron y suspiraron tranquilas.

— Pensamos que había pasado algo malo, ¿lo llevarán con Oyakata-Sama? — preguntó Kanao.

— Sí, además creo que tiene hambre, así que compermiso chicas — exclamó el pilar del agua.

Los chicos salieron de la finca, al salir vieron a Inosuke y a Zenitsu entrenando, estos vieron que los mayores llevaban a un niño y como los curiosos que son, se acercaron.

— ¿Quién es el niño, Uzui-san? — preguntó el de hebras rubias.

— Es el joven Kamado — respondió.

El silencio se hizo presente, Obanai quería matar a Tengen por decir eso. No era nada malo pero la pansita de Tanjiro no dejaba de hacer soniditos, ¡tenía hambre! No tenían tiempo para dar tantas explicaciones.

El sonido de dos personas cayendo al suelo los sacó de sus pensamientos Inosuke y Zenitsu se habían desmayado... Era una oportunidad para salir de ahí.

Obanai comenzo a caminar y los demás lo siguieron.

[...]

Al llegar al pequeño comedor se sentaron en una de las mesas vacías.

— Pequeño Tanjiro, ¿Qué quisieras comer? — preguntó Tengen.

El nombrado salió de su pequeño escondite mirando a los demás y sonrió.

Pov Tomioka.

Si Tanjiro ya era tierno y un sol andante de adolescente, de niño aumentaba un 1000% de ternura.