Capítulo 5

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Me sonrojo y rápidamente recojo el maletín.

-Lo siento -digo con un hilito de voz-. No pensé que nadie más fuera a entrar a estas horas.

Draco me mira con expresión de odio y no dice nada. Aparto la mirada con las mejillas coloradas y ordeno la vajilla que ha tirado por accidente. Él se agacha y me ayuda. El silencio que hay entre nosotros es muy incómodo, y la tensión se puede cortar con un cuchillo.

-Lo siento mucho, de verdad -le susurro, sin saber qué decir.

Él se encoge de hombros y sigue recogiendo sin articular palabra. Cuando terminamos, nos levantamos y nuestras miradas se cruzan. Él desvía sus ojos hacia el suelo, incómodo, y vuelve a mirarme.

-Cuida dónde pones tus cosas a la próxima -me recrimina.

-Está bien. Buenas noches, y lo siento de nuevo.

Draco se va y la sala se llena de un vacío enorme. Me vuelvo a sentar en la silla, pero soy incapaz de volver a concentrarme en la carta, así que recojo todo y me dirijo a dormir. Cuando llego a la habitación, las chicas ya están dormidas. Todas menos Selene, que me susurra algo cuando ya me he puesto el pijama y me he metido en la cama:

-Chsst. ¿Qué ha sido ese ruido de antes? Me ha despertado.

-Draco Malfoy se ha tropezado con mi maletín y se ha chocado contra una vitrina, tirando una vajilla -respondo en voz baja-. Siento haberte despertado.

-Oh, vaya. ¿Está bien? Se habrá enfadado.

-Sí, está bien. Y sí, también se ha enfadado, aunque bueno, da la impresión de que siempre lo está.

Selene sonríe.

-La verdad es que sí. Si te soy sincera, no creo que sea muy buena influencia para ti. No tiene una gran reputación, más bien tiene una mala fama.

-Tranquila -la calmo-. No pensaba acercarme a él de todas formas. Es incómodo.

-Su padre es un mortífago. Supongo que, al saber de tu familia, te tiene fichada.

Me encojo de hombros.

-No me importa. Si no me quiere conocer, que no lo haga. No voy a perder el tiempo con nadie, he venido a estudiar. Al menos debería conocerme para poder juzgarme.

Nos quedamos un rato hablando hasta que nos damos cuenta de que se nos está haciendo muy tarde, y mañana tenemos clase. No sé si Hogwarts es mi lugar, llevo poco tiempo, pero todavía no me siento en casa. Quizás es que no tengo un lugar y soy un alma independiente, o es que es muy pronto para decidirlo.

Esa noche tengo una pesadilla y me despierto muy alterada. Selene está dormida, la ansiedad recorre mi cuerpo y no dejo de darle vueltas a la cabeza. Miro al techo tumbada en la cama y cierro los ojos, suspirando. Trato de controlar mi respiración y, pasadas unas horas, logro dormirme. 

Hogwarts: Aquí empieza mi vida (Chicos de Hogwarts y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora