Capítulo 4

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Las clases del día transcurren con normalidad. Defensa Contra Las Artes Oscuras es, sin duda alguna, mi asignatura favorita. Snape parece un buen profesor, aunque algo cínico.

-En el fondo, no es tan amargado como parece -me dice Selene, mi nueva "amiga".

Cuesta creerla, pero supongo que lo conoce más que yo.

Tras quedar en la biblioteca con Selene para hacer nuestras primeras tareas del año, se ofrece a enseñarme el castillo. Pasamos toda la tarde recorriéndolo, es un lugar con mucha historia y, además, será mi hogar durante el próximo año. Decidimos sentarnos en un banco de piedra que encontramos por los terrenos del lugar, en los jardines.

-Ten, ___, coge una -dice Selene, tendiéndome una caja de grageas de todos los sabores.

Cojo una y la mastico. Bingo. Cereza.

-¿Y bien? ¿Cómo es que te cambiaste de escuela? -pregunta Selene, interrumpiendo mis pensamientos.

-Bueno, iba a Beauxbatons y no era mi ambiente, así que decidí venir aquí. Todos me han hablado bien de este sitio. Por lo que veo, no les falta razón.

-Supongo que echarás de menos a tus amigas.

Aunque no tuve muchas amigas, sí que es cierto que echo de menos a una. Prometí escribirle en cuanto pudiera, así que mantenemos el contacto mediante nuestras lechuzas.

-Bueno, solo a una -la corrijo-. No eran muy amables allí, más bien todo lo contrario.

-No te preocupes, aquí conocerás a gente. De hecho, ¿por qué no te presentas a una prueba para el equipo de quidditch? Seguro que te relacionas con un montón de personas.

¿Quidditch? ¿Yo? Nunca se me dio mal, pero no sé si es lo mío. Aunque por probar no pierdo nada.

-Lo pensaré, es buena idea -respondo y le sonrío.

De repente, noto que algo me falta y me llevo la mano al cuello. Mierda, mierda y mierda. Mi collar. ___, eres idiota.

-¿Qué pasa, ___? -me pregunta Selene, al notarme nerviosa.

-He perdido mi collar. Mi madre era una animaga y estaba hecho con una de las plumas de su cuerpo en estado de ave. Joder, ¡es lo único que tengo de ella!

-Ey, tranquila -me calma ella-. Seguro que se te cayó en clase. Ve tú a Pociones y yo iré a Defensa Contra Las Artes Oscuras, así lo buscamos más rápido.

Selene tiene una sonrisa que calma. Le doy las gracias, asiento y nos dirijimos a las aulas por separado, buscándolo por el camino.

Cuando entro en la clase de Pociones, me encuentro a dos chicos pelirrojos con túnicas de Gryffindor rebuscando entre los frascos, viales e ingredientes.

-Ejem... -toso, intentando captar su atención.

Se sobresaltan y se giran hacia mí, tapando la estantería para que no viera lo que estaban buscando. Sé de sobra que traman algo.

-¿Sois gemelos o habéis usado poción multijugos? -pregunto.

Se miran y se ríen, he hecho una pregunta estúpida.

-Somos gemelos -dice uno entre risas.

-Yo soy Fred y él es George -el otro los presenta.

-No, ¡yo soy Fred!

-No, ¡yo soy Fred! ¡Tú eres George!

En ese momento sé que esos dos gemelos me volverán loca en algún momento.

-Es igual, haced como que no estoy, solo vengo a buscar algo que se me ha perdido -les aclaro a los pelirrojos.

Ellos dos se miran y sonríen.

-Vale, vale nos presentaremos bien. Yo soy George, y él es Fred.

Enarco una ceja. Sé que me está mintiendo otra vez.

-¡Vale, vale! Yo soy Fred. Y esta vez es verdad.

-Y yo soy George -completa el otro-. Lo juro.

Me río y niego con la cabeza. Me acerco hacia la mesa donde me senté en la clase y busco mi collar.

-George, dáselo -dice uno de los gemelos, mordiéndose el labio de forma inconsciente mientras se ríe.

-Buscabas esto, ¿no? -me pregunta George, enseñándome mi collar, que cuelga en uno de sus dedos.

Suspiro de alivio. Esa joya es muy importante para mí.

-¡Gracias a Merlín! Sí, lo he perdido durante la clase de Pociones.

-Anda, toma -el chico se acerca y me lo da-. Ten más cuidado la próxima vez, ¿vale?

-Tú no estás para hablar, guapo -le recrimina su hermano.

-Tú calla y sigue buscando.

-No te preocupes, tendré cuidado -me río-. Muchas gracias, de verdad.

Me dispongo a irme cuando uno de ellos me para. Es Fred.

-¡Ey, chica misteriosa! No dirás nada de que nos has visto, ¿verdad?

-Tranquilos, no he visto nada -les prometo mientras salgo por la puerta y les dedico una sonrisa.

Nada más salgo por el pasillo, encuentro a Selene. Está hablando con alguien, con una chica. Me acerco a ella sosteniendo el collar y miro a la chica con la que está hablando. Es muy mona, con el pelo castaño y ondulado, tez blanca y ojos marrones. Lleva una túnica de Gryffindor. Las miro y les sonrío.

-¡____! -exclama Selene-. ¡Has encontrado tu collar! Justo le estaba preguntando a Hermione si lo había visto.

-Me alegro de que lo hayas encontrado -interviene su amiga con una sonrisa-. Soy Hermione Granger.

-Bueno, Hermione, gracias por ayudarnos, pero ___ y yo nos íbamos ya -responde por mí Selene-. Se está haciendo la hora de cenar.

Hemione sonríe y asiente.

-Nos vemos en la cena, entonces. ¡Encantada, ___!

-Lo mismo digo, Hermione -le sonrío.

Selene y yo vamos al Gran Comedor. La cena es mucho menos lujosa que la de ayer, pero está deliciosa igualmente. Cuando terminamos, nos dirigimos hacia nuestros dormitorios.

-Selene -le digo a mi amiga-, si no te importa, me voy a quedar un rato en la Sala Común. Quiero escribirle una carta a una amiga, pensaba hacerlo esta tarde en la Biblioteca, pero se me ha pasado.

La chica bufa.

-¡Va, ___! Me apetece dormir contigo.

-Luego iré, no te preocupes.

-Está bien -responde, sin parecer muy contenta-. Pero no tardes, porfa.

Le prometo que no lo haré y ella sube arriba. Me siento en una silla y busco un papel y una pluma en mi maletín. Abro el tintero, saco la pluma y comienzo a escribir, pero un estruendo me interrumpe a mitad. Es Draco, que se ha tropezado y se ha chocado contra una vitrina, haciendo que la vajilla de oro que hay en la misma se caiga al suelo y choque entre sí.

-¡Mierda! -exclama, enfadado-. ¡¿Quién coño ha dejado esto aquí en medio, joder?!

Miro al suelo. Mierda. "Esto" es mi maletín.

Hogwarts: Aquí empieza mi vida (Chicos de Hogwarts y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora