Arantza.
Las personas no tienen ni la menor idea de cómo pueden impactar a alguien, de manera positiva o negativa. Tanto como un familiar, un tío, una prima, un amigo. No saben el impacto que sentimos cuando alguien se apega a nosotros. Nos hace entender que somos alguien importante y especial para ellos.
Te hacen sentir sus pilares, y tú sientes que ellos son los tuyos. Te apegas a ellos, te encariñas, te acostumbras...
Y de pronto, se derrumba.
Sin previo aviso, sin despedida, sin piedad. Solo desaparecen, la mayoría no lo hace apropósito, otros... Disfrutan de dolor ajeno. ¿Para qué encariñarse? Todos somos capaces de hacer daño, de herir, lastimar, destrozar. Las palabras duelen mucho más que los golpes, estos últimos te hacen doler el cuerpo.
¿Los otros? Te hacen arder el alma, te queman, te joden desde adentro. Te dicen que eres especial para después abandonarte tal cual basura. Nadie en este mundo es perfecto, todo alguna vez hemos criticado, herido o criticado a alguien.
Del ser más amable, hasta la persona más tolerante, así estamos compuestos los seres humanos, chismosos, fanfarrones, lenguas largas. ¿Tú crees que nunca has juzgado a alguien? Tu y yo sabemos que es no es así. Todos hemos herido, odiado, y tenido mucho rencor hacia alguien.
Nuestro problema es que no controlamos nuestras palabras, nos sabe a mierda como se siente la persona al que le llegan esas palabras, que llega a un punto de egoísmo toxico.
Esas personas afectadas, son como bombas, pueden explotar en cualquier momento, Mi madre fue así, no pensó en las consecuencias, me marco cuando quería olvidarla, dejo secuelas cuando quería pasar páginas, vuelve cuando ya he olvidado esos momentos.
Había creado en mi defectos, inseguridades. Creía que todo el que pretendiera conocerme, iba a lastimarme, dejarme. Hacerme sentir especial para después desaparecer. Recuerdo como un día subí al techo de mi casa y me quede observando las estrellas, sin yo saberlo apareció una hermosa lluvia de estrellas.
El cielo se encontraba entre azul y celeste las estrellas brillando con todo su poder, todas encendidas, mostrándose tal cual son. Pete me dijo que yo era así "Aunque el sol aparezca, tu siempre brillas sin importar que, eres parte de ese hermoso universo. No la estrella más brillante, ni la estrella más apagada. Ese es tu verdadero brillo, que seas tú misma sin importar que"
Sabía que tenía razón, que no debía cambiar. Pero, sé que no todos son como Mónica, no todos te ilusionan, no todos te abandonan.
Papá, Peter, Jayden, Adison y Augustus. Eso fue la prueba viviente de ello, perdonar sin embargo, no olvidar.
Jamás.
Me encontraba frente a mi espejo, tratando de acomodar mi cola de caballo, era lunes de nuevo a la escuela, había optado un sweater negro con bolsillos delanteros con dibujos referentes a la galaxia y arriba de mi pecho en el derecha dice "I'm shining bitch" Adison me lo obsequio para el día del amor y la amistad de este año. Unos pantalones gris sueltos y mis típicas gomas para ir a la escuela, negras - también negras por la mugre - rebusco en mi cómoda mi maquillaje y procedo a aplicarlo en mi rostro.
"¿Por qué cubres tus pecas? Te hacen ver linda." Resonó la voz del ojiazul en mi mente, suspire y empecé a colocar en mi cara dicho producto, cuando termine acabe de meter más cosas a mi mochila y baje a tomar el desayuno.
Salí de mi habitación y cerré la puerta, instantáneamente como alguien más hacia la misma acción que yo. Jayden iba con su camisa con el logo de la escuela y unos jeans, junto con sus tenis favorito. Terminaba de cerrar su habitación cuando se dio cuenta que quede viéndolo fijamente. Respiro hondo y fue directo hacia las escaleras, no sabía que estaba conteniendo la respiración hasta que respire con normalidad.
ESTÁS LEYENDO
Mi última lluvia de estrellas ©
RomanceEl destino los puso a prueba, les dio la mejor vista a las estrellas, para luego ofrecerles una fuerte llovizna. Quizás el destino los quería juntos, sin embargo no era ese el momento. «Ramé: caótico y hermoso a la vez» 2 0 2 0 12/03 BORRADOR IVA...