Todas las locas ideas que se me ocurran sobre el BarónWinter

Bendíceme padre por que he pecado (2/?)

El padre Zemo estaba nervioso en todo su discurso de misa, un par de hermosos ojos que eran como ventana de los cielos estaban demasiado fijos en su persona, dicha persona estaba en primera fila, para aumentar más aun su nerviosismo.

―Podéis ir en paz ―dijo al final mientras cerraba el gran libro santo, mirándolo quizás por demasiado tiempo cuando los feligreses se iban levantando para retirarse, todos menos uno.

― ¿Te había dicho que eres como esos ángeles que adornan la iglesia cuando das misa? ―mencionó levantándose, con una sonrisa completamente embobada en el rostro.

El padre Zemo sintió una corriente por su columna al escucharlo y no pudo evitar el sonrojo que había aparecido en sus mejillas, la voz de James siempre hacia que eso pasara― Espérame afuera, enseguida salgo ―comento mientras se perdía en una de las puertas tras el atril de la iglesia, era un pequeño cuarto de descanso que tenían ahí, procedió a cambiarse por ropas normales y las doblo cuidadosamente dejándolas sobre una silla, una leve sonrisa se formó en sus labios.

Revisó su teléfono para ver si había obtenido alguna respuesta, había mandado un mensaje pidiendo un remplazo para esa iglesia, en principio sus superiores no entendieron del por qué su pedido y ciertamente Zemo estaba omitiendo el hecho de que se había enamorado de un hombre y en más de una ocasión se había entregado a este, con ese en mente ya no podía simplemente seguir su vida consagrada a la iglesia, sería una mentira, y entre elegir a la iglesia o a James, escogía a James, siempre escogería a James.

Sonrió al ver que el padre Adams vendría a reemplazarlo, esperaba las personas se relacionaran bien con él, miro una última vez todo el lugar mientras caminaba a la salida, sintiendo la nostalgia de dejar esas paredes, una vez afuera se encontró con el hombre que le estaba robando el aliento con cada sonrisa y caricia.

―Vámonos, ya está todo hecho, oficialmente dejo mi eclesiástica ―le dijo riendo, empezando a caminar junto a James en dirección a su casa, para recoger sus cosas, ya que ciertamente esa casa no era suya, si no que era la que le proporcionaban sus superiores... oh si ellos se enteraran de lo que paso entre esas paredes...

―Ciertamente me siento como un lobo, acabo de robarle una de las más puras ovejas al señor ―menciono James entre risas, ciertamente se sintió mal en un inicio, pero Zemo se había encargado de que dejara de pensar así, entre mimos y besos le había dicho que esa era su decisión, no lo forzó, él así lo quería.

―Bueno, ciertamente tienes que tomar un poco de la responsabilidad de todo esto... no apartándote de mí hasta mi último aliento ―la voz de Zemo salió en un susurro avergonzado, con la mirada brillante en aquel par de ojos como el océano.

James tuvo que tragar en seco y mirar para otro lado un segundo para resistirse el abalanzarse sobre Zemo en ese preciso momento y comérselo a besos, era demasiado tierno, tan malditamente puro que si alguien tenía que corromperlo se aseguraría que solo fuera él, solo él podía tocar a Zemo.

―Tomare tu palabra, no me apartare de ti incluso después de que mi vida terrenal se termine, luchare contra el cielo y el infierno para mantener mi alma unida a la tuya en el más allá ―fue su respuesta, haciendo que el corazón de Helmut se acelerara erráticamente haciéndole poner una sonrisa demasiado boba a sus palabras.

Los planes ya estaban trazados, había pasado ya un mes desde el primer suceso, y al final terminaron decidiendo moverse de ciudad, James había dicho que tenía una casa en Houston, en una zona tranquila, era ahí donde se dirigían, incluso ya tenían boletos de vuelo para esa noche.

Las horas pasaron tan rápido como las olas del mar cuando barren las orillas de arena, entre juegos besos y abrazos terminaron llegando a la nueva casa, James se había resistido tanto de no terminar haciéndole el amor a Helmut en algún rincón que pensó conveniente en medio de su travesía, pero tan pronto llegaron a su casa en Houston, se abalanzo sobre él tan rápido cerraron la puerta.