Todas las locas ideas que se me ocurran sobre el BarónWinter

Cómeme (Baronwinter)

Ahí estaban, uno frente al otro con una incomodidad palpable en el ambiente.

― ¿Estás seguro de esto James? ―la susurrante voz de Zemo mientras acariciaba los brazos del contrario le hizo estremecerse― Si solo fue una petición a calor de momento puedes desistir ahora ―dio de opción mirando los ojos como el océano del más alto, sin poder evitarlo trago saliva.

James por su parte trato de respirar con regularidad, no había vuelta atrás e incluso si Zemo le daba la opción de retractarse lo cierto era que no lo iba hacer, él quería eso, llevo una de sus manos al rostro de Zemo mientras que con la otra tomaba el filo del gran abrigo que portaba el más bajo.

―Quiero esto, te quiero a ti... y pienso demostrarlo ―susurro juntando sus frentes para proceder a besarlo, Zemo se dejó hacer, las manos de Bucky procedieron a despojarle de su primera capa de ropa del contrario, para luego guiar sus manos al rostro del barón, acariciándolo.

Zemo se estremeció ante el toque y los labios que jugaban con los suyos, no recordaba el motivo de cómo llegaron a esa habitación, pero ciertamente en ese momento no le importaba, él también quería demostrar cuanto deseaba a James...

Las manos enguantadas del barón empezaron a posarse en el pecho de James, subiendo lentamente hasta su cuello― Espera ―dijo James rompiendo el beso, Zemo se quejó ante eso, no queriendo dejar de sentir los labios de ese hombre sobre los suyos.

James tomo sus manos y le retiro los guantes, desechándolo en alguna parte del suelo de la habitación― quiero sentir tu piel ―el tono susurrante de James en el oído casi logra derretir a Zemo en ese preciso momento, el cierre deslizándose desde su cuello hasta su cintura lo hizo resoplar.

―Tienes una voz muy peligrosa ―le hizo saber con una sonrisa, sus manos empezaron a bailar en los seguros y cierres de la ropa superior del más alto, mientras este devoraba a besos su cuello― ahh, tienes una boca igualmente peligrosa ―gimió al sentir ese cosquilleo en la zona donde Bucky besaba, sintió las manos de metal y carne serpentear el filo inferior de su ropa, rozando la piel de su cintura― tus manos son un peligro ―volvió a susurrar soltando un suspiro al sentir como se adentraban bajo la tela, aun sintiendo las sensaciones en la base de cuello, donde James lamia, besaba y mordía― Joder... eres un verdadero peligro para mí, James ―jadeo ante el estremecimiento que le hacía sentir su acompañante.

―Hablas mucho ―dijo James alejándose un momento del lugar que antes había estado probando― Me encantaría seguir escuchándote, pero solo si de tus labios sale mi nombre ―le dijo con una sonrisa demasiado coqueta, Zemo le devolvió la sonrisa, quien hubiera dicho que James Bucky Barnes era todo un depredador.

Ambos terminaron sin nada arriba casi al instante, para volver a tener un entrelazamiento de besos, con Bucky conduciéndolo hasta una pared, volviendo a serpentear el cuerpo de Zemo con sus manos, escuchando los suspiros que sacaba de esos labios.

Zemo trataba de responder con la misa intensidad, pero lo dominante que James estaba siendo en ese momento no le daba lugar a responder, en su lugar no podía dejar de jadear y soltar suspiros por las manos y boca del vengador.

― ¡Ahh James!... ―soltó con un poco más alto al sentir como el mencionado había mordido con un poco de fuerza su hombro, sintiendo un placer inimaginable ante ese acto.

Zemo no quería dejarse nublar la mente solo y aprovechando una brecha él empezó a que sus manos hicieran su camino por el cuerpo del súper soldado, escuchándolo gruñir cuando tomo la hebilla del cinturón mientras lo besaba acaloradamente.

―Vayamos a la cama James... ―susurro sobre sus labios, mirando con ojos deseosos aquel océano tormentoso que era la mirada de su amante.

―Si llegamos a la cama, no te aseguro que sea suave, estoy a nada de arrancarte el resto de ropa que tienes y comerte, Zemo ―advirtió con mirada lujuriosa, apretando con sus manos las caderas del más bajo, Zemo sonrío ante eso, demonios que le gustaba esa sensación que cosquillaba en el fondo y calentaba su cuerpo, James lo calentaba.