Todas las locas ideas que se me ocurran sobre el BarónWinter

Corto 02

𝙋𝙚𝙣𝙨𝙖𝙢𝙞𝙚𝙣𝙩𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙢𝙚𝙙𝙞𝙖 𝙩𝙖𝙧𝙙𝙚

Era una tarde normal, con Zemo sentado junto a Bucky en medio de la tranquilidad del parque donde estaban.

―¿Qué tanto piensas? ―pregunta Zemo al notar al soldado en la luna.

Bucky voltea, riendo un poco― Nada importante, ya sabes, pensamientos de media tarde ―se encoje de hombros.

La curiosidad se hace presente en Zemo― Anda dime, ¿Qué pasa por la cabeza de James Barnes a estas hora de la tarde? ―dice con juguetona voz, apoyando su rostro en una de sus manos.

Ve a Bucky dudar un momento si revelar sus pensamientos o no.

―Bueno ―empieza a decir, mirándolo fijamente―sólo pensaba en que eres la persona a mi derecha que está más cerca de mí en todo este mundo ―dijo sonriendo con el rostro levemente teñido por el sol, Zemo sonrió en reflejo al escucharlo― Y a la vez, eres la persona a mi izquierda que está más lejos de mí en todo el mundo ―añadió.

La mirada de Zemo se descolocó un momento, guardando silencio, el semblante de Bucky no era de broma, más bien parecía que lo había dicho como un pensamiento muy revelador.

―Interesante deducción ―dijo al final el castaño, con una pequeña sonrisa, sin darse una idea más de qué responder ante lo escuchado.

Bucky asintió― ¿Sí verdad? ―giro su cuerpo para estar ahora de frente a Zemo, aun sentados en aquella banqueta― Aunque... ―llamó la atención del castaño, haciendo que este lo mirase, Bucky lo tomó de los hombros poniendo una sonrisa coqueta― Me gusta mas cuando eres la persona que está mucho más cerca de mí, encima mío ―se acercó a susurrarle al oído.

La sensación de un pequeño beso por debajo de su oreja fue lo suficiente para estremecer a Zemo, quien lo miró expectante de inmediato.

― ¿Sabes algo? Yo también tengo un par de pensamientos de media tarde... Pero lo cierto, que más que decirlos, me gustaría realizarlos ―

Cuando las palabras salieron de los labios de Zemo, Bucky sonrió contra la piel del castaño, dejando una pequeña marca en el área del cuello.

―Soy todo oídos, o cuerpo, si así lo requiere ―musito sonriente, levantándose de la banca, extendiendo una mano al castaño.

Zemo lo miró, tomando la mano extendida y guiando a Bucky lejos del parque, hasta un lugar mucho más privado para realizar un poco de sus pensamientos de media tarde.