Carta 5

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Querido A:

Somos dos extraños una vez más.

Volvimos a dónde iniciamos, la única diferencia es el mar de sentimientos que tengo hacia ti.

Estoy llorando por un extraño, me siento destrozada por un extraño, pero, ¿a quién diablos engaño?

Te conozco a la perfección, sé cada una de tus manías, sé cuánto odias decir groserías, y también conozco esa rara anomalía que me contaste ese primer día.

¿De que me sirve un recuerdo si no te tengo?

Es por eso que en ocasiones me lo confieso, cuando el sol cayó y tu nombre me oprime hasta los huesos, quizás esto es lo mejor para ambos, volver a ser dos simples personas que se conocen perfectamente, sin hablarnos o tocarnos.

Dos desconocidos, dos extraños, olvidarnos de todos estos años, de los besos y de los engaños.

Aún te excuso por todo el daño.

Confié en ti, me tomaste de la mano, y aún así no te detuviste para hacerme tanto daño, te llevaste la llave de mi ser, me pusiste en una jaula en la que soy presa incluso después de años.


Atentamente:
Una estúpida chica.

Para el chico que me destrozó. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora