Carta 14

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Querido A:

Estaba rota en mil pedazos. Lo sabías. Te conté cada cosa de mí, y solo minimizabas lo que sentía.

Te obsequié mis pedazos, quería sanarte, no quería que estuvieras mal, no me importaba salir destrozada si al menos así iba a construirte a tí. ¿De que sirvió destrozarme?

Estar sentada en el precipicio donde mi único pensamiento eras tú repitiéndome lo poco que valía, lo poco que importaba lo que sentía.

Me dejé depender de ti. ¡Que horrible!

Atentamente:
Una estúpida chica.

Para el chico que me destrozó. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora