Carta 53

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Querido A:

No hay lucha lo suficientemente corta cuando se trata del olvido, así cómo tampoco hay tiempo suficiente para recobrar el sentido.

Eras tóxico en todos los sentidos, te fuiste y volviste como rey en su castillo.

Abrí los ojos y me adueñé de mi propio castigo.

Hoy tomo las riendas sin miedo a tu regreso ante mi descuido.

Atentamente:
Una no tan estúpida chica.

Para el chico que me destrozó. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora