Me había pasado la tarde nerviosa, dando mil vueltas en la habitación soltando un conjunto tras otro sobre la cama y así sucesivamente. Normalmente no me costaba demasiado combinar a la hora de vestirme, pero sabiendo que iba a ir a mi primera fiesta universitaria se me hacía de lo más complicado; quería causar una buena impresión, no podía permitirme burlas, no si quería mantenerme cuerda, estable y sin llorar durante el resto de años.
Recuerdos.
Me venían a la mente a modo de flashbacks, recuerdos de tiempos nada mejores que me recordaban el motivo por el que siempre me preocupaba tanto de mi aspecto.
Suspiré y me senté en la cama con cierta frustración; al menos tenía ya mi maquillaje sencillo hecho: un simple eyeliner negro con un buen rimmel y los labios rojos, prefería destacar aquella zona de mi rostro cuando salía, al parecer según las amigas operadas de mi madre parecían diseñados por un cirujano.
No decían lo mismo en el colegio cuando llevaba el aparato.
Pensé y volví a suspirar, lo cual hizo reír a Sarah, que llevaba vestida ya un buen rato con unos vaqueros ceñidos altos y un top blanco junto a unos tacones rojos. Se estaba dedicando simplemente a pasarse la plancha por el pelo, como si ya no lo tuviese lo bastante liso; solté una risita en respuesta. Igual era por su experiencia al llevar ya un año en la universidad, pero se la notaba mucho más tranquila y confiada.
- ¿No sabes qué ponerte aún de los mil y un conjuntos hermosos que tienes sobre la cama? Voy a tener que elegir yo uno al azar, a veeeeer.... -La dejé hacer, al fin y al cabo si seguíamos así íbamos a llegar tarde e iba a hacer por mi culpa, Paris nos esperaría abajo y caminaríamos juntas hacia la casa donde se celebraba la fiesta. Me hacía ilusión presentarlas, quizá así seríamos un buen trío amistoso.
La vi taparse los ojos y pasear el dedo por encima de la cama, parando en un vestido corto de manga larga ajustado con unas aberturas en los laterales. Atrevido, pero elegante, no podía quejarme de donde había parado el dedo seleccionador. Decidí conjuntarlo con un bolso pequeño colgado al hombro y mis botas negras; no paraba de darles uso últimamente.
- Vale, ya podemos irnos......... juro solemnemente que no voy a querer volver para cambiarme -Solté otra risita mientras hacia referencia a Harry Potter, una de mis sagas favoritas, gusto que compartía por suerte con mi compañera de habitación-
- ¡ Al fin ! Paris sólo lleva esperándonos como 15 minutos abajo, no pasa nada, la primera vez que conozco a tu amiga y seguramente querrá matarme también, pero no, no pasa nada...
Sarah iba murmurando, quejándose mientras bajábamos por las escaleras de la residencia para encontrarnos con Paris en la puerta. Iba preciosa, extravagante como siempre; esta vez había escogido un pantalón de campana de lunares negros en fondo blanco y un top bandeau negro, junto a unas plataformas blancas. Nos dirigió una mirada de odio, aunque supe en el momento que era más que fingida para hacer la gracia del momento; conocía bien las miradas de odio y asco reales, me alivió ver que no era una de ellas.
- Ha sido culpa mía, perdóooon.... -Alargué la última palabra mientras alzaba ambas manos y las juntaba a modo de súplica, soltando de nuevo una risotada pues, realmente, me encontraba tremendamente feliz; estaba con dos amigas a punto de ir a una fiesta universitaria, qué podía salir mal.
Bueno, podrías encontrarte al estúpido.
Suspiré de nuevo, no podía tener tan mala suerte, seguro que la noche iría bien y sin altibajos.
Apenas unos quince minutos más tarde ya estábamos frente a la casa, el bullicio que se oía desde fuera además de unas cuantas bebidas tiradas en el césped junto a sus respectivos dueños bastante ebrios daba a entender lo obvio; ahí era donde íbamos a pasar las siguientes horas. Por suerte Sarah y Paris habían congeniado bastante bien, llevaban todo el camino hablando e intercambiando ideas mientras descubríamos lo mucho que teníamos en común las tres y pedíamos a Sarah un poco de su sabiduría universitaria.
ESTÁS LEYENDO
Un lugar seguro
Ficção AdolescenteElla lo tenía todo, menos seguridad en sí misma y amor verdadero. Él tenía todo lo que quería, no le faltaba nada o eso pensaba, hasta que la conociese. Pauline llega a la Universidad de Virginia Occidental (West Virginia University) intentando o...