Azul como el cielo con ese brillo que te hacía especial y diferente, esa sonrisa encantadora y ese cabello rubio que podía reconocer a metros de distancia, es lo que no quiere abandonarme.
Es bastante irritante saber que el destino nos ha jugado una mala pasada, toparme contigo fue bastante aterrador, clavos sueltos es lo peor que puedes dejar.
Creo que no se cómo debería de sentirme o que pensar, es muy raro sentir esto y no saber qué significado tiene, aunque creo que sí lo sé solo que como todos me hago la vista gorda.
Pero en estás circunstancias de nuestras vidas no hay nada que cambiar, tampoco se puede volver atrás y cambiar lo irremediable.
Era de esperarse que esto iba a pasar, pero no imaginé que sería después de tanto tiempo. ¿Cortamos lazos? No lo sé, creo que ya lo habíamos hecho cuando tomamos rumbos diferentes.
Se que será imposible borrar los momentos vividos, más bien quedarían como recuerdos que prefiero atesorarlos, cada persona que pasa por tu vida deja algo valioso.
Tú en particular, has marcado una etapa de mi vida me ayudaste cuando nadie más lo hizo, fuiste mi refugio, mi confidente y ese fiel amigo que estuvo todo el tiempo a mi lado.
Aún en las noches sentía tu presencia y esa sonrisa que me trasmitir amor y paz, cabe recalcar que te debo tanto y la única manera de agradecerte, es desearte lo mejor.
Se que ya eres feliz, se que serás feliz, aunque la vida y el destino sea tan incierto, serás por siempre mi persona favorita.
Y solo me queda seguir caminando por el rumbo que he tomado y en ocasiones nos hace chocar, es gracioso ver cómo a veces las personas que tanto se amaron en su momento pueden volver a reencontrar.
Pero ya nunca será lo mismo, eso creo...
Contigo nunca fue predecible, me sorprendías de maneras incalculables, pero es el momento.Solamente pasaba diez minutos con el amor de su vida, y miles de horas pensando en él”.
–Paulo Coelho