Capítulo 19

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¿Por qué tardaste tanto?

Capítulo 19

Antes de que empiecen a leer, les aviso que es capítulo nuevo. No estaba contemplado en la primera versión. Así que, espero lo disfruten. Nos leemos al final. 

Si bien le había dicho que estaríamos en el café que quedaba frente a la disco, rápidamente cambié de opinión

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Si bien le había dicho que estaríamos en el café que quedaba frente a la disco, rápidamente cambié de opinión. Era un lugar abierto al público y probablemente no tendríamos la privacidad que yo necesitaba para conversar con ella, y aunque no conocía muy bien la zona, me tomé la libertad de seguir las señales que indicaban que un parque estaba cerca.

―Dijiste que íbamos al café ―comentó Sakura, colocándose al lado mío―, ¿o no era ese?
―Lo pensé mejor ―dije, llegando con ella al paso peatonal que conectaba con el lugar que estaba buscando―, y puede que necesitamos privacidad para conversar.

Ella no agregó más y me siguió en silencio, mientras yo buscaba el lugar apropiado. El parque era agradable porque a pesar de que aún había personas transitando por el lugar, estas estaban en el área de juegos, y entonces divisé una caseta iluminada. Los árboles que decoraban el espacio nos darían la privacidad necesaria, quería creer que nadie pasaría por ese lugar, cualquiera nos haría pasar por una pareja que necesitaba privacidad. Ella estaba claramente nerviosa, sus dedos jugaban con el bordado de su camisa y su mirada estaba enfocada en el suelo. Lancé un suspiro, ni cuando empezamos a trabajar juntos se dieron estos momentos de tensión. Solo esperaba que ella no llegase a pensar que mi actitud en la disco alimentara sus traumas. Eso era lo último que deseaba hacer.

Me limité a caminar a su lado, estaba terminando de acomodar mis ideas, porque la conversación que íbamos a tener era muy importante, al menos para mí. No quería decir alguna palabra que sirviera para confundir el panorama o empeorarlo.

La invité a entrar primero a la caseta, esperé a que se acomodara y después hice lo mismo. El audible suspiro que salió de sus labios al sentarse me confirmó que, en efecto... ella estaba nerviosa.

Unos segundos después de habernos acomodado ella comenzó a reír. No eran carcajadas, era una risa nerviosa. Lo sabía porque no era la alegre que yo ya conocía no tenía el vigor que siempre me había demostrado. Su incomodidad estaba reflejada en el movimiento de sus ojos, miraba a cualquier lado menos a mí. No me uní a ella porque no me causaba gracia la situación y tenía una vaga idea del porqué de su reacción.

―No puedo olvidar sus expresiones de asombro ―comentó después de unos segundos de reír―, eso era digno de retratar.
―Te refieres a tu hermana y su novio. ―Aunque no era una pregunta, ella afirmó moviendo su cabeza y empezó a reír una vez más.
―Estoy impresionada... la verdad yo... ―Su risa fue apagándose hasta que se convirtió en una sonrisa avergonzada, mordió su labio inferior y por primera vez desde que habíamos salido de la disco me miró directamente a los ojos―. Perdón, Syaoran. Te viste involucrado en algo vergonzoso y todo por mi culpa, no sé qué más... no sé que puedo decir o hacer para mejorar esto... yo solo quería pasar un buen rato con ustedes.

¿Por qué tardaste tanto? EDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora