DESTINO

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Rápido. Esto debe acabar rápido.

Se repetía una y otra vez el hijo del buey a cada paso que se alejaba y dejaba de sentir la presencia del dragón, de un tiempo a acá había empezado a odiar la sensación de no estar a su lado. Falta poco.

El agitado joven por fin se hizo camino hasta el pilar de luz que se desvanecía al horizonte, después de todo ya había cumplido su propósito, y la bestia lunar ya había sido liberada. El monumental monstruo rodeado de humo producto del calor que emanaba su cuerpo ya se movía por la ciudad devorando y aplastando todo cuanto podía.

(Decidí usar a Cho Gath Shan Hai como la bestia para que se lo imaginen mejor)

-"Hermano"-

-Lo se.-

El peliazulado apretó el paso, ya había algunos de sus compañeros de escuadrón tratando de contener a la bestia. Jarvan, Darius y Sara afortunadamente se encontraban en ese cuadrante y habían iniciado una serie de ataques combinados, sin embargo y como se lo temía el líder del escuadrón... la bestia de este año era aún más grande y fuerte que la vez anterior. Seguramente su padre lo sabía y es por eso que él estaba ahí.

-"Calibrum"- Invoco su hermana una vez que alcanzaron una distancia de combate viable para las habilidades del menor.

Aphelios subió rápidamente a un edificio que le diera algo de vista y preparo su arma/francotirador para cubrir a sus compañeros a distancia. Primer disparo, cerca, segundo disparo, casi en el blanco y por fin tercer disparo, justo en el ojo de la bestia que se retorcía un poco sobre su lugar ante la repentina pérdida de visión. Oportunidad que aprovecho el resto del equipo para buscar infligir daño en aquellas zonas que no parecían hechas por roca y fuego.

-Phellyyyy!!! Cuidado!!- Advirtió el lancero a la distancia.

La bestia se había recompuesto demasiado rápido y ya le tenía en la mira. Un enorme círculo rojo comenzó a brillar bajo los pies del peliazulado, que al advertirlo, rápidamente salto a la edificación más cercana y justo en tiempo, pues su anterior posición termino totalmente destruida por la combinación de fuego y compresión invocada por la bestia.

-"Magia antigua?!. Ten mucho cuidado Phel"- Alune.

Apenas un segundo tuvo para respirar en lo que la bestia ya se encontraba invocando una lluvia de espinas de fuego sobre su nueva ubicación.

-Mierda.-

El joven siguió esquivando con dificultad cada uno de los ataques de la bestia, cargándose buena parte de la ciudad a su paso mientras el equipo trataba sin mucho éxito herir al monstruo con sus armas, pero este simplemente se enfocaba en el hijo del buey. Nada tonto. Conforme el joven fue acercándose los ataques se iban volviendo más difíciles de esquivar, pero también... empezaba a verlo... el punto débiles de la bestia. Seguramente guía de su padre. El contacto con su arma cosquilleaba y un halo dorado se dibujaba en la garganta del monstruo, ahí era.

En medio de su hallazgo se distrajo de la realidad y al volver a esta era demasiado tarde, una espina de fuego lo flaqueaba por la derecha y era muy tarde para reaccionar. Sería un golpe letal o en el peor de los casos una muerte dolorosa.

Del otro lado Sett, el hijo del dragón, aún combatía contra su propia gente, que difícil era pelear sin la intención de dañar a su oponente. Uno tras otro el líder del clan tuvo que evadir o soportar ataques de las distintas armas que producía su empresa.

-Mierda que buen trabajo hacemos.- Bufo. Se encontraba ya algo herido, pero por lo menos los vencidos se levantarían sin más que alguno que otro hueso roto.

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