➷Capítulo 1➷

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El omega se encontraba admirando el hermoso atardecer desde su balcón, sus claros ojos estaban perdidos en inmenso manto de colores cálidos, tonos rojizos y algunos naranja otoñal, dignos de ser grabados en un cuadro y luego ponerlo junto a sus otras pinturas, las cuales cuidaba y atesoraba como si fueran la cosa más valiosa de este mundo.

La suave brisa marina hacía bailar sus rojizos y suaves cabellos, el canto de las gaviotas se había convertido en su sonido favorito, sus ojos tenían cierto brillo soñador y es que no había nada más que el omega amara que ver el horizonte, pues lo hacía olvidarse momentáneamente de sus obligaciones y porqué no, del gran paso que estaba a punto de dar.

Suspiro un tanto cansado, su pesado itinerario se robaba sus ánimos y energías, él quería hacer cosas que hacen los chicos de su edad, salir con amigos, conocer gente nueva, divertirse poder reírse libremente sin ser reprendido por sus padres diciéndole que esa no era la forma de reír de alguien de la nobleza, el quería viajar y no ser vigilado las 24 horas del día, pero lo que acabo con esos sueños fue la noticia que le dio su padre hace unos días atrás.

"Jimin ya llegaste a tu mayoría de edad, ya eres un omega maduro y listo para emparejarte con un alfa digno de tí  y que esté a la altura de nuestra familia, por eso tu madre y yo hemos encontrado el candidato perfecto, ¿has escuchado hablar del conde Min? Un vampiro de sangre pura, de buen estatus social el cual después de escuchar de ti y verte a través de fotografías se ha ofrecido a desposarte y convertirse en tu pareja y padre de tus cachorros, en una semana podrás conocerlo y dos días después te convertirás en su esposo"

Así de fácil, así de sencillo su padre lo ofreció a un desconocido, y no sólo eso a un hombre que gusta absorber la vida de los demás, ni siquiera se molesto en pedirle su opinión antes de tomar una decisión tan importante como esa.

Justo hoy se cumplía una semana desde aquella incómoda situación donde no sólo le había llorado a su padre si no que también había ido corriendo donde su madre a pedirle que por favor hiciera algo para que su padre no hiciera semejante locura, pero solo recibió una fría mirada y unas palabras vacías que lo único que provocaron en él fue más llanto.

"Estoy de acuerdo con tu padre, tienes 20 años, un omega de tu edad ya tendría que estar casado y marcado, tienes que crecer dejar de ser un niño mimado y cumplir con tu rol como omega"

Esta última semana intentó resignarse, hacerse a la idea que su futuro ya estaba decidido, después de todo era solo un débil omega que no tenía derecho a decidir sobre su propia vida.

─ Joven park, ¿preguntan sus padres si ya está listo? Los invitados ya están abajo ─ Irene, su dama y mejor amiga había estado ahí para apoyarlo, alentandolo y diciéndole que intentara querer a Min, tomarle cariño y que al menos tratara de llevarse bien con el,  que a lo mejor y resultaba ser un caballero que lo dejaría sorprendido, era lo único que le quedaba por hacer.

Como si eso fuera tan fácil…

Suspirando el omega miró por última vez el atardecer y se dio la media vuelta para encarar a la omega quien siempre lo escuchaba.

─ No quiero… ─ sus ojos se pusieron llorosos, él solo quería ser libre.

─ No llore joven park, sus padres lo notaran y será reprendido ─ mencionó la omega caminando hacia él y tocando sus rechonchas y sonrosadas mejillas, con sus delicadas manos limpio la rebelde lágrima que había escapado de los ojos color Jade del joven omega.

─ El conde acaba de llegar, no tuve la oportunidad de verlo pero si escuchar los murmullos de las demás personas, el vampiro a llamado toda la atención a su alrededor, debería de bajar a recibirlo, él ha viajado en barco por horas solo para verlo a usted ─ espetó la hermosa pelinegra, Jimin apretó sus ojitos y sorbió su nariz, se había mentalizado para este momento toda la semana, solo debería tener la mente clara y no dejar que los malos pensamientos le causen más problemas.

✔Sweet blood (Yoonmin) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora