✔Sweet blood (Yoonmin)

➷ Extra 1 ➷

La comodidad de aquellos brazos en los que su cuerpo descansa tranquilamente es todo lo que alguna vez soñó, recuerdos de una infancia aburrida, donde los sueños e ilusiones eran lo único que lo hacían sonreír.

Una sonrisa se dibuja en sus etéreas facciones al sentir sus fríos labios besar con parsimonia su rostro y mandíbula; las cosquillas en su panza es algo que nunca faltan en todas las mañanas, pues su esposo lo enamora día tras día. Puede sentir sus pequeños colmillos cuando su boca se aventura más abajo buscando su cuello. Su respiración se altera y sus vellos se erizan, Yoongi lo está haciendo de nuevo.

El vampiro disfruta olfateando y tentando la delicada piel, las venosas manos se posan en su cintura. Jimin se niega a abrir los ojos, pues de esa forma disfruta más de los juegos mañaneros de su esposo.

Yoongi besa y lame su piel, su mano acaricia su cuerpo, toca a su antojo y se detiene en el vientre plano del omega, donde hace movimientos circulares, sabe lo mucho que le gusta y a él le encanta consentirlo.

Y aunque no era su intención sus ojos verdes se abren de golpe cuando los colmillos de Yoongi se entierran sin previó aviso en su sensible piel, arrebatándole un gemido que se escuchó en toda la habitación.

El vampiro chupa, succiona y se alimenta de la deliciosa sangre de su pareja, siendo cuidadoso de no derramar ni una sola gota. Jimin aprieta su camisa de pijama y abre su boca dejando escapar varios suspiros y jadeos porque aquello se siente demasiado bien; le encanta sentir que Yoongi le absorbe su sangre, se le hace bastante placentera la sensación y lo disfruta en todo el sentido de la palabra.

El vampiro se separa mientras mira con deseo a su esposo quien mantiene una imagen caliente, se detiene a chupar sus labios y sonreírle de forma coqueta.

─ Perdón por eso cariño, pero no me resistí, tu cuello es una de mis debilidades más grandes ─ menciona con voz ronca, Jimin adora cuando le habla así.

Ya había notado que había amanecido en su totalidad, las aves en los árboles más cercanos de su ventana cantan alegremente anunciando un nuevo día; pero cuando Yoongi se pone de esta manera lo último que quiere es levantarse de la cama, quiere quedarse y que Yoongi lo haga con él, mientras se encarga de hacerle un par de cachorros más.

─ No te disculpes, si bien sabes que me encanta ─ su voz está agitada por algún motivo. Su celo ha pasado hace un par de días, pero su cuerpo ha quedado sensible ─. Ahora ven y bésame que mi cuello no es lo único que quiero que muerdas ─ lo tomó de la nuca y lo atrajo hacia él para atrapar sus labios y unir sus bocas en un beso necesitado.

Sus lenguas salieron al encuentro, estas iniciaron una húmeda guerra donde ninguna de las dos quería perder. Yoongi mordía el labio de su omega y cuando podía Jimin succionaba el de su esposo. Todo era tan intenso, tan sucio pero correcto; sus cuerpos se exigían y como si presintiera lo que venía estos comenzaron a reaccionar, Yoongi lo supo cuando sintió el tenue olor del lubricante de su esposo y Jimin cuando sintió la hombría despierta del vampiro chocar contra su pelvis. 

─ Joder, me encantas ─ el vampiro habló entremedio del beso, tomando las manos de su esposo y poniéndolas arriba de su cabeza. A Jimin le gustaba cuando Yoongi lo dominaba, era una faceta de él que siempre lo prendía.

─ Tomame ─ gimió cuando el vampiro simuló una embestida ─ hazlo a tu modo ─ agregó apretando las manos.

Ambos lo deseaban, querían fundirse en el otro y no lo soportaban. Las cosas hubieran tomado el rumbo deseado de no ser porque el sonido del cerrojo congeló sus movimientos. Ambos se miraron con sus ojos muy abiertos al comprender de qué se trataba, inmediatamente Yoongi se bajó de encima del omega y se acostó en su lado de la cama mientras Jimin se arreglaba la ropa.