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Sehun se había reportado enfermo desde hace un mes.

Chanyeol miró por quinta vez la fila de papeles que se había comenzado a acumular en su oficina. Si su muñequito seguía con esa actitud inmadura, Chanyeol muy pronto perdería la paciencia.

—Comunícame con el señor Oh —solicitó a su secretaria antes de cerrar la puerta.



Sehun suspiró antes de bajar del carro.

Sus manos picaban y sus huesos dolían. No tenía idea de cuantos días habían pasado desde que su mundo se había venido abajo, pero desde que él había entrado a su vida, las cosas más simples se volvieron las más difíciles.

Con dificultad y mirando por todos lados, Sehun caminó a su oficina a pasos apresurados. Su rostro lucía demacrado, e incluso había perdido más de 5 kilos. Era como estar muerto en vida.


Cuando entró, todas las miradas se posaron en él. Muchos de sus compañeros se llevaron las manos a la boca con sorpresa: no había quedado nada del hermoso chico que había entrado alguna vez por aquella puerta.

Ahora solo era un saco de huesos que se veía igual que la mierda.


Chanyeol que se había mantenido al margen de la situación, miró preocupado a su muñequito. Sehun parecía desmoronarse a cada paso, y eso lo estaba matando. ¿Por qué no podía dejar las cosas atrás? Chanyeol comenzó a escuchar aquella parte de su interior que siempre lo alteraba.

Ese tipo ni muerto dejaba a su muñequito volver a empezar

—Todos a su trabajo —la voz de Chanyeol resonó entre los murmullos del departamento. Sehun no se inmuto ni un poco, en el fondo lo agradeció —Esto no es un circo.

En el silencio de una fría oficina. Sehun se encaminó a su cubículo sin decir nada y con la cabeza agachada: era como si nunca se hubiera ido.


Chanyeol entró dos horas después a su oficina con una pequeña sonrisa, misma que desapareció al ver el rostro empapado de lágrimas de su muñequito en una esquina.

—Señor Oh, ¿por qué llora? —Chanyeol preguntó preocupado. Sehun pegó un brinco asustado.

—Debió tocar —Fue lo único que dijo.

Chanyeol suspiró.

—Toque —mintió —Pero no escucho.

El pelinegro lo miró con culpa. Chanyeol volvió a hablar.

—¿No haz estado bien estos días, verdad? —preguntó genuinamente angustiado —Estuve trabajando en tus informes las últimas semanas, no quiero que tengas represalias con el jefe — Chanyeol lo miró —Señor Oh, no sé que este pasando en su vida.

Chanyeol estaba nervioso.

—Pero sé con seguridad que todo estará bien —hablo —Se lo prometo.


Fue ese momento en el que Sehun toco fondo. 

—Está desaparecido —Sehun dijo con dificultad —Mi novio está desaparecido.

Chanyeol comprendió que se refería a Jackson al instante. Se acercó a él y lo abrazó con fuerza mientras Sehun lloraba y le explicaba todo lo que había pasado.

Era la primera vez en 30 días que Sehun no se sentía solo.

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⏰ Última actualización: Mar 13 ⏰

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