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—¡Vendido el número de Sehun por 200 dólares a Minho! —exclamó Baekhyun sin vergüenza ante la multitud que lo rodeaba —Sin quejas, chicos, negocios son negocios.

Chanyeol, quien había estado observando todo desde el marco de la puerta, no sabía que le molestaba más, si la nalgada de aquel bastardo o el hecho de que Baekhyun fuera un hijo de puta con su muñequito. 

¿Quiénes se creían esos imbéciles? 

Chanyeol apretó sus puños y regresó a su oficina.

Había que ir tiempo atrás para lograr entender a Park Chanyeol, pero hay cosas que es mejor olvidar. Chanyeol no era muy sociable, siempre había sido una persona solitaria, llena de muchos enigmas. Nunca había tenido amigos, pero podía conseguirlos con facilidad. Es un hombre muy apuesto, calculador y dominante, con una voz gruesa que podía derretir a cualquiera. Tenía un encanto natural que usaba de vez en cuando, sobre todo para tener un buen polvo.

Y justo en ese momento, necesitaba uno.

Chanyeol aflojó el nudo de su corbata y llamó a Baekhyun a su oficina. Sentía la emoción recorrer cada fibra de su cuerpo, y aquella sensación le agradaba. 

Baekhyun tocó la puerta.

—Señor Park, ¿me necesitaba? —Baekhyun lo miró con ojos curiosos. 

Chanyeol pensó que era lindo, pero no lo suficiente.

—Quería hablar contigo —dijo —Siéntate.

Baekhyun abrió los ojos con asombro, pero asintió.

—Dime —su voz era tan irritante —¿qué sucede, señor Park?

Chanyeol chasqueó la lengua, sonriendo. 

—Dejemos las formalidades de lado, Baek —su tono provocó en Baekhyun el efecto de la piel de gallina —No pienso morderte.

"Tan solo matarte"

Baekhyun se sonrojo un poco. Si él contara que Park Chanyeol de Recursos Humanos le estaba hablando de aquella forma, probablemente nadie le creería.

—¿En qué puedo ayudarte Chanyeol? —Excelente.

—Solo quiero invitar a un lindo chico a cenar—los ojos de Baekhyun brillaron, ¿qué tipo de sueño extraño era ese? —¿Tienes algún plan para después del trabajo? Estamos a nada de irnos, no sé si quieras salir conmigo

Baekhyun estaba completamente desorientado, ¿era esto una broma? Tenía muchas preguntas para tan pocas respuestas. 

—Yo... —balbuceó. Chanyeol se acercó a él y acarició su cabello.

—Pasare por ti cuando salgas—Chanyeol lo miró a los ojos, acariciando su mejilla con los dedos... ¿seguiría siendo tan bonito sin ella? —No lo arruines, precioso.

Baekhyun sabía a qué se refería y tragó nervioso.

Chanyeol odiaba demasiado los chismes.

Y por eso Baekhyun no le contó nada a nadie.