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Tras una rutina de 14 horas, Chanyeol aflojó el nudo de su corbata. Su estómago picaba y sus manos cosquilleaban al sentir la emoción invadir cada parte de su cuerpo; la razón de ello era que tenía un buen plan para que su muñequito fuera solo suyo, y había esperado todo el día por ello. Chanyeol tomó su taza de café y salió de su oficina dispuesto a rellenarla.

No fingió sorpresa al ver a Baekhyun allí. Todos los días, sin excepciones, él tomaba un pequeño descanso antes de salir. Era tan predecible que Chanyeol no pudo evitar sonreírle.

Todo iba de puta madre.

—¿Recuperándote? —inquirió Chanyeol. Baekhyun sonrió tímidamente.

Era lindo... pero no lo suficiente.


—Hay mucho trabajo hoy —respondió inflando sus mejillas —Pero puedo soportarlo, ¿qué hay de ti?

Chanyeol chasqueó la lengua, sirviendo su café.

—El señor Oh me ayuda con eso —afirmó, dejando su taza en la orilla de la barra para después mirar a Baekhyun —No podía esperar menos de un chico tan bonito y brillante como tú, Baek.

Baekhyun sintió cómo sus mejillas se encendían, ¿en verdad estaba sucediendo esto? Ni siquiera su mejor amigo, Minki, había logrado captar la atención de Chanyeol de esta manera. Miró al suelo avergonzado; todo se sentía tan extraño.

Que estúpido.


—¿Señor Oh? —preguntó nervioso, intentando cambiar el tema —¿Así llamas a todos?

Chanyeol asintió sin pensarlo, cruzándose de brazos.

—No recuerdo su nombre —mintió —Pero sí los que me interesan, como el tuyo.

Esta vez, Baekhyun lo miró perplejo. Tenía sus nervios a flor de piel y necesitaba tomar agua. Intentó agarrar su vaso y calmarse de una vez, pero en un torpe intento, hizo que la taza de Chanyeol se volcara, derramando el tibio líquido y rompiendo el recipiente en pedazos.

Chanyeol tensó su mandíbula, esperando no haber llamado tanto la atención. Baekhyun lo miró alarmado.

—¡Ay, dios mío, Chanyeol! —dijo Baekhyun. Chanyeol cerró sus ojos, irritado —¡Lo siento, lo siento tanto!

Chanyeol no dijo nada, giró sobre sus talones y llamó al chico de limpieza; retirándose inmediatamente a su oficina sin decirle una sola palabra a Baekhyun.

Que iluso.


Chanyeol tomó su maletín antes de salir de su sitio y caminar al área comercial. Su camisa tenía una gran mancha de café que se había secado minutos antes.

La sala estaba casi vacía, a excepción de la oficina que aún mantenía sus luces encendidas. Bastaba con asomarse un poco para ver a Baekhyun ordenar algunos papeles. Chanyeol se acercó con cuidado, viéndolo desde el marco de la puerta.

—¿Esperaré todo la tarde? —preguntó Chanyeol, haciendo que Baekhyun diera un ligero brinco.

—Yo pensé que ya no querrías —balbuceó avergonzado.

Chanyeol alzó los hombros.

—Los accidentes pasan. No estoy enojado —dijo —Pero lo estaré si no vienes conmigo.


Baekhyun río, tomando sus cosas. Ambos caminaron a la salida con calma.

—Yo en verdad lo siento —Baekhyun insistió, mirando el traje de Chanyeol —No era mi intención...

—Te dije que no había problema —intervino Chanyeol—Pero estás de acuerdo en que no puedo llevarte a comer así.

La expresión alegre de Baekhyun decayó. Ambos ya estaban fuera del edificio: él lo siguió a su auto.

—¿Entonces no..?

Chanyeol se detuvo en su coche, quitando los seguros.

—Nada de eso —Chanyeol abrió la puerta e hizo una mueca, arrojando sus cosas al asiento trasero —Pero tengo que ir a casa primero y quitarme esto.

Baekhyun se quedó quieto: no era posible.

—¿Vas conmigo? —habló de nuevo Chanyeol —Será algo rápido.

Baekhyun no lo pensó mucho: asintió y subió al auto al instante.

Él no notó la extraña expresión de Chanyeol, tampoco lo alejada y escondida que estaba su casa. No sé dio cuenta de que era su primera y última vez en ese auto; mucho menos que ese era su último día.

Estúpido.




—Vamos Baekkie —dijo Chanyeol en un tono carismático —Sé que eres un chico inteligente, solo dame lo que pido y seré muy considerado. ¿Qué dices?

Chanyeol jugueteo con la rasgada piel de su mejilla, arrancando los pedazos de cuero que colgaban de ella. Tomó nuevamente el bate de béisbol y sin pensarlo dos veces, lo estrelló en ambas piernas hasta que sus tronaron. Baekhyun soltó un gritó con desesperación.

Era música dulce para sus oídos.

—Para ser tú —Chanyeol se detuvo extasiado, limpiando la sangre de su rostro con una sonrisa burlona —Gritas tan bonito que me recuerdas a mi madre... y a Minki.

Las lágrimas no tardaron en aparecer. Todo empezaba a cobrar sentido para Baekhyun.

—Debiste estar ahí —habló de nuevo, dejando caer su bate. Chanyeol tomó el bisturí de su caja de herramientas —Cuando dejaron de hablar... fue el mejor momento de mi vida.


«Mierda, mierda». Byun se retorcía de dolor: ambos huesos de sus rodillas sobresalían.

—Esta en mi maletín —confesó Baekhyun con voz entrecortada. Solo quería volver a casa.

Chanyeol sonrió ampliamente, aplaudiendo con altanería.

—Muy bien, buen chico —dijo Chanyeol, dando una palmada en la cabeza de Baekhyun —¿Ves? Podríamos haber evitado todo esto.

Baekhyun sollozo, sintiendo el miedo y la desesperación apoderarse de él.

—Por favor, déjame ir, Chanyeol...

—¿Pero por qué? Si nos estábamos divirtiendo —se excusó Chanyeol, pasando el bisturí por su delgado pecho —Sabes, tú me agradabas Baekhyun, en verdad: hasta que decidiste meterte con mi muñequito —sostuvo el bisturí con fuerza —Pero dije que sería considerado, ¿no?

Baekhyun lloró desconsoladamente, Chanyeol solo negó divertido.

—¡Vamos Baekkie! Todos vamos a morir un día —musitó con cinismo —Solo te estoy adelantando un poco el proceso, porque sinceramente ya me aburriste. Salúdame a Minki.

Su voz se volvió más gruesa. Chanyeol clavó el bisturí en el pecho de Baekhyun las veces necesarias hasta destrozarlo. La sangre salía sin parar del cuerpo del muchacho, y los gritos fueron callados por la lejanía del lugar.

Chanyeol gritó irritado, quería que ya se callara de una buena vez. De un golpe le rompió la mandíbula, y también le cortó la lengua. Chanyeol se quitó los guantes de látex y le dedicó una ultima mirada al cadáver antes de salir.


Aquéllo solo era el comienzo.


인형 ; chanhunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora