16 Junio 2021

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Hay muchas historias que contar, pero la de como mi familia se conoció es mi favorita

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Hay muchas historias que contar, pero la de como mi familia se conoció es mi favorita...

El ser veterinario fue el sueño de Kirishima Zen desde que su propio perro no pudo ser salvado cuando era niño, el médico dijo que era intratable, no tendría fin y sería muy costoso, si bien su familia no tenía problemas económicos, no podrían cos...

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El ser veterinario fue el sueño de Kirishima Zen desde que su propio perro no pudo ser salvado cuando era niño, el médico dijo que era intratable, no tendría fin y sería muy costoso, si bien su familia no tenía problemas económicos, no podrían costear el tratamiento mucho tiempo y eso fue suficiente para que se tuviera que despedir de su primer amigo y encontrará la respuesta definitiva al ¿Qué quieres ser de grande?

Estudio hasta la muerte día y noche e ingreso a la facultad de veterinaria, terminó y trabajo duro hasta tener su propia clínica. Esta historia empieza un día donde no tuvo muchos clientes, vio su reloj y pensó que quizás era hora de cerrar, hasta que vio entrar a un muchacho alterado con un gato en manos pidiendo ayuda. Al verlo era obvio que era una emergencia, el animal inconsciente en sus manos y algo golpeado no lucia nada bien y era tan pequeño que parecía ser aún un cachorro, reflejándose en la mirada azul del preocupado dueño, Zen regresó hasta su consultorio, de pronto la necesidad de ocuparse él mismo de este gato surgió en su mente y necio como era en la vida lo atendió el mismo.

Tras atender al gatito, volvió a la recepción donde el chico estaba sentado luciendo preocupado. Sus miradas chocaron y el dueño se levantó de inmediato al verle, Kirishima se acercó de inmediato para darle los informes pertinentes. Zen escucho toda la historia, este hombre había aparecido en medio de su noche con una cara de terror y un gato que ni siquiera era suyo, pocas veces había visto un caso igual en sus años de experiencia. Le explicó que el animal necesitaría quedarse hospitalizado y necesitaría múltiples cuidados durante al menos unos 3 o 4 días lo que hacía de la cuenta una buena suma de dinero, a lo que el hombre le dijo que hiciera lo necesario ya que el gato se quedaría con él.

El gato había escapado de casa unos días atrás, su dueña era su antigua vecina, una señora mayor que se había mudado con sus hijos debido a problemas de salud y quien alimentaba al gatito algo de lo que su vecino estaba al tanto por lo que su vecina decidio dejarlo con él ya que con su hija no permitían mascotas, sin embargo el día de la mudanza el gato escapo y no lo habían visto hasta ahora tirado a la orilla de un camino por lo que sin dudar lo llevó de inmediato al veterinario. Kirishima tomó los papeles para llenarlos y se detuvo al final como siempre para preguntar:

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