8º. Un día de tranquilidad

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Hacía un día maravilloso, la temperatura era la ideal. Aunque el verano estaba cerca, no hacía mucho calor. Ranma sentado en el porche miraba el jardín y el estanque. Disfrutaba del momento.

El chico estaba contento, en Nerima se respiraba tranquilidad. Su familia estaba de viaje, volverían en unos días. Sus rivales no estaban cerca, ni tampoco sus pretendidas prometidas.

Se echó para atrás y se acostó y cerró los ojos y disfrutó de esa extraña paz que le era negada tan a menudo. Se encontraba tan bien y relajado que no oyó que alguien se acercaba a él.

- ¿Qué haces tumbado ahí? - preguntó una voz con amabilidad- te vas a dormir, y por las tardes aún refresca un poco. Te constiparás y ya sabes lo difícil que es quitarse un constipado en esta época del año.

Ranma abrió los ojos y vio a su prometida oficial. La chica iba vestida con una blusa blanca de tirantes y una falda negra que le llegaba a medio muslo. La joven le sonría y lo miraba de forma amistosa. Desde que desaparecieron todos no se habían vuelto a pelear.

Akane era la única que se quedó con él. Los dos habían tenido que hacer un trabajo para la escuela y la familia los abandonó en el dojo. Los dos chicos lo consideraron una liberación, unos días sin agobios. Sus padres querían casarlos a toda costa y los habían preparado más de una encerrona.

Ranma le sonrió volvió a cerrar los ojos.

-Disfruto- contestó con deleite el chico.

- ¿Disfrutas? - preguntó extrañada la chica- ¡Pero si no pasa nada!

Ranma abrió un ojo y la miró y sonrió travieso.

-Siéntate al lado mío y cierra los ojos-pidió el chico. La chica le hizo caso- ¿Qué escuchas? -le preguntó Ranma.

- ¡Nada! No escucho nada- dijo ella- No sé lo que pretendes Ranma, pero no escucho nada, hay demasiada tranquilidad…- y entonces descubrió que disfrutaba el chico- ¿No estarás diciendo que…?

-Si Akane, hay mucha tranquilidad. Sin nuestra familia cerca, sin esas tres persiguiéndome, sin esos tres queriéndome retar, sin las dos momias cerca. Estoy disfrutando de una paz increíble, ojalá durase mucho.

Akane los miró.

- ¿Pero si te gusta tener a tus tres "prometidas" cerca? - preguntó Akane un poco enfadada.

-No te me pongas celosa Akane- le regañó bromeando Ranma, ella captó la broma de su prometido y no se enfadó- No, no me gusta tenerlas cerca. Últimamente son muy agobiantes. No me dejan ni un momento en paz. Me tienen muy cansado, ya tengo incluso pesadillas. - el joven tuvo un escalofrío- Ahora estoy muy tranquilo con ellas lejos, cuanto más tarden en volver mejor, por mi como si no vuelven nunca- y se rió. Akane lo miró asombrada -Shampoo, Cologne y Mousse han ido a China, tienen que asistir a una boda. ¡Ojalá cuando vuelvan estén casados! Me refiero a Shampoo y Mousse, no a Mousse y Cologne. -Los dos se rieron de la ocurrencia, sería divertido ver casado a Cologne con Mousse. Seguro que Shampoo estaría furiosa, poco o mucho sentía algo por el chico-pato. - Ukyo está visitando a su padre. Ryoga me llamó ayer, está en algún rincón de Europa- miró a su prometida-No preguntes como ha llegado allí, no lo sé… y él tampoco- y se rió-. Y la familia Kuno está en Hawái. Que estén todos lejos, este barrio de locos se convierte en un remanso de paz.

Cuando AnochezcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora