14ª. ¿UNA CURA A LA MALDICIÓN?

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14ª. ¿UNA CURA A LA MALDICIÓN?
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La noticia llegó al dojo Tendo y provocó en él una conmoción. Habían sabido de un lugar donde podrían conseguir la cura de la maldición de los malditos. Todo el grupo se reunió en el dojo para planear el viaje hasta una lejana montaña del Himalaya.
Entre Cologne y Happosai habían conseguido la información de un viejo amigo común. Ese hombre al principio se negaba a soltar tal información.
-No es un viaje fácil. Esta lleno de dificultades y peligros. - dijo ese hombre, pero los dos viejos no hicieron caso a eso, ellos habían vivido constantemente en el peligro, uno más no importaba.
Emborracharon y drogaron al pobre hombre, que era más confiado y honrado que Akane, y le sacaron información sobre lo que sabía del lugar y como llegar. Pero antes de advertirles sobre los riesgos del viaje el hombre se durmió y en ese estado permaneció varios días.
La noticia de que los dos ancianos tenían la forma de como conseguir la cura llegó a los malditos y otra gente y todos se reunieron en el dojo.
Akane miró a ese par de ancianos con desconfianza, sabían cómo eran y que no entregarían la información gratis, pedirían algo por la información. Y se imaginaba que pediría cada uno.
Cologne quería que Ranma se casara con Shampoo. Y Happosai pediría ropa íntima.
Ranma, oyó la información escéptico, no se la acababa de creer. Había tenido varias veces la cura al alcance de su mano para para encontrarse que era una cura falsa o que alguien la perdiese, como cuando se la bebió ese viejo verde. No se creyó de todo esa cura. Y que la trajeran esas dos viejas momias no le gustó. Algo se traía entre manos. Su desconfianza fue total, esos dos no hacían nada gratis.
El resto de afectados por la maldición estaban alegres, por fin se curarían. El resto de rivales, Ukyo, Kuno y la hermana de este se añadieron a la fiesta y al viaje.
-Por fin la chica de la trenza se librará de maldición que lo vuelve chico- dijo Tatewaki mirando a Ranma- y podrá reclamarme su amor sin impedimento.
-No, será Ranma quien se liberará de esa chica molesta- dijo su hermana- por fin será un chico normal y no tendrá ningún impedimento para reclamar nuestro amor.
Ranma miró a esos dos locos y suspiró.
-Me gustaría librarme de esos dos hermanos tan locos- murmuró el joven- ellos si son una maldición- miró a su alrededor vio como todos hacían planes para ir en ese viaje, todos menos su madre, Akane, y Kasumi. Nabiki, aunque no pensaba participar en ese viaje planeaba cuanto costaría.
-Viajaremos hasta Hiroshima allí cogeremos un barco que nos llevará hasta el continente- dijo Cologne- desde allí iremos en burros y andando hasta nuestro destino.
- ¿No podemos ir en coche? - preguntó Tatewaki- un Kuno nunca anda si puede ir en coche.
-Según los planos, no hay caminos para vehículos- comentó Happosai sólo un camino estrecho. Por él que sólo pueden circular personas y animales pequeños de carga.
- ¿Y qué confianza tiene ese plano? - preguntó Ranma- ¿Por qué debemos fiarnos de esa promesa de cura? - miró a los dos viejos- ¿Que ganarán ustedes con eso? Porque ese viaje no nos saldrá gratis.
Akane miró a su prometido y vio desconfianza en sus ojos. Ese chico no se fiaba del viaje, ni de nadie que irían en ese viaje.
-Ranma tiene razón, ustedes están muy interesados en que se haga ese viaje. No sabemos como han conseguido saber de esa cura.
Happosai miró a Akane con lagrimas en los ojos, tan falsas como una moneda de 10 yens de madera.
-Mi Akane desconfía de un pobre viejo- dijo ese viejo sobreactuando- sólo soy un pobre hombre que le queda poco tiempo de vida, -y se lanzó sobre los pechos de Akane- ahora estoy débil, deja que se me quite la pena abrazándote.
Ese hombre no llegó a su objetivo. Akane de un puñetazo lo puso en orbita.
Ranma miró a Cologne y preguntó.
- ¿Como han sabido de ese lugar?, Después de tantos años ahora se enteran que existe un lugar donde se curan todas las maldiciones.
La vieja mujer miró a los presentes.
-Happy y yo conocemos desde hace tiempo a un hombre. Es un buen hombre, y nos ha dado gustosamente la información de como llegar a ese sitio.
Todos los presentes supieron que no fue dada gustosamente, si no que entre las dos momias habían sustraído gustosamente esa información a ese hombre.
-Conociéndolos seguro que ese hombre es como ustedes, un ladrón- soltó Nabiki perspicaz- o si es honrado se lo han robado.
- Es un hombre honrado- dijo Happosai que había vuelto. Volvía sucio, lleno de arañazos, había caído de una zona embarrada y con zarzales- es tan honrado y humilde que me nunca lo veo porque esa humildad me produce picores por todo el cuerpo- y ese pervertido tuvo un escalofrío.
-Happy tiene razón, ese hombre es muy honrado- miró a Happosai- parece una versión positiva de Happosai.
- Y de ti- pensaron Ranma y Akane.
-Ahora tenemos que hablar quien ira- dijo Genma- iremos sobre todo los caídos en Jusenkyo, los malditos dijeron que sí con la cabeza menos Ranma., Akane se dio cuenta de ese detalle, el joven desconfiaba de ese viaje.
Al final a ese viaje se apuntaron los hermanos Kuno, Ukyo y para susto de las hermanas Tendo se añadió Soun.
Nada de lo que dijeron las hijas de ese hombre lo hizo cambiar de opinión y el grupo quedó confeccionado.
Irían los malditos, los hermanos Kuno, Ukyo y los dos ancianos. Ninguna de las hermanas Tendo iría y tampoco Nodoka.
Antes de salir del dojo Shampoo se acercó a Ranma.
-Durante el viaje Airen y Shampoo formalizar nuestro amor, una vez curados, tú y yo ir a mi aldea y casarnos.
La chica china se abrazó a Ranma y se restregó con él. Akane miró enfurecida la escena, hasta que vio los ojos vacíos del chico. Ranma estaba ausente ni siquiera notaba ni oía a Shampoo. Los pensamientos del chico no estaban en el momento presente. No oía a nadie, ni notaba la presencia de nadie. Akane se preocupó. Tal como lo conocía supo al instante que al chico no le gustaba ir a ese viaje, como a ella. Pero no supo ver las razones por las cuales Ranma se oponía al viaje.
- ¡No te dejaré hacer eso Shampoo!, ¡Ran- chan se me declarará a mí! - dijo Ukyo- el único compromiso que vale el nuestro.
- ¡Ni en sueños! Mi querido Ranma me pedirá en matrimonio a mi.
Las tres chicas iniciaron una pelea para ver quien se quedaba con el chico de la trenza, este aprovechó que estaba libre para girarse y salir del dojo.
- ¿Dónde vas Ranma? - gritó su padre- te tienes que quedar aquí y escuchar los preparativos del viaje.
Ranma se giró apático.
-Voy a dar una vuelta, a pensar y despejarme- se encogió de hombros- Haced y decidir lo que queráis – dijo el joven como si nada fuese con él- de toda forma mi opinión no cuenta, haréis lo que os de la gana.
Y el joven salió del dojo. Akane lo siguió y lo vio salta el muro de la casa y perderse en los tejados. El corazón de la chica se llenó de malos presagios, Ranma no estaba bien, algo le rondaba la cabeza y Akane conociéndolo supo que no era nada bueno. No lo siguió, sabía que el chico quería estar solo y ella respetaría la voluntad del chico, pero eso no evitaba que se preocupara por él.
La joven sin prestar atención al ruido que había dentro del dojo, se dirigió a su habitación y se dejó caer boca abajo en la cama, y lloró. Ranma se iría y la dejaría sola, volvería a estar sola. No quería que él se fuera. Sabía que eso era un pensamiento egoísta, que Ranma deseaba curarse, pero algo le decía que si él se iba…
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Horas después en el dojo sólo quedaba la familia, todos se habían ido y se había planificado el viaje. Se irían al día siguiente al amanecer. Viajarían en tren hasta Hiroshima y allí cogerían un barco hasta el continente. Desde allí no sabían como ir al templo donde estaba la curación. Al llegar al puerto donde embarcarían habría un guía que les contaría las condiciones del viaje y su valor.
Ranma no habría vuelto y Akane no había salido de su habitación. Kasumi subió a avisarla y desde la puerta la oyó llorar.
-La cena está hecha, si no quieres bajar ya te subiré yo un plato- dijo la hermana mayor, pero no obtuvo respuesta y bajó al comedor.
Estaban todos cenando cuando bajó a cenar Akane. Tenía los ojos rojos, de lo que había llorado y cenaba en silencio, todos la miraron y supieron que esa chica quería estar en silencio, todos menos Nabiki, que la miró con una sonrisa burlona y sonrió.
-Vete a saber donde está ahora tu prometido, puede que esté con una de sus prometidas. - dijo Nabiki riéndose.
Akane la miró con ganas de matarla, todos supieron que Akane no estaba de humor para soportar las bromas de su hermana, Nabiki no captó el enfado de Akane, y siguió burlándose de su hermana.
-Imagínatelo ahora con una de sus otras prometidas, disfrutando del momento- siguió hablando Nabiki, si darse en cuenta que su vida corría peligro.
- ¡Ranma no es así! - chilló Akane.
- ¡Que poco sabes de los hombres! - rió Nabiki, que ya estaba cruzando la línea de no retorno - ¡Todos los hombres son iguales!, unos pervertidos que sólo quieren una cosa de las mujeres, y no es su amor.
- ¡Que poco sabes de los hombres! - dijo una voz. Todos se giraron y vieron entrar a Ranma, el chico parecía triste- ¿Que sabrás tú de los hombres?, ¡Nada! De los hombres sólo quieres algo y es el tamaño de su monedero. Nunca sabrás ni entenderás a un hombre- la miró- ni a una mujer. Para ti sólo existe una cosa, el dinero, es tu único amor.
Nabiki miró a Akane, estaba dolida por las palabras de Ranma, y utilizaría a Akane para vengarse de él.
- ¿No le preguntarás donde ha ido? - le preguntó Nabiki a su hermana- ¡es tu prometido!, Té lo tiene que contar!
-No, le preguntaré, Ranma ha salido a pensar, confío en él, sé que no ha hecho nada malo- miró a su hermana- no me pelearé con Ranma por tu gusto. Pero si no te callas si me puedo pelear contigo y no lo pasarás bien.
Nabiki entonces si captó la amenaza de Akane, debía callarse y no seguir con su interrogatorio, o tendría problemas, ni Ranma ni Akane estaban de humor para un interrogatorio de lo más estúpido.
Ranma permaneció toda cena callado, apenas probó bocado. Akane se preocupó aún más sabía que al chico le pasaba algo, pero no preguntó nada. Aunque Nabiki no había hablado después de ser amenazada por su hermana seguía vigilando a los dos prometidos como un depredador a sus presas, a pesar que estas presas eran aún más peligrosas que el depredador.
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Cuando Ranma se cansó de la comida, se levantó, y salió del comedor. Todos lo miraron extrañados. Que Ranma no comiese no era normal. Akane decidió averiguar que era lo que le ocurría a su prometido, debía saberlo. No podría descansar hasta saber lo que le ocurría a su amigo.
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Al acabar de cenar, Akane se fue con una burda excusa y fue en busca de su prometido, no lo encontró ni en su habitación ni en el dojo. Lo buscó por toda la casa hasta que se le ocurrió el único sitio posible. Subió al tejado y allí tumbado mirando las estrellas vio a su prometido.
El chico no pareció percatarse de la presencia de su prometida, ella se sentó a su lado y lo miró, vio lágrimas en los ojos del chico, se preguntó si el chico había llorado o el frío de la noche le irritó los ojos.
Pasaron unos minutos en silencio, en realidad casi una hora o un poco más. Aunque hacía un poco de frío, los dos iban lo bastante abrigados para no sentirlo.
La chica contempló las estrellas, sabía que el chico acabaría hablando, y eso hizo.
-Las estrellas hoy brillan más que nunca- dijo el chico. - cuando iba con mi padre de entrenamiento y necesitaba sosegarme y no podía dormir me alejaba de donde estaba el campamento y las miraba para tranquilizarme.
La joven supo que el chico estaba intranquilo y necesitaba sosegarse, también supo que en ese momento no era una molestia para el joven, y no la echaría. Desde poco tiempo después de conocer a su prometido sabía que el chico subía al tejado cuando necesitaba tranquilizarse. Se insultó ella misma por buscarlo por toda la casa, cuando desde el primer momento supo donde estaba el joven.
-Si, no hay ninguna nube molesta- la chica lo dijo con doble sentido- y hay luna nueva, hoy se puede ver bien las estrellas, - Akane sabía que Ranma realmente no quería hablar de las estrellas. Su bobo prometido quería hablarle de otra cosa, pero como siempre daba un rodeo para hablarle de eso, o acabaría diciéndole cualquier tontería.
-Si, ninguna nube- dijo el chico con desinterés- nada que moleste, nadie que venga a molestar, sólo tú y yo, las personas más torpes que existen para decirse lo que realmente piensan.
Akane lo miró con un segundo con furia, ese chico la había insultado… y se había insultado él mismo, y lo había hecho con desgana.
- ¿Qué te pasa Ranma?, estás extraño, no eres el mismo de siempre.
-Este viaje… hay algo que no me gusta. Han sido demasiada las veces que me han prometido una cura, o la he tenido al alcance de la mano… y después nada. Siempre ha sido un bulo, o algo a fallado. Nadie me dice que esta vez todo sea mentira. – paró de hablar un instante y miró a su prometida- tengo un mal presentimiento sobre ese viaje. Creo que esa cura oculta algo.
Akane sintió un escalofrío. Ella tenía el mismo presentimiento que el chico.
-A mi tampoco me gusta ese viaje. Temo por lo que pueda ocurrir. Tengo miedo que si vas no volverás.
- Yo temo lo mismo, y se lo he comentado a mi padre, y me ha dicho que me he acomodado aquí, que desde que vivo en el dojo me he ablandado. Que me gusta ser una chica. Sabes que me quiero librar de Ranko, pero me temo que el precio a pagar deba ser muy alto.
-Yo le he comentado a mi padre que no me gusta ese viaje- contestó Akane- y me ha dicho que lo que me pasa es que no quiero que te alejes de mi. Que te quiero detener a mi lado. Me ha prohibido que te hable en contra del viaje.
Ranma la miró.
-No quiero ir, no quiero separarme de ti, ni de mi madre. Ese viaje es incierto, y viajando con tantos locos es un suicidio. Sé que mi padre me llevará quiera yo o no.
-Lo que ha dicho mi padre es verdad. No quiero separarme de ti. Eres la única persona que llenas mi vacío. Sin ti no soy nada, sólo una torpe violenta.
- Lo mismo me pasa a mi. Eres la razón de mi existencia, quien ilumina mi camino. Sin ti el mundo no tiene sentido. - dijo el chico.
Los dos se miraron a los ojos, se acercaron y se besaron, fue un beso torpe, y mal dado, era su primer beso real, no tenían experiencia para darlo, pero no por ello se arrepintieron de haberlo dado, para ambos fue un beso maravilloso.
- ¡Te amo! - dijeron los dos. Y se volvieron a besar, una y otra vez, y con cada beso fueron mejorando poco a poco, pero como ambos eran muy torpes, no cogieron mucha experiencia.
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Los dos al final bajaron y entraron en la casa.
Los dos chicos se pararon enfrente de la habitación de la chica. Era la última noche que pasaban los dos durmiendo bajo el mismo techo, ninguno sabía si se volverían a ver. Los dos se miraron sin decirse nada. En sus ojos se veía lágrimas, no se querían separar. Notaban que si cada uno se iba a su habitación perderían una valiosa ocasión para estar juntos. No querían estar separados.
Akane se puso roja, lo que iba a proponerle a Ranma iba en contra de su carácter.
-Ranma… yo…. Me preguntaba… si…- hay se cortó.
El chico la miró asustado y nervioso.
- ¿Qué… te pasa? - preguntó él.
-Me gustaría que… que- se calló un rato. Y de repente dijo lo que quería- me gustaría que durmieras conmigo esta noche- el chico al oír eso se quedó helado, no esperaba que Akane le propusiera eso. Ella al ver callado al chico lo malinterpretó, y se enfadó- ya veo que no tengo valor para ti, mucho decir que me amas, pero a la hora de la verdad nada.
Y se giró y se dirigió a su habitación. Ranma reaccionó, no podía estropear eso, hoy no. Debía actuar de una vez, dejar de lado las tonterías del pasado, no oír a su timidez. No dejar que Akane se enfadara por si indecisión.
Cuando Akane iba abrir su puerta notó que Ranma la cogía por el brazo, se giró y vio que el chico la miraba sonrojado.
-Yo…no sé como decírtelo… si… quiero dormir con… contigo hoy- el joven empezó a chocar sus dedos índices. Akane lo vio tan tímido que sintió compasión, y se le paso el enfado- me lo has dicho tan de sorpresa que no he sabido como reaccionar. No quiero que nos enfademos esta noche.
Ella sonrió con timidez. Lo cogió por la mano y los dos entraron en la habitación de la joven.
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Dentro de la habitación los dos chicos se miraron, de nuevo dominados por la vergüenza, ninguno se acordaba que ya se habían visto desnudos. Después de varios minutos, el chico se quitó la camiseta y los pantalones quedándose con la camiseta y los bóxers. Ella procedió a desabrocharse la camiseta, se la quitó, quedándose con sujetador, y después desabrochó la falda que cayó a sus pies.
Los dos en ropa interior se acercaron se abrazaron y se besaron. Ranma desabrochó el sujetador de su prometida quedando la chica sólo en braguitas que muy pronto ella misma se quitó. Después desnudó a su prometido. Lo cogió de la mano y lo condujo hasta la cama. Una vez acostados se besaron, se acariciaron, e hicieron el amor, fue la primera vez para ambos y aunque pusieron toda su pasión, no pudieron esconder lo inexpertos que eran. Aunque no fue un acto que salió a la perfección los dos disfrutaron y gozaron.
Una vez acabado el acto, se durmieron abrazados, los dos felices por tener a su lado al otro y dormir entre sus brazos.
Con las primeras luces del día los dos despertaron y se miraron.
Ranma sonrió.
- ¡Que belleza tengo delante mío! - dijo el chico- daría cualquier cosa porque cada mañana al despertar tuviera delante a una diosa como tú, que te tuviera a ti junto a mi lado cada mañana de mi vida.
- ¿Quién eres tú? - preguntó Akane sorprendida. - ¿Dónde está eso de poco bella o pechos planos?
-Mentía, siempre te encontré bellísima.
- ¿Pechos planos? No me negaras que Shampoo tiene más que yo.
-Eso no son pechos son urbes- dijo Ranma riendo- además con el tiempo tendrá problemas con la espalda por culpa de sus pechos.
-Eres malo, no me negarás que soy quien más pequeños los tiene.
- Y sigues con eso. Te quiero a ti como persona, porque me has apreciado y aceptado tal como soy. Me da igual que estés más rellenita, aunque Shampoo tampoco está muy delgada, que seas bajita o que tengas poco pecho. Te quiero a ti como persona, no me importa nada más.
- ¡Que diferente que eres! Hasta ayer eras un insoportable.
Ranma rió.
-Hasta ayer era un gilipollas. Pero después de Jusenkyo, después de la boda fallida, pensé mucho. En Jusenkyo estuve a punto de perderte, te falle por no protegerte. Y en la boda fallida te fallé al dejarte por un barril de agua.
-Allí estaba tu curación- dijo Akane.
-Eso no cambia que te fallé. - contestó el chico- no me quiero ir pensando que te fallé en momento importantes.
Akane vio que Ranma temía algo.
- ¿Qué te pasa? - dijo Akane cuenta todo.
-Akane tengo miedo- confesó el joven- no me gusta este viaje. Tengo un mal presentimiento. Temo que si voy no volveré a verte. Que es un viaje sin retorno.
La chica se quedó helada, eso mismo pensaba ella.
- ¡Volverás!, te esperaré el tiempo que sea.
- ¿Y si no vuelvo? - preguntó el chico.
-Te iré a buscar- contestó ella.
- ¿Y si no me encuentras?
-No me rendiré, te buscaré, aunque necesite para ello toda mi vida. Y te en cuenta que, aunque pasen décadas te encontraré.
-Parecerás Marco en busca de su mamá.
Ella le dio un golpe suave en la cabeza y le hizo cosquillas, Ranma le contraatacó de la misma forma y durante un rato los dos rieron felices.
Fue entonces cuando picó Kasumi en la puerta.
-Akane ha llegado la hora de desayunar, baja que todo está listo para que se vayan.
Los dos jóvenes se miraron tristes, le quedaba minutos para separarse. Los dos se abrazaron y lloraron.
La que picó entonces en la puerta fue Nabiki.
-No hace falta que busque a Ranma, sé que ha pasado la noche contigo.
Los dos prometidos se miraron y sonrieron con maldad, ese día esa chica le pagaría todas las veces que los había delatado, chantajeado.
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Un rato después estaba la familia desayunando.
- ¿Y Nabiki?, ¿Alguien ha visto a Nabiki?
- No, - contestó Akane- debe estar haciendo negocio con los que irán al viaje.
Nadie captó la mirada que se lanzaron los dos prometidos, ellos si sabían donde estaba Nabiki.
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Minutos antes.
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En la parte trasera de la casa colgada por los pies de un árbol, estaba atada Nabiki, vestida sólo con un tanga. Ahora había sido ella la victima de los dos prometidos, incluso Akane le sacó fotos.
-Di algo y venderé estás fotos a en el Furinkan. Todos pensaran que te gusta el bondage. - la había amenazado Akane.
Ranma al lado miró a la joven atada.
- ¿Qué miras pervertido? - dijo Nabiki Irritada.
-No hay nada que mirar- dijo Ranma- de las tres hermanas eres la que peor cuerpo tienes.
Nabiki vio que Ranma no bromeaba, iba en serio. Iba a contestar cuando los dos prometidos dieron media vuelta y se alejaron.
- ¡Volver pervertidos!, ¡Esto me lo pagáis caro! - gritó la chica colgada- ¡Sois unos pervertidos!, ¡les diré a todos lo que habéis hecho este moche!, ¡Os he grabado!
Akane se giró, le quitó el tanga a la chica, dejándola desnuda del todo, y la volvió a fotografiar.
-Hazlo y venderé estas últimas fotos – dijo Akane- no querrás que nadie vea estas fotos- Akane lo pensó- aunque podría hacer un fotomontaje en tus fotos, te pongo algo en tu entrepierna, te quito pecho y todos pensaran que eres un hombre. No encontrarás ningún chico que se acerque a ti. Y las chicas te miraran mal, te consideran un pervertido que se ha hecho pasar por chica para espiarlas desnudas.
Nabiki se puso blanca. Akane era capaz de eso, si su hermana cumplía su amenaza estaba acabada. Decidió callar y no contar nada. Pero los dos prometidos la dejaron colgada y desnuda.
-Bajarme, la cuerda me aprieta, hace frío y estoy desnuda, me voy a constipar. Me baja la sangre a la cabeza, me voy a marear.
Pero ya estaba sola y nadie la escuchaba.
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El desayuno transcurrió en silencio, nadie preguntó por la misteriosa desaparición de Nabiki. Ni Kasumi ni Nodoka estaban de acuerdo con ese viaje. Kasumi pensaba que su padre las iba abandonar, no debía hacer ese viaje, ya era mayor para viajar. Nodosa pensaba que Genma se quería escaquear, obligaba a Ranma a ir en ese viaje. La volvían a separar de su hijo, ella no quería volver a estar alejada de su hijito.
Los dos prometidos no querían separarse. Eran los que más estaban en contra de ese viaje. Ahora que habían dejado atrás el orgullo y la timidez no querían separase.
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El almuerzo acabó y la familia se reunió en la entrada, incluso Nabiki que fue desatada por Akane, aunque esta amenazó a su hermana con lo que pasaría si se iba de la lengua. La hermana mediana miraba a los dos prometidos con rabia, pero no dijo nada, era su hermana la que tenía ahora la sartén por el mango.
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Soun cogió la mochila con su ropa.
- ¡No te vayas papá! - suplicó Kasumi- no tienes edad para un viaje así.
- ¡No nos dejes tú también! - le pidió Akane- ya se fue mama, si tú también te vas…
- ¡Volveré! Hija no sois unas crías sabéis cuidaros vosotras mismas, y os ayudará la señora Saotome.
-Si mi mujer os ayudará. - dijo Genma con una risa falsa.
-Pienso que estáis huyendo- dijo con suplicaría Nabiki- habéis estado a alguien o el maestro Happosai lo ha hecho y os ha obligado a ayudarlo a escapar.
Los dos hombres se miraron asustados. Las dos cosas que había dicho Nabiki eran cierto, debían poner tierra por medio.
Ranma miraba Akane, veía su tristeza y como lloraba, le rompía el corazón dejarla en ese estado. Y tomó una decisión.
-No voy a ir- dijo el chico. La familia lo miró asombrada.
-Si que vendrás- contestó Genma furioso- ¿O quieres ser una chica para siempre?
- ¡No!, no quiero ser una chica para siempre. – contestó – y no pienso ir de viaje, por que aquí tengo cosas más importantes que perder una tonta maldición. - miró a su madre y a su prometida- no voy a ir, por que no voy a dejar a lo que quiero.
- Tu deber es seguirme a donde yo diga- dijo Genma. - porque soy tu padre y debes obedecerme.
-He adquirido otras obligaciones- contestó el joven- y son más importantes que las que tú quieres para mi. Ya no soy el chico que te llevaste fe casa de mi madre. No me volveré alejar ni de mi madre- y miró a Akane- ni de mi prometida, ellas son más importantes que la cura.
El chico se giró y miró a su madre.
-Siento no ser el hombre entre los hombres que tú quieres. Pero no puedo volver alejarme de ti, ni de… - en ese momento el chico al suelo desmayado.
Genma lo había golpeado con una señal, cogió al chico como un saco de patatas y salió corriendo, seguido de Soun, dejando a las cuatro mujeres sin palabras, cuando quisieron reaccionar los dos hombres, con el cuerpo desmayado del chico, habían desaparecido.
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Los días fueron pasando y no tenían noticias del grupo que se fue de viaje. Sin tantos locos Nerima se volvió muy tranquila, demasiado tranquila. Akane echaba de menos a su prometido, añoraba verlo, sus insultos, sus peleas y como el chico de forma disimulada la protegía. Echaba de menos a su tímido, ególatra y presumido prometido. Lo echaba más de menos de lo que ella estaba dispuesta admitir. Se volvió triste y taciturna. No salía con sus amigas, y su rendimiento escolar bajó.
La falta de Ranma y Kuno fue aprovechado por varios chicos para intentar que esa chica se fijase en ellos, esos chicos habían tenido un perfil bajo, ahora sin nadie que protegiera a la joven los hizo hacerse con el control de la escuela e intentar cazar a varias chicas, aunque la principal presa fue Akane, pero ella supo como alejarlos a todos, menos a uno.
Ese chico un ricachón que siempre había aspirado a quedarse con Akane, aprovechó la falta de rivales para acercarse a la chica, esta usó todas sus fuerzas para alejar a ese imbécil, pero ese idiota no aprendía nunca.
Un día ese descarado se le acercó.
-El idiota de tu prometido no volverá. Se ha ido y te ha dejado. – dijo ese chico, era guapo, se lo tenía creído, tenía éxito con las chicas, pero Akane no lo aguantaba, lo veía como a un segundo Kuno, pero menos prosaico y más pervertido- hazme caso y ven conmigo, acepta ser mi novia, serás una privilegiada por estar con un chico tan guapo como yo.
Akane lo miró y suspiró.
-No me gustas, no eres mi tipo, puedes hacer lo que quieras, no seré tu novia. - la chica le levantó el dedo corazón- soy una privilegiada, tengo por prometido, al único chico que se ha preocupado por mi. Me ha hecho sentir cosas que nadie me había hecho vivir. No te puedes comparar con él- miró a ese chico con desprecio- no seré una más en tu lista de conquista. Sólo vas por una cosa por las chicas, sólo quieres sexo.
Akane se volvió y se alejó de él.
-Serás mía- contestó con rabia el chico- caerás en mis redes, como hacen todas. Robaré tus labios y comprobarás que soy único.
Akane se giró y lo miró furiosa.
-Mis labios sólo son de Ranma, es el único que puede besarme, intentarlo tú, y te mato.
-Ranma no volverá- repitió el chico- te doy un mes, en ese tiempo caerás en mis brazos y olvidarás a ese idiota. Soy el más popular de la escuela.
-Ahora que no están ni Ranma ni Kuno, eres el más famoso, porque amenazas a los demás. Cuando ellos estaban no eras nadie, tú temor a ellos te hacía mantener un perfil bajo. Ahora te aprovechas de tu ausencia. ¿Un mes para ser tuya? Ni en sueños- contestó irónica la joven- si en un mes no ha vuelto Ranma, ¡iré a por él!
Todos los presentes la miraron, sabían que la joven cumpliría su promesa.
- ¡No lo encontrarás!, ¿Hasta cuando lo buscarás? Es una búsqueda inútil. - dijo ese impertinente desesperado. Nunca ninguna chica lo había rechazado, y ahora esa chica lo hacía. Pero él pensabas que tarde temprano ella se enamoraría de él. Siempre conseguía lo que quería, tenía medios para conseguirlo. - quédate conmigo y yo te hare gozar de placer.
- ¡IIdioota! - le contestó Akane furiosa- encontraré a Ranma, aunque tarde toda mi vida buscándolo jamás descansaré hasta que lo encuentre. Y ten encuentra que lo haré
Y la chica se giró y entró en la escuela. No haría caso a ese chico idiota. Su destino estaba unido al del Ranma, lo supo desde días después de conocer a su prometido.
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Las semanas se volvieron en un mes y Akane estaba dispuesta a ir en busca de su prometido, lo tenía todo preparado, pero no dijo a nadie nada, ni cuando se iría, quería evitar que le impidiesen irse. Su familia no sospechaba nad, ni siquiera la curiosa Nabiki. Sus amigas no le encontraron ningún cambio, y su presunto pretendiente no consiguió nada, lo que le hizo conspirar para lograr conseguir a Akane a la fuerza.
Ignorante a todo, Akane seguía haciendo su vida de forma normal, asistía al Furinkan y añoraba con cada vez más fuerza a su prometido. La familia Tendo seguía sin recibir noticias de los viajeros cosa que preocupaba a las cuatro mujeres, sobretodo a Akane, cada vez más decidida a ir en busca de Ranma. La chica dormía muy poco, y cada vez estaba de peor humor, cosa que preocupaba a Kasumi y Nodoka. Nabiki intentó bromear con su hermana, pero Akane no estaba de humor para bromas, y la hermana mediana se arrepintió de su broma.
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Mientras el acosador de Akane, había recibido por correo una poderosa droga. Venía de un pueblo chino, famoso por su poderosa guerreras. Con esa droga Akane se enamoraría de él, y la utilizaría hasta que se cansará de ella, que serían un par de semanas, luego la abandonaría, como a todas, y buscaría otro objetivo. Para ese sinvergüenza las personas, sobretodo las mujeres, eran objetos de usar y tirar. Como no lograría que su futura amante se tomara ese producto de buen grado, ni tampoco lograría engañarla para que tomara dentro de un regalo como bombones, necesitaría ayuda de alguien que la detuviera mientras él le hacía tomar esa droga a la fuerza. No le fue difícil reclutar a un grupo de estudiantes del Furinkan, todos obsesionados con Akane. Les prometió compartirla con ellos, y lo muy ilusos le creyeron.
Ese chico rió, Akane sería para su disfrute y para nadie más. Cuando la dejara por otra, nadie se acercaría a ella, nadie quería una chica que se había entregado y había sido abandonada. Después de Akane, ya tenía sustitutas, Yuka y Sayuri serían las siguientes afortunadas que tendrían el placer de ser sus amantes. Se lo pensó, no debía esperar a cansarse de Akane, estaría jugando con las tres a la vez, podía dar placer a tres mujeres a la vez.
Se volvió a reír como un loco, vio su futuro brillante, disfrutando de todas las mujeres que se cruzaran en su camino, era el mejor amante del mundo, todas las mujeres se volvían locas por él, y él las complacerías, pero antes haría Akane suya.
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El día de la partida de Akane se acercó, sólo quedaba un día. Al día siguiente se iría. Se levantaría como si fuese un día normal, se vestiría con el uniforme de la escuela, y saldría de casa como si se dirigiese a la escuela. Pero en realidad iría a la estación y buscaría pistas de como encontrar a su prometido.
El acosador también iba a atacar ese día, la espetaría en un callejón cercano a la escuela y allí la drogaría.
El día anterior a que esas dos cumplieran sus planes paso con normalidad. Akane no fue molestada en el colegio, eso le preocupó, se olió que algo se planeaba en su contra, pero al llegar a casa respiró tranquila. Ya no había nada que temer, al día siguiente desaparecería.
Llegó la hora de cenar, las cuatro mujeres cenaban en silencio, recordaban a los tres hombres que viajaban en busca de la cura, cuando se abrió la puerta y entró alguien.
- ¡Ya estoy en casa! - dijo alguien con voz cansada.
Todos miraron a recién llegado con asombro. Akane se levantó y se abalanzó sobre esa persona y lo abrazó.
- ¡Ranma! - dijo llorando- ¡Has vuelto!, ¡No sabes lo que te he echado de menos!
El chico la miró y sonrió, también la abrazó.
-Yo también te he echado de menos- contestó el chico, estaba sucio y con la ropa degradada, se lo veía muy cansado.
- ¿Cómo estás? - preguntó Nodoka.
-Necesito un baño y ropa limpia. También comer. Y no me importa si me baño antes o como antes. Y después de eso un buen sueño, necesito dormir bien, que hace semanas que ni como, ni me ducho ni duermo como es debido.
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Una hora después el chico duchado y con ropa limpia comía con hambre de semanas. - ¿Ya estás curado? - preguntó Kasumi. Las cuatro mujeres lo miraban expectantes
Ranma dejó de comer, la miró con ojos tristes.
-No, estoy curado, sigo maldito.
- ¿Pero y el viaje?,- dijo Nabiki- ¿Y todo lo gastado?...
Akane le dio un codazo a su hermana mediana que calló.
-Ranma ¿Cómo que has tardado? Tanto en volver.
-El viaje, como imaginaba, tenía trampa. Era un viaje sin retorno- las mujeres lo miraron espantadas- Yo me rajé antes de ir a ese viaje, y volví para aquí, pero al no tener dinero tuve que andar, he tardado un mes en volver. - miró a las mujeres debía contar todo- ahora os lo explico desde el principio.
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UN MES ANTES
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Ranma despertó en el tren de camino a Hiroshima, donde embarcarían todo el grupo en dirección a su destino. Lo habían atado a conciencia para que no escapase y Cologne lo obligaba a tomar un bebedizo que lo mantenía despierto, pero sin fuerza. El chico estaba siempre vigilado de forma permanente por su padre y Soun. Que mantenían alejados tanto a los rivales del chico, como a sus prometidas
Ranma despertó con dolor de cabeza.
- ¿Dónde estoy? - preguntó con furia.
-De viaje a Hiroshima allí cogeremos un barco que nos llevará a nuestro destino.
- ¿Y cuál es nuestro destino? - preguntó el chico.
-China- respondió.
- ¡No lo sabemos! - y los secuestradores rieron sin gracia.
- ¡Me obligáis a hacer un viaje a un punto del Himalaya y no sabéis el destino!
-El Himalaya es una cordillera que se extiende por varios países: Bután, Nepal, China, India y Pakistán,- explicó Mousse- sólo China, India y Pakistán tiene salida al mar. Desembarcaremos en uno de esos tres países, el más cercano a nuestro destino.
- ¿Y cómo sabremos donde debemos desembarcar y donde está nuestro destino? - preguntó Ranma.
-En puerto haber guía, él llevarnos al templo donde nosotros curar.
- ¡Otro viaje idiota! - exclamó Ranma- ¡Un viaje rodeado de idiotas hacía un lugar que desconocemos!
- ¿A quién llamas tú idiota? - preguntó Ryoga enfurecido- y se abalanzó sobre Ranma- si no estuvieras atado…- fue parado por Genma de un golpe.
- ¿Me vencerías? - acabó Ranma- ni así me ganarás cerdito. Os llamo idiota a todos. Un viaje a un lugar incierto, no es cosa de personas sanas. -miró a los seis que lo perseguían- de vosotros me lo creo- miró a su padre y a Soun- de ti padre me lo creo del tío Soun, a duras penas también- miró a los dos ancianos- pero de vosotros dos… me cuesta creerlo, vosotros dos demasiados taimados y perversos para que os dejéis engañar y os embarquéis en un viaje que no se sepa ni el destino.
- ¡Tu deber como mi hijo es hacer lo que yo diga! - gritó Genma.
- ¡Creo que mi madre no estaba de acuerdo con este viaje! -, ¡Y te lo dijo! - ironizó Ranma- me trajiste en contra de su voluntad. ¡Mi deber como su hijo era quedarme con ella!, ¡Y tú me volviste a alejar de ella!
- ¡No sólo te duele alejarte de tu madre!, ¡Hay otra persona de la que no te quieres alejar! -riendo.
Ranma miró a su padre con rabia, y aún atado y drogado logró moverse y golpear a su padre con su cabeza.
- ¡Me has alejado de la única persona que siempre me ha entendido y comprendido!
- ¡Ese soy yo!, - dijo su padre- voy contigo.
Ranma miró con cara asesina a su padre, desde luego no era ese viejo.
- ¡Tú nunca me has comprendido ¡- gritó Ranma- sólo te preocupas tú y tu estomago. Tú no eres esa persona. - miró a sus presuntas prometidas, que iban a hablar- vosotras tampoco sois- miró a sus compañeros de viaje- no iré a ese viaje, algo en él no me gusta, pienso escaparme.
- ¡No lo harás! - lo amenazó Ryoga- ¡Tú vendrás con nosotros!
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EN EL PRESENTE.
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Ranma paró su relato llevaba horas hablando. Cogió una jarra de un litro de agua y de la bebió entera, el chico estaba sediento.
- ¿No tuviste un buen viaje? - preguntó Nodoka.
-No, fue un viaje pésimo. Atado, bebiendo el mejunje de Cologne, no pudiendo dormir por que esas tres me acosaban y querían dormir conmigo, y los tres locos querían matarme. Happosai quería volverme chica y aprovecharse de mi. Los dos viejos jugando al shogi, al póker, o bebiendo y Cologne contándome sus batallas de juventud. Entre unos y otros acabé muy harto.
-Ahora me contarás quien era esa persona de la que no querías sepárate- preguntó Nabiki.
- Si me das cien mil millones de Yens te lo digo- contestó el chico.
Nabiki lo miró, ¿cómo era posible que ese chico la intentara estafar, ¡A ella!, ¡a la reina de las estafas!
- ¿No me lo dirás? - preguntó la chica.
- ¡No! - contestó de forma seca Ranma.
La hermana mediana miró a Kasumi y Nodoka, que reían disimuladamente.
- ¿No me diréis que vosotras lo sabéis? - preguntó la chica.
-Es muy fácil, tú debías saberlo, a ti que no se te escapa nada- contestó Kasumi riendo- a veces eres muy inocente.
Nabiki miró los allí reunido, supo que se burlaban de ella. No supo ver que la persona por la cual no se quería ir Ranma estaba allí con ella, y no era Nodoka. Pero tarde o temprano lo averiguaría.
- ¡Sigue la historia! - pidió Nodoka
Y el chico siguió contando.
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DE VUELTA AL PASADO
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El tren llegó dos días tarde a su destino, las locuras de los que tenían prisionero a Ranma provocó ese retardo.
Al bajar del tren Ranma iba casi recuperado. Había escupido de forma disimulada la droga que le daba Cologne. El joven había recuperado todas sus fuerzas. Había logrado romper parte de las cuerdas que lo ataban, pero disimuló que no se encontraba bien. Y era llevado entre Mousse y Ryoga.
Y llegaron al puerto y vieron al barco que los llevaría, si eso podía llamarse por ese nombre, ya que de barco no tenía nada. Eso era cuatro maderas mal clavado, sería una suerte si llegaban al puerto de destino. El guía era un hombre bajito, que parecía un troll sacado de una película de magos y brujería de bajo presupuesto. Apestaba a alcohol barato.
El guía los miró.
-Cogeremos el barco hasta China, después …- dijo ese hombrecillo con un fuerte acento que ni lograron identificar. Iba a seguir cuando Ranma lo interrumpió.
- ¿Eso es un barco? - preguntó con ironía- Si corto un árbol y me monto en él iré más rápido.
El hombrecillo lo miró, Ranma le devolvió la mirada, no lo iba intimidar nadie. Estaba dispuesto a que ese hombre, que parecía una mezcla entre el hermano gemelo de Yoda, un troll de Sauron y un humano, lo echara del barco.
-Es el barco más rápido que hace el trayecto entre Hiroshima y China.
- ¿Así que su destino es China? - preguntó Ranma con ironía- eso si llega, y no se hunde, aunque creo que acabará bajo el mar.
El hombrecillo estaba furioso y se propuso ignorar a ese joven irrespetuoso.
-El viaje durará dos días. Como entraremos ilegalmente al país desembarcaremos en una pequeña cala. Desde allí iremos con burros por caminos por donde no pasa nadie. Viajaremos hasta Nepal que es donde se encuentra el templo.
-Y no podemos conseguir un coche- preguntó Tatewaki- un Kuno no está acostumbrado a ir sobre un sucio burro.
- No podemos ir en coche. Los caminos son estrechos y no podemos circular por ellos. Además, no queremos ser atrapados por el ejército o lo pasaremos mal.
-Yo ser china, pertenecer a tribu de las amazonas. - dijo Shampoo.
El guía la miró.
-A ti te buscan las autoridades chinas, y a tu abuela también. Los japoneses se han quejado de vosotras y todo lo que habéis provocado en Nerima. Los chinos dicen que sois problema que deben resolver los japoneses, que ya no sois chinas, si no japonesas. Vuestro país os ha retirado la nacionalidad, y os ha regalado a Japón. Pero si volvéis a China seréis consideras ilegales y os juzgaran como espías de Japón.
Ranma miró a Cologne, ahora sabia porque a esa vieja le interesaba huir de Japón, a ella y a su nieta las querían juzgar y encarcelar dos países.
Ranma rió.
-Dos perseguidas y burros cabalgando en burros, ¡Que ironía! – dijo el chico, atrayendo la mirada furiosa de todos. - Kuno irás sobre uno de tus primos- y se volvió a reír. - Ranma puso una mano encima de Kuno nadie se había dado cuenta que el chico se había desatado.
- ¡Serás…! - dijo Tatewaki, pero lo interrumpió el guía.
- ¡No hay tiempo para peleas! Debemos partir ya. Se levantará niebla y nadie nos verá llegar a nuestro destino- todo asistieron, menos Ranma- pero antes de partir debo advertirles de algo. – todos lo miraron asustados- Llegar al templo no será fácil, es un camino muy peligroso. Pueden que algunos de ustedes caigan en el trayecto, supongo que llegaremos sólo la mitad- los miró- y una vez lleguemos al templo serán sometidos a una prueba muy difícil, él que la pase verá curará su maldición, los otros morirán. A esa prueba participaran todos, estén malditos o no.
Todos los miraron asustados.
-Al menos uno logrará curarse- dijo Ryoga- que seré yo y volveré a…
-Nadie que se cura puede volver a salir del templo, Si lo hace o la maldición vuelve a él de forma permanente y olvida su pasado como humano no maldito. Es decir, si te transformas en panda, serás un panda real para el resto de tu vida- el guía miró a Ranma- tú te vuelves chica, te transformarás en una chica real, olvidarás que eres un hombre, y buscarás un hombre con quien casarte y tener hijos. A los demás os pasarás igual. Quien se transforme en gata en una autentica gata se volverá.
Todos lo miraron horrorizados.
-En pocas palabras- dijo Ranma- es un viaje si retorno.
- Si, - contestó el guía- por eso debo preguntaros, ¿Estáis dispuestos a hacer ese viaje? No puedo obligaros a hacerlo. Si decís que si no os podéis echaros a atrás. Si no estáis dispuesto a ir no os aceptaré en el viaje, pero no podéis volver a intentarlo. En cuanto al precio por cada uno es…- y dijo el precio.
Todos se miraron y uno a uno decidió seguir adelante, aunque el precio era alto nadie se negó a pagarlo y cuando faltaban Ranma y Ryoga.
-Yo no iré, tengo algo aquí más valioso que ese estúpido viaje- dijo Ranma- no cambiaré mi maldición a costa de perder a mi madre y a mi prometida.
- Pero tu prometida irá en ese viaje Ran-chan- dijo Ukyo.
- ¡No, mi prometida me espera en Nerima, y volveré con ella- dijo Ranma- no puedo impedir que vayáis, sólo os pido que os lo penséis y no vayáis!
Nadie hizo caso al chico, que al negarse no pudo subir al barco. Nadie se despidió de él. Se dio cuenta que al negarse a ir lo consideraron un cobarde, pero a él no le importó, en Nerima estaba lo único que le importaba, aún más que perder su maldición.
Ranma vio partir ese barco, supo que no volvería a ver a ninguno en su vida, se entristeció, iban a la perdición. Cuando el barco desapareció de su vista se giró y se dirigió a la estación se dio cuenta que su padre le había robado el dinero, y tuvo que volver andando.
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EN EL PRESENTE.
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-Viaje hacía aquí, tarde un mes en llegar. Cuando entré en Nerima me di cuenta que Ryoga me seguía, antes de subir al barco fue al lavabo y se perdió y no pudo irse, lo llevé con su novia y volví aquí, tarde unas horas en volver y aquí estoy.
- ¿No te arrepentirás de no perder la maldición? - preguntó Nabiki- Con el tiempo…
- No me arrepiento, ni lo haré. El precio ha pagar por librarme de esa maldición era muy caro y no me refiero al dinero- miró a su madre y a Akane-no estoy dispuesto a pagar ese precio por librarme de esa carga- miró a su madre. - tal vez creas que no soy un hombre entre los hombres, pero…
Su madre levantó la mano.
-Has echo lo adecuado, has actuado sobre lo que te ha dicho tu conciencia. No tengo nada que decir.
-Otra cosa tío Soun me dejó una carta en la mochila, no sé cuándo lo hizo, supongo que debió adivinar que no iría en ese viaje, va dirigida a vosotras. No la he abierto. - y Ranma entregó la carta a Kasumi, que la abrió y leyó.
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Queridas hijas:
Durante años he tratado de cuidaros y suplir la falta de mi querida Naoko, vuestra madre, esa mujer que un día por culpa de una enfermedad nos dejó. Tuvimos que aprender a vivir sin ella, sé que al principio fue muy duro, lo sigue siendo.
No hay día que no me recuerde de ella y la encuentre a faltar. Aun después de tantos años creo que la volveré a ver, que entrará en casa, como si estos años sólo fueran una cruel pesadilla.
Pero sé que en realidad ella nos dejó muy solos. Y todos sufrimos, sobretodo tú, mi pequeña Akane. Después de su muerte pásate mucho tiempo llorando, no te recuperarte hasta que llegó tu prometido, aunque sé que en un principio no os aguantabais, pero con el tiempo os habéis cogido aprecio, no me engañáis, vuestra relación es idéntica a la que tuvimos Naoko y yo, siempre negamos nuestro amor, pero siempre nos ayudábamos, al igual que vosotros.
Ahora os contaré por que me he ido con Genma.
Hace unos meses me fue detectada una enfermedad incurable, es degenerativa y con el tiempo sería una carga para vosotras. Mi sentido del honor me impide que me veías portado en cama. No quiero que tengáis que cuidarme como a un viejo senil.
Al oír del lugar donde se curan las maldiciones, decidí unirme al grupo, porque si llegó también me curaré de mi enfermedad.
Sé que no volveré, ni tampoco lo hará Genma. Puede que sea algo egoísta por nuestra parte, pero queremos vivir nuestra última aventura juntos.
Os he dejado bastante dinero como herencia, lo gané en las apuestas y. Aprendí un truco del maestro Happosai para ganar siempre y usé ese truco para tener siempre dinero, también gané dinero en pequeños robos, pero lo hice tantas veces que conseguí una buena fortuna. ¿Como pensáis que podíamos vivir tantas personas en el dojo sin ingresos al no tener alumnos?
No lloréis por mí, pensar que me curaré y pasaré el resto de mis días jugando al shogi con Genma.
Desde principio sabíamos que Ranma no vendría en el viaje, pero lo llevamos por una razón, nos queríamos divertir viendo como se enfurecía al alejarlo de su madre y Akane.
Sé que ese chico cuidará de vosotras, y que puedo irme tranquilo dejándolo a cargo del dojo. Sé que hará feliz a Akane y entre los dos subirán el dojo como yo no he podido hacerlo.
Kasumi: Eres igual de buena ama de casa que tu madre. Sé que tendrás la cuidarás de la casa y alimentarás a la familia, pero búscate un buen hombre y cásate y se feliz.
Nabiki: Sé que contigo la economía de la casa no fallarás, pero debes ser menos materialista, y más persona. No pienses en las personas como negocio.
Akane: eres la que más se parece a tu madre. Pero te dejas llevar por tu celos y genio, en eso también te pareces a ella. Se más dulce y tan temperamental. No le pegues tanto a Ranma, la mayoría de las veces no tiene la culpa.
Ranma: Cuida de mi hijita, como la hagas sufrir volveré en espíritu a atormentarte. Hazte cargo del dojo, y hazlo avanzar. Junto con Akane lo haréis, o volveré en espíritu a atormentaros, y como no me deis nietos…
Nodoka: Todo lo que tenía ahorrado con Genma, bueno… no los hemos llevado. Nos hará más falta a nosotros que a usted.
También hemos hecho un seguro de vida para Genma y para mí. Haremos creer que estamos muertos y os caerán buenos dineros.
Sin nada más que decir se despide vuestro padre.
SOUN TENDO.
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Ahí acabó la carta de Soun. Las hijas lloraron por la perdida de su padre, también se enfadaron por que era un ladrón y estafador.
Nodoka maldijo a su marido por dejarla en número rojos. Se tendría que buscar un trabajo, al menos tenía una cuenta bancaría secreta, nunca se había fiado de su marido. Si volvía lo obligaría a hacerse el sepukku.
Ranma miró a su alrededor, esos dos hombres lo habían dejado, junto Akane, a cargo de todo. Él pensaba que su padre y Soun habían utilizado la excusa de la cura para huir de los arqueadores. Días después se enteró que eso era cierto, también supo que esa gente siguió a su padre y como los perseguidos nunca regresaron.
Después del leer la carta intentaron asimilarla. Después de unas horas se sintieron cansados y decidieron ir a dormir, el primero fue Ranma
-Estoy cansado necesito ir a dormir.
Y el chico subió a su habitación y se acostó, estaba tan cansado que no se dio cuenta que Akane entraba en su habitación, y se acostó con él.
La chica lo abrazó y por primera vez en un mes durmió tranquila y feliz, ¡no necesitaba ir en busca del chico!, ¡Él volvió por sí mismo a ella!
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Llegó el nuevo día. Ranma se despertó, pero no abrió los ojos. Oyó los pájaros piar, el olor de la casa, el olor del futón y la sabana, eso lo hizo sentirse a gusto. Olió el aroma de su prometida, su cuerpo pegado abrazándolo, ¡Que bueno era dormir con Akane!, ¡Que bien olía su prometida! El chico sorprendido y asustado abrió los ojos. ¿el aroma de Akane?, ¿Cuándo entró su prometida en su habitación? La miró sorprendido. No entendía nada.
Ella abrió, los ojos y lo miró con timidez.
-Lo siento, he dormido contigo. Te he encontrado tanto a faltar este mes, que me he tenido que asegurar que no era un sueño- dijo sonrojada la chica.
La timidez con que habló Akane, la cara sonrojada de la chica, y su cercanía, destruyeron el autocontrol del chico, todas sus defensas fueron destruidas. Y una sonrisa idiota apareció en su cara.
Cuando al final logró recuperar el control de sus pensamientos el joven pensó que esa mujer lo tenía en su poder, hacía con él lo que quería. Pero no negaría que él se prestaba gustoso a ese juego. Aunque también adoraba verla enfadada.
-No me importa despertar a tu lado, me gusta verte dormir, mirar tus labios mientras duermes, están pidiendo cómeme. Acariciar tu pelo. Ver como te tiemblan los ojos mientras duermes, como mueves la nariz mientras respiras tranquila. - el chico le acarició la cara- esa cara tan suave que tienes es tan agradable al tacto.
Y se besaron.
- ¿Y el viejo Ranma ese que me insultaba? No pareces el mismo.
- Ese Ranma era un Idiota, he decido matarlo. Era tan imbécil y tonto que no sabía lo que tenía delante.
Un momento después Akane salía furiosa de la habitación del chico. Desde la puerta le gritó.
- ¡Esto no te lo perdono!, ¡No me hables!, ¡Eres idiiiooota! - gritó.
Ranma victima de un mazazo se preguntaba.
- ¿Qué le he hecho yo ahora?, ¡Pero si no la he insultado ¡- el chico no comprendía nada.
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El desayuno transcurrió con normalidad, es decir con los dos prometidos peleando. El resto de lo que quedaba de familia lo miraba con una mezcla de sentimientos, en parte por la pérdida de los dos patriarcas, alivio por volver a tener al Ranma en casa, y que Akane volviese a ser la misma de siempre.
Todo volvía a ser normal, las peleas de los dos prometidos llenaban de vida el dojo.
- ¿Por qué os peleáis está vez? - preguntó Nabiki- habéis dormido juntos, no podéis negarlo. ¡Os amáis!
- ¡No me gusta este insensible- dijo Akane!
- ¡No le he hecho nada a este marimacho- se defendió el chico!
Akane lo miró enrabiada.
- ¡Lo has olvidado!, ¡Eres un insensible!
- ¡Te juro que no te dicho nada!
Ella enfurecida sacó el mazo y le dio en la cabeza
- ¡No te lo pienso perdonar! - dijo la chica- ¡Me has ofendido y hasta que no me pidas perdón no te hablaré!
Y la chica salió corriendo hacia la escuela, dejando tumbado a su prometido.
- ¡Hey, cuñadito!, ¿Que le has hecho hoy a mi hermanita? - preguntó Nabiki con ironía.
Ranma la miró.
-Te juro que no le dicho nada. – contestó confundido el chico- esta vez no sé porque se ha enfadado conmigo.
Se levantó y corrió hacía la escuela, debía encontrar a su prometida y hablar con ella, y aclarar el motivo de su enfado.
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Akane corría furiosa a la escuela, esta vez Ranma se había pasado, y no perdonaría con facilidad, debía hacer sufrir a el joven por su falta.
Ese día Ranma había cometido una falta muy grave, nunca se había enfadado tanto con el chico como hoy. Corría hacía el Furinkan sin darse cuenta que era seguida por alguien con no muy buenas intenciones, la chica enfadada con su prometido no detectó que el ataque hasta que fue demasiado tarde.
- ¡Ese idiota de Ranma!, ¡Es tan inmaduro! ¡Mira que…! y en ese instante, antes que pudiera decir que le hizo Ranma, entre varios chicos la cogieron, la llevaron a un callejón y la empujaron contra una pared. Akane a, pesar de su fuerza, estaba inmovilizada. La espala contra la pared vio al responsable de su ataque- ¡Tú! - dijo furiosa- ¡Cuando me libre te mataré!
-Lo dudo- dijo el atacante riendo- he conseguido algo que hará que te enamores de mi.
- ¡Te lo he dicho miles de veces! - dijo Akane. - ¡No me interesas!
-Hoy cambiaran las cosas- dijo ese chico, que era quien la había acosado durante el ultimo mes- hoy te enamorarás de mi y olvidarás a ese fracasado que tenías por prometido.
Akane lo miró.
-No hagas nadas de lo que te puedas arrepentir- advirtió la joven- ya lo has hecho. Hoy pagarás esta humillación que me estás sometiendo.
El chico se rió.
- ¡Nadie te salvará esta vez! - contestó ese impertinente- ¡No vendrás tu príncipe azul subido en un caballo! Dentro de unos segundos serás mi esclava, me adorarás, me suplicarás que te haga mía.
- ¡Ni loca ¡- contestó la chica- de mi sólo conseguirás mi mejor puñetazo.
- Te aseguro que me amarás- dijo ese chico, saco una botellita– he conseguido este brebaje, que te haré tomar. Y te enamorarás del primero que veas, que me aseguraré que sea yo. Me lo han enviado de la tribu de las amazonas de china.
Akane lo miró con miedo, sabía por experiencia propia lo efectivo que eran las drogas de las amazonas.
- ¡Lo escupiré! - dijo la chica.
- ¡Te haré que te lo tomes a la fuerza- dijo el chico! Abrió la botella, lo acercó a la boca de la chica.
Y de repente alguien lo cogió por detrás y lo hizo girar. Ese chico se enfureció, hasta que vio la cara de quien lo miraba con infinito odio.
- ¡Ra…Ran… Ranma! - dijo el chico atemorizado.
- ¡Eres imbécil muerto! - dijo un Ranma dominado por la furia.
Y el prometido de Akane comenzó un baile de bastones sobre el idiota que quiso róbale su prometida.
Ese baile duró poco, ese impertinente no era rival para Ranma y calló molido por los golpes.
Akane no tuvo dificultad para dejar de igual forma a quien la inmovilizó.
Pero la venganza de los dos prometidos no acabó allí. Cogieron la botella con la droga de las amazonas y miraron a su víctima con maldad.
- ¿Quién es ese idiota? - le preguntó Ranma a Akane.
-Es compañero del Furinkan. Mientras tú y Kuno estuvisteis allí él permanecía en las sombras, como unos alumnos más. Era alguien anónimo. Aunque he descubierto que fuera de la escuela era un depravado que se aprovechaba de las mujeres, aunque lo mantuvo en secreto.
- ¿Y que lo hizo salir? - preguntó.
- Tu marcha y la de Kuno le dio valor para ascender al poder. Mientras estabas tú te temía demasiado para desafiarte.
-Al no estar yo te quiso conquistar.
-Si, pero no logró nada. Me amenazó, e hizo de todo.
- ¿Cómo Kuno?
-No, Kuno se veía como un gran romántico. Creía que todas las chicas estaban locas por él, era idiota. Este es un acosador que exige a las mujeres, cree que todas mujeres deben servirle, por las buenas o por las malas. Creo que ha debido drogar a mujeres, violarlas y hacerle fotos mientras la sometía, y después las amenazaba. - Miró a Ranma- eso es una teoría mía. A mí me quería hacer beber una poción de las amazonas, para que me enamorarse de él y luego me entregase a él.
Ranma se enfureció, miró al cuerpo del chico caído, tuvo gana de matarlo. Pero vi la botella con esa droga que quisieron utilizar con Akane y tuvo una idea malvada.
-Tengo una idea- dijo Ranma mirando a su prometida riendo con maldad.
Un rato después ese chico, del que no conocían el nombre, estaba atado a una farola y con los ojos vendados.
- ¡Despierta! - ordenó Ranma y lo abofeteó.
Ese chico se despertó. Al notarse atado flojeó.
- ¡Dejarme!, -Soltarme!, ¡No sabes quién soy! - dijo ese chico- ¡haré que os arepitas!
-Realmente no sabemos quien eres, ¡Ni nos importa!, sabemos que vas como nosotros al Furinkan- dijo Ranma.
El chico se sorprendió y asustó al oír la voz de su opresor.
- ¡Te mataré!, ¿Akane será mía! - dijo con falsa arrogancia ese chico, en la voz se le notaba el miedo.
- ¡Te lo he dicho cientos de veces!, ¡No seré tuya!, ¡Estoy muy comprometida!, y ahora por voluntad propia de mi prometido y mía,
-Ese amor no es verdadero, sólo os debéis cariño por las veces que os habéis ayudado.
Los dos prometidos se miraron y rieron.
- ¡Eres idiota! - sentenció ese Ranma- nuestra relación es real, aunque la neguemos.
- Destruiré vuestra unión.
-No vamos a consentir que se repita lo de antes, no consentiremos que nos vuelvan a acosar. Ni que un loco me siga a mí, y una loca a Ranma.
- ¿Y qué haréis?, ¡Sois bastante buenos!, Nunca os habéis vengado de los que os han acosado.
-Hoy eso cambiará, y serás tú el que sirva de ejemplo- dijo Ranma.
- ¿Qué os proponéis? - dijo ese chico asustado.
-Has querido utilizar un brebaje para que Akane cayera enamorada de ti- dijo Ranma, y añadió de forma siniestra. -Ahora lo utilizaré para que tú te enamores del primero que veas delante de ti, y lo harás. Te enamorarás tal vez de una mujer…. O puede que de un hombre.
Los dos prometidos rieron, mientras ese chico gritaba. Entre Ranma y Akane le hicieron beber esa poción y se pusieron detrás suyo. Le quitaron de golpe la venda, y en contra de su voluntad el chico abrió los ojos y delante suyo vio un gran perro, que babea, era llevado por su dueña.
El chico se sintió atraído por ese enorme animal. Se abalanzó sobre él y lo abrazó.
-Eres el perro más hermoso del mundo- dijo el enamorado chico- te amo, cásate conmigo y formemos una familia.
Y cogiendo el perro, en realidad perra, en brazos lo secuestró y se lo llevó directamente al ayuntamiento, siendo perseguido por la dueña del animal. Una vez en el ayuntamiento ese loco exigió sin éxito que lo casaran con ese animal. Al final fue ingresado en un manicomio mientras le duró el hechizo de la pócima, después volvió al Furinkan y volvió a ser el chico anónimo de antes, no se atrevió a destacar de nuevo, tenía un miedo atroz a los dos prometidos. Y los rumores de que se quiso casar con un animal lo hicieron desistir a volver a ser conocido.
Los dos prometidos vieron como ese idiota enamorado de un perro, huía dispuesto a casarse con él.
Ranma rio.
- ¡Que loco!, ¿Has visto Akane?
Pero al mirar a su prometida la vio enfadada. La chica aún no lo había perdonado. Esta se le acercó y lo abofeteó.
- ¡Me has salvado!, ¿pero sigo enfadada contigo! ¡Aún no te he perdonado! - dijo la chica y se giró y se dirigió sin hablarle al chico, que la seguía preguntándole por que estaba furiosa con él.
Una vez llegado al colegio todos los miraron sorprendidos por la vuelta de Ranma y por enfado de Akane con él,
En el patio el chico la detuvo.
- ¡Suéltame Ranma! - exigió la joven- ¡No tengo ganas de hablar contigo!
- ¡No sé qué te he hecho! – contestó confuso el chico el chico.
Akane lo miró furiosa.
- ¡Has hecho algo imperdonable!
- ¡¿El que?, ¿Que he hecho? - preguntó el chico.
- ¡Has insultado a mi prometido! - le contestó Akane. - ¡no permito que nadie lo insulte!, - se puso roja y dijo con timidez- ¡Sólo puedo hacerlo yo!
- ¿He insultado a tu prometido?, -dijo sorprendido Ranma- ¿pero si tu prometido soy yo?
-Si, te has insultado tú mismo. Ni te permito a ti mismo insultarte.
Ranma abrió mucho los ojos y la boca, esa chica era especial
- ¡Pero! ¡Si! - contestó el muchacho.
- ¡No me vengas con peros! - dijo furiosa la chic- aprendes a respetarte o te enseño yo a fuerza de golpe, de ahora en adelante nada de insultarte a ti mismo o te mandaré a volar, ¿De acuerdo? – y como el chico no contestó volvió a preguntar gritando- ¿De acuerdo?
- Si Akane- contestó resignado el chico, aunque sería feliz al lado de su prometida le tocaría lidiar con el difícil carácter de Akane, sonrió no lo negaría ni la cura de su maldición valía ni diez veces lo que valía esa chica. Siguió a la chica, seguro que junto los dos serían felices. A pesar del que lis dos tenían demasiado carácter. Se juntaron, y antes el asombro de sus compañeros se cogieron de las manos.
En el futuro se pelearían por tonterías, se besarían. Sabían que tendrían buenos y malos momentos, pero lo pasarían juntos, ese era su destino.
Esa noche Ranma estaba tumbado en el tejado, miraba las estrellas, suspiró.
- ¿Te arrepientes de no haber ido a ese viaje? - Ranma se giró hacía quien le hablaba y vio que a su lado estaba su prometida. El chico estaba tan metido en sus asuntos que no se dio cuenta de que ella llegaba.
Ranma cerró los ojos.
-No me arrepiento, no lo haré, - la miró y sonrió- aquí tengo algo valioso, algo que no puedo cambiar por mi cura.
- ¿Pero tal vez sea tu única oportunidad de curarte!, ¡Tal vez no haya otra vez!
Ranma se rió.
- ¡Me da igual!, ¿De verdad debo cambiar lo que yo considero importante por curarme? - el chico negó con la cabeza- Nada merece la pena si debe pagar con lo que realmente aprecias. Soy tonto, no te enfades sabes que tengo razón en eso, pero no tanto para considerar más valioso a esa cura que a ti o a mi madre. Nada merece la pena si para conseguir algo debe perder lo más valioso que tienes.
- ¿Qué estarías dispuesto a pagar para conseguir algo importante?, ¿Venderías a tu familia por algo que anhelas? - preguntó la chica de forma metafórica.
-Antes de conocerte lo entregaría todo. Desde que te conozco, todo lo vivido contigo, desde lo menos importante hasta lo más importante, es valioso para mi. No cambiaría a ninguno de esos recuerdos por nada. Esos recuerdos valen más que mi cura.
- ¿Y Jusenkyo?
-El chico se quedó blanco y al fin habló.
-Ese recuerdo, por malo que sea, es el que más me hace estar junto a ti, para que no te vuelva a pasar nada. El que más me hacer pensar en lo terrible que sería mi vida sin ti. Una vida sin sol ni calor. Una vida en las tinieblas. Una vida sin esperanzas. Pensar en eso fue lo que me dio fuerza para no irme a ese viaje, por que sería a cuando creí que te habías ido, pero esta vez de verdad. - miró a la chica- ¿Y tú cómo estás? Sabes que no volverás a ver a tu padre.
Akane bajó la vista y sollozó.
-No asimilo la idea que se fue a un viaje sin retorno, no me lo creo, ¡No sabes lo que siento!, ahora estoy sola. Sin mi madre, sin mi padre. ¿Qué será de mi? Estoy sola.
Se abrazó a su prometido y lloró en el pecho dé él. El chico en una prueba de valor la abrazó y le acarició la cabeza.
-No sé lo que decirte. Ya sabes que soy torpe con las palabras, que antes me sale un insulto que un alabo, o una palabra que te conforte. No te diré que era su voluntad, por que yo tampoco lo entiendo. No entiendo que se fuera con mi padre en lugar de quedarse con sus hijas… hasta que llegara su hora. De igual manera que no entiendo como mi padre se fue sabiendo que no regresaría volviendo a dejar sola a mi madre.
Akane con lagrimas en los ojos lo miró.
-A mi padre le quedaba meses de vida, tal vez pensó, que la cura a su mal estaba en ese templo y acompañaría a tu padre en busca de su cura. Los dos sabían que no volverían y que allí se harían compañía mutuamente, eso es lo que quiero pensar yo.
-Típico de ellos- dijo furioso Ranma- huyeron dejándonos a nosotros la responsabilidad de tirar adelante. Tanto tus hermanas como yo somos tan jóvenes, no sé como saldremos de esta.
-Tenemos a tu madre que nos guiara. Reabriremos el dojo, estudiaremos y trabajaremos y saldremos adelante, como ellos querían.
- ¡No!, ¡como ellos querían no!, por que nosotros vamos a querer. Sólo haremos una cosa que ellos querían.
- ¿El que? - preguntó ella sabiendo la respuesta.
-Nuestro compromiso- se sonrojó, la miró con timidez y sonrió- si tú quieres.
Ella lo miró sonrojada, ese chico le había pedido matrimonio de una forma extraña, algo había cambiado en el chico había dejado su timidez.
- ¡Puede! - dijo ella sonriendo- pero ya estoy enamorada y me ha pedido matrimonio. -Ranma se quedó helado bajó la cabeza con tristeza, ella lo había rechazado- pero podemos seguir siendo amigos.
- ¿Quién es él? - preguntó é enfurecido- ¿Como lo conociste? Lo retaré y lo venceré. Seguro que es el idiota del guardabosques.
-No es él. Lo conocí de forma inesperada, me lo encontré donde no esperaba, y desde ese día a estado siempre a mi lado, es mi mejor amigo. Y no, no lo puedes vencer, es muy fuerte. Ha arriesgado su vida por mi.
-Lo venceré y le enseñaré a estar lejos de mi prometida, debes saber que soy muy celoso.
- Y ese chico también lo es- contestó ella, se estaba divirtiendo mucho, su prometido era tonto.
- ¡Quiero saber quién! - exigió Ranma.
Ella se giró y se rió en bajo de la inocencia del chico.
-El chico del que estoy enamorada y no vencerás se llama…
- ¡Se llama…! - siguió Ranma queriendo saber el nombre que quien le había robado a su chica.
Ella se alejó, se puso al borde del tejado.
-Se llama Ranma Saotome! - la chica le saco la lengua- Eres tú, no puedes vencerte a ti mismo. - ella se rió a carcajada- esto a sido una venganza por dejar que tu padre te llevará- y la joven saltó a suelo.
Ranma se quedó en blanco, después cuando asimiló lo dicho por su prometida, se dirigió y saltó al suelo y vio a Akane riéndose.
- ¡Me has tomado el pelo! - dijo él furioso.
-Si es que eres tan inocente, que no me he podido resistir- contestó ella.
- ¡Pues ahora me vengaré! - dijo él.
, ¿Qué harás? - dijo ella riendo, pero al ver la sonrisa malvada de su prometido ¡Mira que no me caso contigo!
-Ahora se vengaré. Y tanto que te casarás conmigo.
-Si me atrapas dejaré que te cases conmigo- contestó ella riendo coqueta.
-Te atraparé, te haré cosquillas y te besaré. Y después en tiempo nos casaremos.
Y los dos se dedicaron a jugar a pillar. Al final Ranma cumplió sus palabras, la atrapó, le hizo cosquillas, y unos años después, cuando habían acabado el instituto, y antes de ir a la universidad, cuando el dojo era el mejor de Japón, y la vida les enseñó que no era un camino de rosas, se casaron. 

Cuando AnochezcaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora