Stiles se convenció de que dejar su piso había sido un error. Ya no tenía ningún sitio en el que esconderse de la curiosidad y los cuchicheos que suscitaba la presencia de Derek. Mantener su presencia en secreto estaba resultando de lo más complicado, y eso se vio con claridad cuando, Chris y Alisson Argent, que se encontraban fuera del país y se suponía que llegarían el lunes, llegaron un día antes.
Claudia quería hacer salmón a la barbacoa aquella noche, y le había pedido a Derek que preparase el carbón. Se encontraba a la mitad de la tarea cuando Alisson, que lo reconoció inmediatamente, acudió a abrazarlo a pesar de sus manos tiznadas.
—¡Nunca imaginé verte aquí! ¿Has venido a la boda?
—Es una casualidad—dijo él con una sonrisa de oreja a oreja—, que tuviera que venir a California la misma semana en que Stiles se casa por segunda vez.
Alisson, radiante de placer, respondió:
—Bueno, es estupendo verte, cualquiera que sea la razón. Es fantástico que Stiles y tu sigan siendo amigos después del divorcio.
Aprovechando el malentendido de la menor de los Argent, inmediatamente, Derek le pasó a Stiles un brazo por encima del hombro y lo abrazó con ternura.
—Siempre he querido lo mejor para Stiles—anunció, magnánimo.
¡Mentiroso! Si fuera así, ya se abría marchado, pero cada vez que se daba la vuelta, se lo encontraba de frente con su enigmática sonrisa.
Después de comer, Derek también fue invitado, Stiles se encerró en la biblioteca con el pretexto de abrir los regalos de la boda y escribir notas de agradecimiento, pero le resultaba difícil concentrase con la voz de Derek colándose a través de las puertas correderas todo el rato.
—¡No seas ridículo! —le habia dicho su madre cuando él dijo que se marcharía para dejarlos tranquilos—. Ponte el bañador y vente a la piscina. Para compensarnos dejaremos que te hagas cargo de la barbacoa después—bromeó
Así que allí estaba, acostado en una tumbona encantándoles a todos con su charla mientras él se escondía en la biblioteca e intentaba no mirarlo por la ventana.
Pero ya sabía muy bien cómo era Derek casi sin ropa. Demasiado sexy como para concentrarse en escribir tarjetas.
—¿Qué estoy intentando demostrar? —se dijo a si mismo, tirando otro papel emborronado a la papelera—¿Y por qué me aíslo en lugar de estar con mi familia, cuando él es el intruso?
«Porque tienes miedo de cómo te hace sentir, Stiles» repitió el abogado que llevaba dentro. «Pero si estás seguro de que quieres a Jordan, deberías salir sin importarte que hombre este allí en lugar de esconderte de la tentación».
—No estoy asustado ni siento tentaciones—informó a los regalos que lo observaban acusadores
—«¿No?» —río su alter ego
—Ahora tengo que disculparme, pero tengo que hacer unas llamadas de negocios. —la voz de Derek le llegaba desde afuera
—Hay un teléfono en la biblioteca—ofreció su madre—. Stiles está ahí, pero seguro no lo molestaras.
«Gracias mamá», pensó Stiles, levantándose y yéndose de ahí para no encontrarse con él.
—Gracias Claudia, pero necesito mi maletín. Creo que llamare desde la casita.
—Como quieras, pero no olvides que contamos contigo para la barbacoa
—Desde luego que sí.
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Valentía para Amar
FanfictionSe suponía que la boda de Stiles iba a ser el acontecimiento social del año... pero él no estaba demasiado entusiasmado. La culpa la tenía un guapo, millonario de ojos verdes: su ex marido, Derek Hale. Lo que él no sabia era que Derek tenía una misi...