Reiner había estado corriendo desde hacía horas; podrían ser cuatro o tres o quizá cinco. Nadie sabía con exactitud pues no tenían reloj en aquel lugar — tampoco es como si existiesen muchos —, por lo que fuera de la caída de la noche no tenían mucha idea del horario actual.
Para el rubio lo único que existía era el deseo de terminar para ir a dormir, ya exhausto lo único que quería era el recostarse sobre la cama de las barracas y esperar al siguiente día. Se repetía a sí mismo desde la vuelta número 240 "No debo intentar parar peleas estúpidas que no me incumben". Una vez la chica patata le había dicho con su particular acento que si no tenía vela en el entierro ¿Pa' que lloraba? No era un misterio el porqué se acordaba de eso en estos momentos.
Después de todo ¿Por qué intento parar eso? Ni Jean, ni Porco eran especialmente sus amigos. Si, es cierto que gracias a la actitud de hermano mayor que copio de Marcel hacía que el resto de los demonios confiaran en él. Pero si hablaban de quien se llevaría la corona en eso definitivamente sería el de ojos y cabello café, podría tratar de parecérsele todo lo posible pero finalmente su lado más suave terminaría por aflorar y llevarse todo al caño. Reiner se quería morir cada que mostraba una debilidad que no podía esconder tras una sonrisa confiada. Era un hermano mayor y lo respetaban como nunca lo habían respetado en Marley, pero aún así no era el mejor en eso ¿Por que se metió entonces?
Claro, a Jean no le podría guardar especial cariño por las diferencias étnicas y políticas, pero a Porco... ¡A Porco lo quería menos! Ese cabron había sido su bully personal desde que eran unos pequeños aspirantes a guerreros, el muy maldito incluso lo había empujado a un titán cuando estaban de camino a Paradis. Ahora que lo pensaba mejor, si golpeaban al maldito cerdo no era su problema. Incluso ¿No debía agradecerle a Jean el que alguien por fin lo hiciera tragarse sus palabras? Había estado tan cerca de darle una verdadera golpiza, quizá no la más grande que recibiría en su vida pero si lo suficiente como para tumbarse a reír de sus heridas todo el tiempo posible. Suficiente para llamarlo patético tomando como el hecho de haber sido golpeado por alguien evidentemente más delgado y poco entrenado. Si, quería poderse haber cagado de risa en las barracas, entonces ¿Por qué hizo caso a Ymir y terminó por meterse en medio de esos dos?
Bueno, habían varias respuestas a esa pregunta. La primera y la más obvia era que Marcel estaba jugándose un golpe en la cara propinado por su propio hermano en caso de seguir así. La segunda era que la cara de preocupación del pecoso de al lado le provocaba un instinto extraño de protección y presentía lágrimas en caso de continuar con la pelea. También podrían ser esa sensación de revoltijo en su estómago cuando vio todo el alboroto después de lo cayados que estaban todos, quería entender, no quería quedarse afuera de eso. Siempre se sintió un ente aislado, un perdedor que se aferraba con todo y cuanto podía a la esperanza de algún día ser portador de un titán. Esa condición lo aisló del resto, pero no uno voluntario como el de Annie que parecía estar cansada de todo y de todos. Fue un aislamiento completamente fuera de su control, algo que no deseaba y era su realidad.
En cuanto llegaron a su destino, el pensó que quería cambiar eso, quería dejar de ser Reiner el más débil y peor guerrero jamás visto. Quería convertirse en alguien a quien pudieran admirar, que lo vieran y agradecieran su presencia, quería sentir qué importaba. Con su actitud lo estaba consiguiendo, nadie le decía lo contrario. Se volvía cercano a los reclutas, lo cual le daba carta abierta para investigar al posible titán fundador. Al mismo tiempo que mejoró el estado físico volviéndose músculo sobre músculo y adquiriendo la habilidad más que necesaria para desempeñarse de forma extraordinaria con el equipo de maniobras y habilidades de cuerpo a cuerpo. Entonces, quizá ese era el por qué; finalmente se sentía una mejor versión de si mismo, llegó a pensar que era lo mejor que podría ser en mucho tiempo y aún así, aún así estaba fuera de eso que sentía en el ambiente.
ESTÁS LEYENDO
Si no es tuyo entonces es mío || Reiner harem ||
FanfictionHabía un aire, un tinte extraño en el aire que se formaba en el comedor de la 104. Varios se habían dado cuenta de ello, Mikasa, Sasha, Armin; incluso Connie atendía al extraño ambiente recién formado. Si bien, sabían que estaba ocurriendo algo ent...