Otro día más en el paraíso, o eso diría de no ser porque básicamente tuvo que escapar del más bajo durante todo el maldito día ¿Que se le había metido? Esa broma estaba pasando a extremos que no esperaba.
Tenía que esperar al momento idóneo para retirar a Porco de su vida, la distancia anterior estaba bien y aunque agradecía la desaparición de intentos de asesinato; estabas consiente que no iba a poder aguantar la incertidumbre de su aparentemente nueva relación con el valiente muchacho.
En algún momento se quedó preguntando a si mismo de si se estaba convirtiendo en la pareja de Galliard. Al menos eso parecía, el comportamiento y cercanía del joven para consigo era la que se esperaría de una relación de ese tipo, a lo mejor era eso lo que sacaba de onda a los componentes de la 104. Pero, antes de eso no habían cosas en su actuar que sirvieran como precedente para un noviazgo, ademas jamás se lo había preguntado o pedido y no es como que él fuera un objeto que simplemente puede reclamarse.
No se iba a mentir, su compañero estaba buenisimo y tenía facciones finas que fácilmente podrían pelearle a Pieck la corona de "lo más bonito que ha nacido en Marley" y eso que eran eldianos. Sin embargo, eso no quitaba lo mala que fue su relación previo a esto y menos que de todos sus compañeros el rubio fuese con el que menos conviviera.
Realmente tenía que ponerle un alto a la situación, no solo por que ya empezaba a incomodarle si no que también extrañaba dormir con Berthold.
Tenía un plan, pero para ello necesitaría la colaboración de Marcel. Ahora que lo pensaba había estado un poco distante para lo que era su comportamiento usual. De cualquier modo tenía que hablar con el castaño si quería que le funcionara. En su mente, el tema se acababa únicamente con el hecho de que volvieran a dormir en sus camas. Simple, llano y sin preocupaciones. O eso pensaba la limitada imaginación de Reiner para ese momento del día, ni siquiera pudo comer bien y cuando se te reduce tanto la cantidad de comida midiendo algo más de 1.80 y con una musculatura "grande" tiendes a simplificar todo al máximo.
Por lo que aprovecho ese momento que tenía a solas con el castaño mientras entrenaban al joven cara de caballo en la noche.
El trabajo o favor era simple, debía decirle a su hermano que ahora en más compartirían cama en las barracas. Sabía que no se negaría ante la oportunidad de estar con la familia, pues ambos hermanos eran muy unidos y realmente se llevaban bien; mientras Porco no estuviera causando problemas.
Gracias a los cielos Marcel aceptó, con la condición de que cuando tocase limpiar los cañones de nuevo o hacer una guardia nocturna por entrenamiento Reiner lo acompañase. No le pareció mala idea, realmente le caía bien y lo pasaba bien en su compañía, no sería ni siquiera un esfuerzo o algo por el estilo.
Por otro lado, su co-trabajador estaba preocupado. Claro que con esa acción que le pedía el rubio estaba arriesgando varias cosas. Por ejemplo, de alguna forma tenía un sentimiento de estarlo arrojando con el enemigo. Pero dejarlo con su hermano sería algo peor, tenía el presentimiento de que si no frenaban eso a Reiner le terminaría siendo costumbre y se volvería tarde que temprano la pareja del más bajo; y si esto pasaba entonces seguramente ya no tenía oportunidad.
Era cierto que nunca había pensado en la posibilidad de que a los dos les gustara la misma persona. Hasta donde el sabía los gustos de su hermano iban encaminados hacia Pieck o cosas así, pero sorpresivamente no. Todavía más sorpresa fue enterarse de que no solo compartían sangre, si no gustó. Nunca habían tenido problemas con eso, no recordaba haber peleado con él por nada o al menos no le llegaba la memoria en ese momento ¿Entonces porque precisamente eran rivales en el amor?
Había una especie de pacto silencioso de no meterse si terminaba como pareja definitiva de alguno. Pero, mientras no lo fuera todo espía permitido o así lo entendió el.
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Si no es tuyo entonces es mío || Reiner harem ||
FanfictionHabía un aire, un tinte extraño en el aire que se formaba en el comedor de la 104. Varios se habían dado cuenta de ello, Mikasa, Sasha, Armin; incluso Connie atendía al extraño ambiente recién formado. Si bien, sabían que estaba ocurriendo algo ent...